Ciencia | Sociedad
26 de abril de 2012

Las idas y vueltas de la ciencia. Emigración de científicos y políticas públicas en Argentina

Prof. María Paz LOPEZ

La movilidad internacional constituye una práctica intrínseca al ámbito de la ciencia, ya sea por la propia dinámica de formación de los recursos humanos dedicados a las actividades científicas como por la naturaleza de los procesos de investigación y difusión característicos de la producción de conocimiento. De esta manera, resultan prácticas científicas usuales las estadías de formación y perfeccionamiento en el exterior o el intercambio de resultados entre los investigadores de distintos países en reuniones científicas internacionales.

Ahora bien, la movilidad científica a través de las fronteras comienza a representar un problema para los países emisores de personal calificado cuando las estadías en el extranjero se vuelven permanentes y cuantitativamente numerosas, es decir, cuando los científicos movilizados se establecen en otros países de manera definitiva para ejercer allí su profesión y cuando dicho tipo de migración alcanza cifras significativas para los países emisores.

Entre las causas de la emigración científica en Argentina se encuentran las persecuciones ideológicas y políticas llevadas a cabo por los regímenes de facto denominados “Revolución Argentina” (1966-1973) y “Proceso de Reorganización Nacional” (1976-1983), los cuales produjeron el exilio masivo de intelectuales argentinos. Otra de las causas se halla constituida por la inestabilidad económica y social. Así, la profunda crisis vivida por la sociedad argentina entre los años 2001 y 2002 ocasionó la partida masiva de científicos en busca de oportunidades laborales en el extranjero. Asimismo, es posible identificar otras causales de la emigración científica argentina, como es la presencia de modelos socio-económicos generadores de una escasa demanda de conocimientos científicos y tecnológicos nacionales e “importadores” de tecnologías y conocimientos científicos extranjeros. Tal es el caso del modelo socio-económico neoliberal característico del período comprendido entre 1989 y 1999.

Dichas situaciones de expulsión de recursos humanos calificados propias de Argentina, se han visto agravadas por la presencia, en el ámbito internacional, de políticas de inmigración selectiva, implementadas por países de mayor desarrollo industrial, científico y tecnológico, cuyo objetivo ha sido atraer al personal calificado de distintas partes del mundo para sus respectivos sistemas de ciencia, tecnología e innovación. Más allá de estas políticas específicas, las mejores condiciones de vida y trabajo existentes en los países de mayor desarrollo han actuado como un factor de atracción para los científicos argentinos, y de los países de menor desarrollo industrial, científico y tecnológico en general. De esta manera, Estados Unidos y Europa occidental se han constituido en los principales destinos de los científicos argentinos.

Algunos especialistas han estudiado las consecuencias negativas de la emigración científica para los países emisores, denominando a este fenómeno “fuga de cerebros”. En este sentido, se ha destacado la pérdida que representa la emigración científica, al menos en dos sentidos: en primer lugar, porque la formación de base de los recursos humanos, financiada por el país de origen, es “apropiada” por el país receptor sin ningún tipo de retribución a cambio; en segundo lugar, porque los aportes que dicho personal científico podría haber realizado al país de origen a partir del desarrollo de sus tareas, los está realizando para otra nación, generalmente de mayor desarrollo relativo, reforzando las desigualdades internacionales existentes en materia de capacidades científico-tecnológicas y de industrialización.

Otros especialistas han sabido resaltar “el vaso medio lleno” de la cuestión, indicando que los científicos emigrados pueden constituirse en un recurso importante para el país de origen, siempre y cuando se logren conformar redes de colaboración con los científicos emigrados para circular información, tecnologías, recursos humanos y financiamiento. En este caso, se ha propuesto la denominación “ganancias de cerebros” o “diáspora intelectual”.

La preocupación existente en el ámbito académico y político lleva a preguntarse acerca de por qué la emigración científica constituye una problemática. La respuesta a este interrogante se halla constituida por la conexión existente entre producción de conocimiento, formación de investigadores y desarrollo. Es decir, con un énfasis cada vez mayor se reconoce la importancia que presenta la producción de conocimientos científicos y tecnológicos en distintas esferas de la sociedad, como la economía, la salud, la educación, la cultura, entre otras. Consecuentemente, resulta fundamental contar con personal dedicado a la producción de ciencia y tecnología en el país, a partir de la formación de nuevos recursos humanos, la mejora en las condiciones laborales de los investigadores formados, la constitución de redes de colaboración con coterráneos residentes en el exterior y la repatriación de científicos.

Si bien en Argentina la preocupación por la emigración científica data desde la primera ola emigratoria acontecida en 1966, a la vez que se encuentran algunas débiles propuestas de repatriación durante el regreso de la democracia al país en 1983, es en los últimos años cuando se registran las iniciativas más importantes en torno de esta problemática. Al respecto, cabe destacar el Programa RAICES (Red de Argentinos Investigadores y Científicos en el Exterior), creado en el año 2000 y relanzado en 2003, el cual se halla actualmente bajo la órbita del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva de la Nación, proponiéndose el fortalecimiento de las capacidades científicas y tecnológicas del país por medio de distintas líneas de trabajo que persiguen la re-vinculación con científicos emigrados así como también la repatriación de recursos humanos dedicados a la investigación, residentes en el exterior.

Por otra parte, cabe señalar que el programa RAICES se enmarca dentro de una política científico-tecnológica nacional más amplia, tendiente a jerarquizar la ciencia y la tecnología dentro del país. En este contexto, se destaca un aumento en el número de becas de formación doctoral, un incremento en las plazas disponibles para el ingreso a carrera de investigador del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET), una diversificación de las fuentes de financiamiento para el desarrollo de proyectos de investigación y un aumento del gasto público destinado a las actividades científicas y tecnológicas.

Aún cuando las iniciativas mencionadas anteriormente no apuntan de manera directa al problema de la emigración científica, contribuyen de manera indirecta a la resolución del mismo, al instalar en Argentina mayores posibilidades de inserción en el sistema científico-tecnológico nacional para los científicos emigrados así como también para aquellos recursos humanos que se están formando en el país, desincentivando su partida. Por supuesto, esto no significa desestimular el intercambio científico con pares del extranjero ni desalentar los viajes de formación y perfeccionamiento en el exterior, lo cual, como ya ha sido señalado, es una característica propia de la actividad de investigación.

Finalmente, cabe resaltar la situación de estabilidad política y recuperación económica que caracteriza al país desde el año 2003, de la mano de una apuesta hacia la industrialización y utilización de los conocimientos científicos y tecnológicos producidos en Argentina, la cual - con desafíos pendientes, por supuesto - actúa como otro factor de atracción y retención de los recursos humanos dedicados a las actividades científicas y tecnológicas.

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Prof. María Paz LOPEZ:
Profesora en Ciencias de la Educación; Integrante del Centro de Estudios Interdisciplinarios en Problemáticas Internacionales y Locales (CEIPIL), Facultad de Ciencias Humanas, UNICEN; Becaria de CONICET; Estudiante de Doctorado en Ciencias Sociales, UNLP.
Contacto: mpaz_lo [at] yahoo [dot] com [dot] ar