Sociedad
7 de marzo de 2013

La experiencia de la Biblioteca Popular de las Mujeres en Tandil

Prof. Liliana E. GIANNATASIO

La Biblioteca Popular de las Mujeres de la ciudad de Tandil es, además de una Biblioteca Popular, una organización civil creada para ser “un Lugar para la Voz de las Mujeres”.

Su objetivo es  visibilizar no sólo las producciones de las mujeres sino también las dificultades en el acceso a sus derechos, problematizar aspectos de nuestra cultura que generan estereotipos, desnaturalizar situaciones de opresión y sexismo y elevar las diversas voces de denuncia  ante casos de injusticia o vulneración de derechos.

El permanente trabajo de la BPM es el análisis de estas problemáticas desde la Perspectiva de Género, lo cual nos posibilita entender e intervenir en estas situaciones, particularmente en relación a mujeres y niñas pobres, que son quienes más padecen las consecuencias de la doble opresión.

Un poco de historia

El primer grupo de trabajo se creó en 1992, alrededor de lectura y discusión sobre los derechos de las mujeres y estuvo conformado por Poupee Cáceres Cano, Aurelia Pereyra, Norma Speranza y Matilde Rodríguez. Este grupo se llamó Pandora y tuvo desde el principio también la idea de generar una publicación que tratando estos temas  ampliara la comunicación con otras mujeres. También fueron las organizadoras de un encuentro regional de mujeres en 1993.

Yo me incorporé al año siguiente y en el pleno  auge de las radios FM, aprovechando que dos de las integrantes éramos locutoras, comenzamos un programa de radio todos los sábados  por la tarde llamado SIN MOLDES, un nombre que al comienzo era el del programa de radio y a posteriori pasó ser la denominación del grupo humano, allí se sumó Guillermina Berkunsky.

La experiencia fue riquísima ya que no sólo era la primera vez que se hablaba en un medio de comunicación local de violencia de género, acoso  sexual y/o laboral, derechos  sexuales y reproductivos, menopausia, embarazo precoz, aborto, abuso sexual sino que marcábamos también una línea en la elección de músicas e intérpretes que venían a enriquecer  los temas tratados, al cual se sumaban las oyentes.

Algunas  se declaraban feministas y otras sin reconocerlo lo eran; si aceptamos que el feminismo es la lucha por una sociedad sin jerarquías entre varones y mujeres y eso conlleva una praxis.

La primera sede de reunión fue El Hormiguero, en calle Paz 440, donde se atendían mujeres víctimas de violencia y se tomaban diferentes denuncias de distintos problemas. Allí se suma Patricia Londeix.  

En 1996 murió Poupee Caceres Cano y el vacío de su partida generó un cambio en las acciones del grupo. Su esposo nos legó toda su biblioteca personal y nos ayudó para alquilar un local que fuera centro de trabajo, documentación  y atención de mujeres que  comenzaban  a acercarse para recibir orientación o simplemente escucha. Es así que nos instalamos en uno de los locales de la galería El Patio en Sarmiento 721.

Ya entonces estaban integradas Ana Bobbio, Julia Valor, Luciana Ruiz entre otras.

Allí comenzó propiamente la tarea con  los libros y  el contacto con autoridades provinciales para ser reconocidas como una Biblioteca Popular;  también el activismo  para lograr que Tandil tuviera un Juzgado de Familia.

Con esa finalidad es que convocamos a la primera reunión para reclamar por  su creación, cuestión que ya había aparecido como necesidad en el Encuentro de Mujeres del Sudeste Bonaerense  organizado en 1998 por la BPM que en esa época llevaba el nombre de Poupée. 

La siguiente sede, durante varios años fue un amplio local en Rodriguez 291, donde nos dedicamos tanto a tareas administrativas y  específicas de biblioteca como a desplegar  acciones sociales y políticas, sobre todo en fechas como el 8 de marzo (día internacional de la mujer), el 28 de mayo (día por la salud de las mujeres) el 28 de setiembre (día por la despenalización del aborto), 25 de noviembre (día contra toda forma de violencia hacia la mujer), 1 de diciembre (día de lucha contra el Sida) entre otras. Salimos a la calle para visibilizar todas estas problemáticas, que hoy  celebramos sean  llevadas adelante también  por otras agrupaciones.

Lamentablemente en 1999 el grupo se dividió, quedando algunas con el nombre  SIN MOLDES  y otras en el mismo local y con la biblioteca que entonces recibió su nombre definitivo y que  hoy porta  como bandera “Biblioteca Popular de las Mujeres: un Lugar para la Voz de las Mujeres”.

Finalmente nos trasladamos a nuestra ubicación actual, en instalaciones de un predio de la Universidad Nacional del Centro, Loberia 750,  resultado de la necesidad de una biblioteca en ese barrio y el reconocimiento que la UNICEN nos dio como biblioteca especializada en cuestiones de género. También y con el tiempo, no sólo la BPM ha sido reconocida por  la Dirección de Bibliotecas de la Provincia de Bs. As., sino  también por el Municipio de Tandil y  por  la Comisión Nacional de protección  de Bibliotecas Populares  de las Nación (CONABIP) Esto  nos  permite tener una bibliotecaria con atención al publico diariamente y la compra de material bibliográfico.

