Facebook: “El fenómeno comunicacional”
El interés de estar “conectados”, los unos con los otros, siempre han sido una idea recurrente en la historia de la humanidad, la relación con “el otro” es una demanda constante, no podemos sobrevivir si no nos nutrimos socialmente. La distancia fue hasta la década del 70 el peor enemigo para establecer redes sociales globales.
El origen de Internet y su posterior desarrollo en torno a las herramientas de comunicación global, disiparon los fantasmas de la distancia como variable de negación en la construcción de redes social a nivel mundial; el correo electrónico, los foros y las páginas web, comenzaron con el trabajo de relacionarnos o en sus prístinos momentos, proponiéndonos ponernos en contacto sin que las distancias afecten nuestros deseos de comunicarnos en forma rápida y eficiente.
Es cierto que la aparición de las redes sociales “digitales” (en la web) se tomó su tiempo para colonizar el ciberespacio; alrededor de 2001 y 2002 surgen los primeros sitios que fomentan redes de amigos. Hacia 2003 se hacen populares con la aparición de sitios tales como Friendster, fundado en Mountain View, California, Estados Unidos por Abrams Jonathan en marzo de 2002) y Myspace, desarrollado por Tom Anderson y Chris DeWolfe. Muy rápidamente algunas empresas ingresan a las redes sociales; dos años después Google lanza Orkut, junto a estos desarrollos emerge Facebook, creado por Mark Zuckerberg y fundado por Eduardo Saverin, Chris Hughes, Dustin Moskovitzy y Mark Zuckerberg configurándose el calidoscopio de redes sociales en internet.
El objetivo de estos emprendimientos digitales se focalizaba en generar nuevas formas de ampliar las redes sociales analógicas, donde el usuario pudiera compartir sus redes con sus amigos y hacerlas públicas, variando la forma de compartir los perfiles e información según los objetivos del sitio, desde redes profesionales hasta amistades, aficiones, etc.
En la actualidad la telefonía móvil y la aparición de los smart phone se conjugan con las redes sociales generando un contacto full time, donde la importancia de la “hiperlocalidad” se configura como una variable preponderante en las estructuras comunicacionales desarrolladas en los entornos telemáticos. Estar en contacto con los amigos, saber lo que “piensan” (¿qué estás pensando?), que están haciendo en cada momento, compartir fotos, vídeos, sentimientos, son algunas de las numerosas posibilidades que nos ofrecen las redes sociales.
Según Google Facebook.com es la página web más visitada del mundo; Facebook se configura como la red social que domina el ciberespacio, presentándose como una empresa con un valor estimado de cien mil millones de dólares, y más de 600 millones de usuarios registrados, es superior a la población mundial estimada en el siglo XVII, o visto con otros términos, una de cada trece personas en el planeta usa sus servicios; excede por lejos a toda la población europea, y a los habitantes combinados de Estados Unidos y Rusia. El rango etario de los usuarios van desde los 13 (edad mínima para poseer una cuenta) hasta los 64 años. El usuario promedio tiene unos 130 amigos, y genera unos noventa post de contenido por mes; si multiplicamos este dato por la cantidad de usuarios, indudablemente estamos ante un espectacular volumen de datos.
La realidad que presenta hoy Facebook indiscutiblemente nos muestra una aplicación con una identidad propia, con una presencia tangible tanto en la Web como en las vidas de sus usuarios.
En ese contexto se consolida esta nueva etapa de la comunicación global conocida como Web 2.0, siendo las redes sociales, entendidas en sentido amplio, el máximo exponente de un fenómeno que ha trascendido ya la retórica posmoderna del cambio de versión informática que la viera nacer.
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