5 de julio de 2016

Historia de la ciencia del suelo en la Argentina: ¿una perspectiva de 200 años?

Dra. Silvia MESTELAN y Ing. Agr. Noelia RAMOS

La pregunta del título refiere a que en verdad, volviendo al momento de la independencia argentina, la mayor proporción del conocimiento de los suelos de nuestro país era parte del saber hacer de los pueblos originarios que practicaban agricultura de subsistencia. Los viajes de los naturalistas que surcaron el territorio nacional entre 1830 y 1880 también aportaron algo de luz al entendimiento del paisaje, los suelos y las posibilidades de generar alimentos y otros recursos de los moradores de diferentes regiones. Sólo luego de la migración promovida por la Generación de 1880, que incorporó a nuestra base española y criolla a italianos, franceses y suizos, entre otras etnias, fue que la agricultura se expandió y promovió, sobre todo en la feraz Pampa Húmeda.

Entonces, el conocimiento de los suelos estuvo motivado hacia fines de 1800 en la necesidad de introducir y domesticar especies vegetales, y vincular las propiedades de los suelos con su capacidad productiva. Hacia 1930-1940 se agregó a este entramado el conocimiento de la respuesta de los suelos al riego en áreas del territorio nacional desarrolladas con esta tecnología. La desertización que golpeó la región semiárida en la década de 1950 motivó a estudiar y mapear suelos por su susceptibilidad a la erosión; posteriormente el mapeo de suelos de la región Pampeana, liderado por el INTA (Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria), se apoyó en la necesidad de una fuerte reforma impositiva. A todo esto, en la misma línea de tiempo (1850-1950) gran parte del basamento de los estudios de suelos fue establecido en América y Europa, definiendo dos escuelas de estudios de los mismos con algunas diferencias marcadas.

En Argentina, entonces, entre 1930 y 1950, se comenzó a producir un volumen importante de conocimiento referido a los suelos, producto de los estudios realizados por profesionales y técnicos de organismos públicos nacionales y provinciales. Es también el momento en que el número de profesionales del ámbito académico dedicados a esta disciplina comienzan a aumentar, lo que hizo necesario la vinculación de los especialistas entre sí, para poder así discutir, publicar y divulgar el conocimiento generado.

Frente a esta realidad, surge la Asociación Argentina de la Ciencia del Suelo (AACS),creada luego de la primera Reunión de Suelos celebrada en el país en 1950. A partir de aquí, la mayor parte de la producción referida a suelos es concentrada en los múltiples congresos y reuniones nacionales e internacionales realizados en nuestro territorio. En sus albores, la asociación contaba con 35 asociados, superando actualmente los 600 asociados, entre los que se encuentran técnicos, productores agropecuarios y empresas relacionadas al sector que promueven el estudio y difusión del conocimiento sobre los suelos originado en el país.

A través de los anales de la historia de AACS es posible observar la prevalencia de ciertas áreas temáticas dentro de la disciplina; es así que al principio los estudios sobre física-química y mineralogía predominan sobre otros, lo que permitió desarrollar estudios de génesis, clasificación y cartografía de suelos en tiempos de mapeo intensivo, y de tecnología de suelos (Conservación y Manejo de Suelos, denominación actual), mientras que a partir de1980 se intensificaron los trabajos en Biología y Fertilidad de suelos. Actualmente, el estudio de los suelos se ha enriquecido gracias al desarrollo de herramientas informáticas, generando así nuevas formas de trabajo entre disciplinas antes no contempladas, como por ejemplo, el Sensoramiento Remoto y los suelos, lo cual dio lugar a la agricultura de precisión y el mapeo digital de suelos. Avances en herramientas físicas y químicas (sonda de rayos x, aplicación de isótopos estables y resonancia magnética nuclear a estudios de materia orgánica, uso de plasma acoplado inductivo para composición elemental, tomografía computada para estudios de porosidad, etc.) también han permitido explorar otras dimensiones de los suelos.

En estos 200 años los suelos han tenido gran importancia en la historia argentina. Además de ser objeto de estudio, son testigos silenciosos que marcan y recuerdan que son la base no sólo en la cual nuestros pies se asientan, sino de una gran parte de nuestra cultura como argentinos.

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Dra. Silvia MESTELAN:
Doctora en Ciencia del Suelo. Grupo de Edafología Agrícola, Directora Laboratorio de Análisis de Suelos, Centro Regional de Estudios Sistémicos de Cadenas Agroalimentarias (NACT CRESCA) , Facultad de Agronomía, UNICEN.
Contacto: mestelan [at] faa [dot] unicen [dot] edu [dot] ar
Ing. Agr. Noelia RAMOS:
Edafología Agrícola, Facultad de Agronomía, UNICEN.
Contacto: mramos [at] faa [dot] unicen [dot] edu [dot] ar