Historia | Relaciones Internacionales
26 de marzo de 2012

Islas Malvinas: 179 años de usurpación. Aclaraciones necesarias

Mag. Oscar MASTROPIERRO

Este año 2012 es sumamente significativo para tratar el tema de las Islas Malvinas, Georgias del Sur y Sandwich del Sur. Esta jerarquía está dada por dos motivos. Uno porque se cumplen 30 años de un conflicto bélico que no tendría que haberse llevado a cabo. Los aniversarios terminados en cero significan un cambio de década y los hacen más trascendentes. Pasa con cumpleaños, aniversarios, etc. Lo mismo ocurre con hechos históricos relevantes. Este es uno de ellos.

El segundo motivo de trascendencia, es la escalada de tensión que el tema ha tenido en estas últimas semanas del presente año. Hay un aumento de la tensión entre las partes involucradas, no por accionar del gobierno argentino, creo, sino por las declaraciones y actitudes originadas en el Reino Unido y en las mismas islas.

Estos días serán testigos de artículos de opinión, declaraciones, notas periodísticas y diferentes eventos, donde muchas veces no se utilizan los términos adecuados o los dichos no se ajustan a la realidad y que se prestan a la confusión sobre lo que se está evocando. Por ello me parece conveniente aclarar ciertos puntos. 

Una confusión habitual está referida a las fechas. Es necesario aclarar que el 2 de abril es el Día del Veterano y de los Caídos en la Guerra de las Malvinas, debido a que en 1982 se produjo la recuperación, aunque por 74 días, de las Islas Malvinas. El 10 de junio es el Día de la Reafirmación de los Derechos Argentinos sobre las Islas Malvinas, Islas del Atlántico Sur y Sector Antártico. El motivo se debe a que en 1829, una figura muy emparentada con Tandil, el Brigadier General Martín Rodríguez, siendo gobernador interino de la provincia de Buenos Aires, creó la “Comandancia Política y Militar de las Islas Malvinas y las Adyacentes al Cabo de Hornos en el Mar Atlántico”, designando como gobernador a don Louis Vernet. Días después, el 14 de junio, ocurre la caída de Puerto Argentino de 1982. Aquí nuestro país no tiene nada para conmemorar ya que marca la rendición de nuestras fuerzas armadas en el conflicto antes mencionado. Es decir que el 10 y el 14 de junio son dos fechas que no deben ser confundidas a pesar de su cercanía. En mi opinión personal, el conflicto armado no terminó el 14 de junio, ya que no fue la última acción militar británica. El 20 de junio de 1982, fecha completamente ignorada, un buque de guerra británico, desalojó por la fuerza a los 10 científicos civiles argentinos que se encontraban en las Islas Sandwich del Sur, en la estación científica Corbeta Uruguay, cumpliendo tareas específicas de estudios sobre el clima, el medio ambiente, fauna y flora marina antártica, etc.

Finalmente, el 20 de noviembre es el Día de la Soberanía Nacional, consecuencia de la batalla de Vuelta de Obligado, donde fuerzas argentinas se enfrentaron a buques británicos y franceses en el río Paraná, quienes intentaban terminar con el bloqueo que el gobierno de Buenos Aires imponía al libre comercio pretendido por los extranjeros involucrados y que iba en contra de la decisión de la nación.     

Otra aclaración necesaria se refiere al comienzo del conflicto por las Islas Malvinas. Si bien se pueden mencionar diferentes hechos ocurridos en las islas en la etapa colonial entre españoles, franceses e ingleses, el conflicto por las Islas Malvinas entre la Argentina y el Reino Unido no comenzó hace 30 años, es decir, el 2 de abril de 1982. El conflicto comenzó realmente el 3 de enero de 1833 cuando una nave de guerra británica, la corbeta Clío, atacó Puerto Soledad, pequeño poblado habitado por argentinos bajo el mando de Vernet y que fueron desalojados por la fuerza. Allí está la raíz del problema. Allí está la verdadera usurpación. Allí comienza la ocupación ilegal de las islas y la llegada de una población implantada, llevada de diferentes lugares del imperio británico. Extranjeros introducidos ilegalmente en territorio argentino y que 179 años después se consideran dueños de esas tierras.

