24/06/2011
Todas las sedes
Así nomás, con don Osvaldo
88 años. Talla menuda y fuerte, cincelada por la vida nómade y el deporte. Mirada inquieta, cabellos prolijos, camisa negra sin corbata, saco y pantalón de distintos grises oscuros. acaso delatadores de cierto descuido propio de su larga viudez. Calzado también prolijo y práctico, levísima renguera, palabra siempre dispuesta para referirse a lo que sea y caramelos medicinales protectores de la gola y salidos de su afición por la homeopatía. Un hombre común. Perfil bajo. Inteligente. Sin rasgo coqueto alguno que denote su condición intelectual de Nobel de la Paz 2007. Es más, casi no habla de ello.