20 de diciembre de 2016

Otros enfoques para otras prácticas: experiencias de IAR en escuela secundaria

Prof. Gabriela CASENAVE y Prof. María Julia SOSA

Intentar un proceso de investigación-acción-reflexión (IAR) en la práctica supone -desde nuestro rol docente- desafiar los modos en los que habitualmente se planifica el “dar clases”. Posicionarse desde esta perspectiva es entender que se debe en primer lugar conocer el ámbito en el que desarrollamos nuestras prácticas, a los estudiantes a los que nos dirigimos y nuestro conocimiento del área, pero también que ese conocimiento no sólo se ve plasmado en la realización de acciones acordes a un contexto (social, áulico, institucional), sino que se retroalimenta con la reflexión sobre dichas prácticas, sobre la mirada que revisa nuestra posición en ese espacio educativo que nos toque ocupar y la relación que entablamos con los demás y los contenidos a enseñar.

Iniciar procesos educativos desde la perspectiva de IAR invita no sólo a repensar nuestra práctica sino a hacerlo con otros. Estimula a generar cambios o gérmenes de cambio también en nuestros colegas o a nivel institucional. A implicar a otros en las acciones. Por ello presentamos a continuación el relato de dos experiencias proyectadas desde la IAR, ambas surgidas como propuesta de trabajo integrador de la Especialización en Prácticas Socioeducativas en el nivel secundario, ofrecida por la Facultad de Ciencias Sociales de la UNICEN. Dichos trabajos intentan –a la vez que dar cuenta del recorrido por los diferentes seminarios-, permitirnos problematizar respecto de nuestra práctica en vistas a la investigación-acción- reflexión.

En el primero de los casos, el área que convoca es la Educación Física (EF), la cual requiere de ser pensada a nuestro criterio como área educativa para revalorizarla como área de conocimiento y pensarla más allá de estereotipos, mitos, y espacios como “el patio” con lo que siempre se la vincula.

Partiendo entonces de escenarios de nuestra práctica seleccionamos la Escuela Nacional Adolfo Pérez Esquivel (ENAPE), institución de nivel secundario que permite con pocos años de origen ubicarse por sus particularidades como una alternativa en la oferta educativa de la ciudad de Olavarría.

En este sentido, nos centramos en la propuesta de la Educación Física, entendida esta como práctica social y en su vinculación con la propuesta institucional toda. En este marco, pensar al área más allá del patio es una invitación a problematizar, y reflexionar respecto de nuestra labor cotidiana.

Reconociendo varios mitos en torno al área, relacionada con lo recreativo-deportivo- lúdico intentamos plantear estas orientaciones en base a las prácticas socioeducativas; por lo cual nuestro problema de abordaje planteaba cuál es el aporte que el área EF hace al proyecto institucional tendiente a la formación integral, es decir formar ciudadanos críticos, autónomos, reflexivos.

Dar cuenta de este aporte requiere revisar posicionamientos frente al área como área de conocimiento, requiere además valorizar el aporte educativo de nuestras prácticas y no reducirlas al juego, el deporte y la competencia. Repensarnos como área requiere repensar nuestra labor como docente de la EF y reflexionar en torno a las demandas de los escenarios concretos para programar propuestas que las atiendan.

En el segundo caso, desde el espacio de Construcción de Ciudadanía, se propone la temática de participación -incluida en los diseños curriculares- como un terreno fértil para empezar un proceso desde el enfoque de IAR. La experiencia realizada fue implementada en una escuela confesional de gestión privada ubicada en una localidad aledaña a la cabecera del Partido de Olavarría con estudiantes de primer año.

La preocupación temática a abordar, en torno al tema de la participación (con énfasis en lo juvenil específicamente), estaba marcada por interrogantes como: ¿qué concepciones de participación ciudadana coexisten en la escuela hoy y cómo atraviesan la práctica educativa en el aula?, ¿qué relación existe entre ellas y el contexto sociocultural actual? O ¿puede, desde el espacio de construcción de ciudadanía, motorizarse un cambio en la concepción clásica de participación ciudadana?

La planificación de la investigación educativa desde la acción y la reflexión sobre la propia práctica implica en este sentido asumirse como sujeto involucrado en las lógicas institucionales y áulicas y generar desde allí esa reflexión. Supone, a la vez, una toma de posición y un compromiso, es decir: una acción política y no meramente pedagógica. Desde allí, el objetivo planteado fue el de impulsar la sensibilización de los estudiantes respecto de los sentidos de la participación ciudadana en contextos reales, intentando generar criterios comunes en relación a la construcción de la ciudadanía en la escuela. En este sentido se trabaja con el supuesto de que la participación “…no surge por generación espontánea ni mucho menos por concesión del poder constituido (…) la participación es un proceso, a veces doloroso, de ruptura y aprendizaje; la participación es una conquista". (1)

En el proceso de IAR con los estudiantes se notaron modificaciones en los modos de referirse a la participación ciudadana, aunque entendemos que una modificación en la enunciación de un discurso no significa necesariamente su correlato en el campo de las prácticas sociales o de la organización en torno a las mismas. Es necesario por eso recuperar la noción de proceso de transformación de discursos, prácticas, conceptos aprehendidos para no dejarse llevar por los logros de una dinámica a nivel micro.

Por su parte, la puesta en obra de un plan de acción desde la IAR también requiere negociación y parte de la propuesta es pensarnos a nosotros mismos como sujetos que aprenden junto a los estudiantes, pensarnos como parte del grupo y la propuesta en sí. Creemos que esto no deja de demostrar la fuerza que tienen las marcas de la escolaridad y las experiencias educativas en la configuración de las prácticas docentes, con las que nos manejamos cotidianamente.

Como conclusión, nos parece interesante resaltar que involucrarse en experiencias de IAR constituye, como se dijo al inicio, un trayecto y un desafío. Y, en este camino de construir nuevas prácticas en conjunto, es una deuda el seguir pensando el trabajo en equipo, el implicar a los demás, invitar a las instituciones educativas a dejar de lado el trabajo individual al que como docentes nos vemos en general dedicados.

En ambas experiencias relatadas aquí es preciso decir que parte de la reflexión pasa por reconocer que apuntar al trabajo colectivo y a impactar en las prácticas de otros es ir en contra de ciertas lógicas institucionales ya instaladas (sobre espacios, tiempos y organización) difíciles de revertir.

Se trata, entonces, de seguir abordando el camino y apostar a sostener enfoques que –como en estos casos- generen nuevas prácticas.

Notas

1. SIRVENT, María Teresa: “Educación de adultos: investigación y participación. Desafíos y contradicciones”; Coquena Grupo Editor S.R.L, Libros del Quirquincho, Buenos Aires, 1994, p. 74.

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Prof. Gabriela CASENAVE:
Profesora y Licenciada en Comunicación Social. Docente e investigadora de la Facultad de Ciencias Sociales-UNICEN. Integrante del NACT IFIPRAC_Ed y de la RED IFIPRAC_Ed. Tesista en la Especialización en Prácticas Socioeducativas en el nivel secundario (FACSO-UNICEN).
Contacto: casenavegabriela [at] gmail [dot] com
Prof. María Julia SOSA:
Profesora y Licenciada de Educación Física. Profesora en el Instituto Superior de Educación Física Nº 47, DGCyE. Integrante de la RED IFIPRAC_Ed. Tesista en la Especialización en Prácticas Socioeducativas en el nivel secundario (FACSO-UNICEN).
Contacto: sosamariaju [at] gmail [dot] com