Ecología | Sociedad
23 de junio de 2016

Responsabilidad Social y Valor Compartido

Mag. Mónica C. JUGÓN

La primera mención que se conoce de Responsabilidad Social Empresaria se atribuye a Howard R. Bowen, en 1953, quien publicó el libro “Social Responsibilities of the Businessman” y fijó para siempre las bases de lo que hoy entendemos como Responsabilidad Social Empresaria (RSE).

Este autor sostenía que todas las acciones y decisiones tomadas por los empresarios impactan directamente en la calidad y personalidad del resto de la sociedad. Eso hace suponer que los empresarios tienen la obligación de aplicar políticas y de actuar en términos de los objetivos y valores de la sociedad dado que, si bien la función principal de la empresa es de tipo económica, su finalidad es de naturaleza social.

De aquí en más surgen distintas posturas que dan lugar a distintas teorías siendo, a mi entender, la más difundida la de los Stakeholders.

Muchos son los autores se han ocupado, también, de la Responsabilidad Social dando su opinión y poniéndola en la vidriera de distintas disciplinas.

En el ámbito del managment quizás los planteos hechos por Porter y Kramer han sido los de mayor impacto no solo por lo referencial de sus autores sino por la forma de abordar el tema.

En un famoso artículo publicado en la Harvard Business Review en diciembre del 2006 denominado “Estrategia y sociedad: el nexo entre la estrategia competitiva y la responsabilidad social de la empresa”, resaltan la importancia estratégica de la RSE. No obstante ello enfrentan el concepto a una nueva modalidad empresaria sustentada en lo que ellos denominan Valor Compartido.

El valor compartido no es responsabilidad social, filantropía, ni siquiera sostenibilidad, sino una nueva manera de lograr el éxito económico por parte de la empresa generando un ciclo positivo de prosperidad con la comunidad.

Pareciera ser que es un concepto que toma la esencia de la RSE bajo un término que puede ser más atractivo para las empresas porque, en definitiva, el problema de fondo no es la falta de definiciones y de conocimiento del tema sino de falta de implementación de las ideas.

Y es precisamente allí donde radica el problema de la RSE y donde se debe hacer hincapié para que las empresas se animen a desarrollar acciones. No obstante esto, y volviendo al planteo hecho por Porter y Kramer, se debe reconocer que el término valor compartido puede ser la manera de “llegar” a las empresas.

Ahora bien, RSE y Valor Compartido son lo mismo?

En este sentido habría que resaltar que hay valor compartido cuando las organizaciones generan valor para sí mismas pero también cuando esas mismas acciones pueden producir valor para la sociedad realizando acciones que enfrenten los grandes retos sociales y ambientales.

Desde la concepción de valor compartido una acción que solo genera valor social no aplica al concepto aunque sí se trata de una acción de RSE. La RSE va más allá del valor económico, apunta al valor social.

En muchos entornos es difícil crear valor compartido pero pueden compartir el valor creado.

© Todos los derechos reservados.

Mag. Mónica C. JUGÓN:
Magíster en Administración de Negocios, Facultad de Ciencias Económicas, UNICEN. Alumna del Doctorado en Administración, FCE -UNICEN.
Contacto: jugon [at] econ [dot] unicen [dot] edu [dot] ar