Acciones

Desde el inicio nos propusimos trabajar con nuestras congéneres en la difusión de los derechos que nos asisten y exigir al Estado las políticas públicas que garanticen el cumplimiento de esos derechos,  ya que  a partir de la última Reforma Constitucional (1994) fueron incorporados Tratados y Convenciones  Internacionales que obligan a los Estados firmantes a incorporar a sus legislaciones no sólo reconocimiento de derechos sino acciones para  eliminar todo tipo de violencias hacia las mujeres.

Es por eso que propusimos en  2002  al Ejecutivo Municipal de Tandil la  creación  de un Área de las Mujeres y un Foro que trabajara en forma conjunta para elaborar políticas desde una perspectiva de género. Esto se logró por Ordenanza Nro. 8655 y   aun cuando nos falta mucho para que los objetivos que planteábamos  se cumplan, funciona el Area municipal de la Mujer, hoy coordinada por una integrante de la BPM.

Lo mismo ocurrió con la Cátedra de la Mujer, implementada durante 2005-2007 junto a concejales como Graciela Rodriguez  y  Nilda  Fernández con la  participación de la UNICEN que permitió durante  2  años la realización de talleres a partir de las clases  magistrales de reconocidas luchadores, académicas y  profesionales en la materia, abiertos a todo público.

En 2010 y ante la contradicción planteada por una Ordenanza Municipal que permitía la habilitación de comercios con oferta sexual y la vigencia de la ley  Nacional Nro. 12337 que los prohibe,  propusimos al Ejecutivo municipal reelaborar esa Ordenanza  Luego de un trabajo junto al municipio y otras organizaciones, logramos que la nueva norma que lleva el  Nro. 8866 deje expresamente prohibido en todo el partido de Tandil el establecimiento de esos comercios bajo cualquier nombre que adopten.

Hemos convocado y salido a la calle  para manifestar y  visibilizar reclamos, denuncias, repudios,  y hemos propiciado reuniones con mujeres de distintos sectores, barrios, edades para discutir temas puntuales, con diferentes dispositivos. Desde  mirar y debatir películas hasta realizando talleres de sensibilización, encuestas, fiestas, etc.

Creamos otra sala de lectura en la Isla del Centro Náutico del Fuerte, la sala Laura en homenaje a Laura Lutzelschwab - Frechero luego de su muerte. Donde hemos realizado desde caminatas para mujeres hasta un encuentro anual de lectura de poesía escrita por mujeres en coincidencia con el 2 de febrero, día del nacimiento de Laura.

Durante casi 8 años sostuvimos activamente en el carnaval de la ciudad, la presencia de Murga Bruja, “la Voz Bruja de la BPM”, mediante la cual logramos instalar estos temas en la calle y en grupos carnavaleros.

Trabajando en red

La Biblioteca se ha integrado desde el principio a redes que trabajan con esta problemática. Es así que se hicieron convenios de trabajos  con CONDERS  para evaluar políticas de salud sexual y reproductiva,  se tiene permanente comunicación con la Red de Monitoreo de Políticas Publicas de la Pcia de Bs. As, con la red PAR (por una comunicación no sexista) con la Comisión Nacional  por la Despenalización del aborto, con la Red No a la Trata entre otras.

A nivel local hemos realizado trabajos con Talleres en Manos abiertas, Mailen, CIC Tunitas,  bibliotecas y centros de salud, escuelas y organizaciones barriales e integramos el Foro por la Promoción y Protección de los Derechos de las mujeres de nuestra ciudad.

Es justo decir también que una amplia red de amigos y amigas contribuyen al sostenimiento  y trabajos de nuestra Institución.  

Seguimos formándonos en cada Encuentro Nacional de Mujeres al que asistimos, en cada Congreso, Jornada o Capacitación y seguimos apostando a que las mujeres puedan vivir una vida sin violencias (físicas, psicológicas, sexuales, económicas, obstétricas, emocionales, mediáticas y otras); en igualdad de condiciones con los varones, (en las tareas de crianza y sostén de la familia, en la remuneración de los trabajos, en la formación profesional, en el acceso a la justicia) y con pleno ejercicio de sus derechos.

Somos conscientes y celebramos que se han obtenido avances, reivindicaciones  y leyes en ese sentido, parte  la tarea que está pendiente y debemos abordar es: monitorear el cumplimiento de  esas normas, exigir la formación y capacitación de  los/las agentes del Estado y trabajar en nuevas pautas culturales que nos hagan reconocer que los derechos de las mujeres son derechos humanos y que no podemos hablar de plena democracia cuando una gran parte de la sociedad no goza de iguales derechos o su voz  no es escuchada.

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Prof. Liliana E. GIANNATASIO:
Prof. de Historia (UNICEN), Co- fundadora del grupo Sin Moldes, Co-fundadora de Biblioteca Popular de las Mujeres.            
Contacto: ligianna [at] live [dot] com [dot] ar