De la misma manera se debe aclarar el muy utilizado e inadecuado término “invasión” para referirse al 2 de abril de 1982, mencionado, lamentablemente, por muchos medios de nuestro país. Una cosa debe quedar clara: la verdadera “invasión” realizada a las Islas Malvinas fue la ocurrida el 3 de enero de 1833. No hubo invasión el 2 de abril de 1982 por parte de la Argentina. Nuestro país recuperó un territorio que le fuera arrebatado 149 años antes. Sí considero que la Argentina equivocó el método utilizado. No se puede aceptar la guerra bajo ningún punto de vista. Ninguna guerra vale la vida de un solo hombre. Nuestro país debería haber continuado la vía diplomática, que con éxito se venía aplicando a través de la Resolución 2065 de las Naciones Unidas desde 1965 y por los Acuerdos de Comunicaciones de 1971. No se invade lo que es propio, se lo recupera, se vuelve a tener propiedad o soberanía sobre el espacio arrebatado por la fuerza. 

Tampoco deben quedar dudas que el conflicto es bilateral. El problema es entre la Argentina y el Reino Unido. Los isleños no deben participar en las negociaciones. La ONU en ese sentido ha sido muy clara a través de la mencionada Resolución 2065 y de todas las declaraciones efectuadas por el organismo a través de la Asamblea General y del Comité de Descolonización. En las Islas Malvinas no corresponde aplicar el derecho de autodeterminación. Como se dijo, es una población implantada en 1833, por ello no pueden ser árbitros en un conflicto entre su propio país y otro estado. Hasta 1982, Gran Bretaña no reconocía que fueran británicos porque los consideraban ciudadanos de un territorio dependiente de la corona; y eso cambió en 1983, después de la guerra. Hoy, la ley británica dice lo mismo que la Argentina: que son británicos, igual que los londinenses. Por lo tanto allí no hay una identidad distinta, ni un pueblo distinto que pueda tener derecho a la autodeterminación, porque son parte del pueblo británico.

Creo que los párrafos anteriores son aclaraciones necesarias para quitar las imprecisiones y las confusiones que muchas veces el discurso genera. Donde no deben quedar dudas en el justo reclamo por parte de nuestro país. Probablemente las Islas Malvinas no serán recuperadas en el corto plazo y muy probablemente tampoco en el plazo intermedio. Cualquier solución a la disputa de soberanía, deberá ser forzosamente a largo plazo, negociando muy pacientemente, con firmeza y dignidad, sin pretender acelerar los tiempos con fines políticos internos, obligando a un trabajo continuo, sin intermitencias y discreto, aunque sin dejar de transmitir a los británicos nuestra honda convicción de la propiedad de las Malvinas.

También se debe responder a la implacable coherencia británica, con más coherencia de nuestro lado, con gran profesionalidad, tal como se actuó antes de la guerra de 1982, lo que significa no flaquear ni dar sensación de debilidad en el reclamo. Para ello debemos apoyarnos en la estrategia edificada pacíficamente en las Naciones Unidas primero y en el apoyo de la región en los últimos años, y utilizar nuestra capacidad de influir en Londres.

Es preciso seguir llevando el tema a cada foro internacional que sea posible y lograr allí el amplio reconocimiento sobre el reclamo argentino. Esto ha sido exitoso a nivel regional. Ahora se lo debe llevar a nivel global, para que ha ningún país del mundo le queden dudas sobre los legítimos derechos argentinos sobre las islas del Atlántico Sur.

© Todos los derechos reservados.

Mag. Oscar MASTROPIERRO:
Profesor de Geografía (UNICEN). Magíster en Relaciones Internacionales (UNICEN). Docente de la Licenciatura en Relaciones Internacionales, Facultad de Ciencias Humanas, UNICEN. 
Contacto: oscarmastropierro [at] gmail [dot] com