Sociedad
15 de julio de 2015

El suelo y las enfermedades de las plantas

Ing. Agr. (M. Sci.) Liliana MONTERROSO

Las enfermedades de las plantas constituyen una de las principales limitantes del rendimiento de los cultivos en el mundo, éstas son causadas mayoritariamente por hongos, bacterias y virus, estos microorganismos son llamados fitopatógenos.

La existencia en el mercado de materiales genéticos de elevado potencial de rendimiento, junto a prácticas de manejo tendientes a expresar dicho potencial,  nos coloca ante un escenario con cultivos con alta productividad. En algunos casos, con mayor predisposición al ataque de fitopatógenos y por lo tanto con riesgo de presentar una reducción de rendimiento ante la aparición de enfermedades. Para evitar estos problemas se debe conocer la biología de los cultivos y de los patógenos así como las condiciones ambientales predisponentes para que las enfermedades se manifiesten.

Dentro de los integrantes de la microflora del suelo, se encuentran algunos organismos  fitopatógenos. Estos pueden reducir el rendimiento y la calidad de los cultivos. Pueden sobrevivir por varios años en el suelo a través de diferentes estructuras de resistencia. Las enfermedades que ocasionan son complejas de predecir, detectar y diagnosticar.

Los fitopatógenos de suelo pueden ocasionar diferentes tipos de enfermedades, entre los síntomas mas comunes se encuentran la podredumbre de semillas, el ahogamiento de plántulas, podredumbres de raíces y tizones, además pueden también ocasionar enfermedades en órganos aéreos.

Estos patógenos pueden dividirse en los habitantes del suelo con habilidades para sobrevivir por largo tiempo (estructuras de resistencia como clamidosporas y esclerocios) y los que pueden sobrevivir transitoriamente como saprófitos en materia orgánica en descomposición.

Muchos factores pueden influenciar la actividad de los patógenos de suelo: el tipo de suelo, el pH, la humedad, la temperatura y los nutrientes. El hombre, a través de las prácticas culturales de cultivo puede generar acciones que favorezcan el desarrollo o la disminución de la ocurrencia de enfermedades, por ejemplo al fraccionar, mover, incorporar restos de cultivo infectados y en consecuencia redistribuir los patógenos al rotar los cultivos. La rotación de los cultivos es un método para reducir los propágulos de patógenos necrótrofos en el suelo, y por lo tanto, representa una alternativa de control para este tipo de enfermedades.

Los patógenos de suelo comparten el ambiente con otros organismos y compiten con ellos por recursos. Además muchos otros microorganismos del suelo son directa o indirectamente antagonistas de los patógenos; directamente por competencia por el sitio, o cuando un microorganismo parasita a otro, e indirectamente a través de la generación de sustancias tóxicas. Cuando un suelo tiene una alta proporción de microflora antagonista de patógenos, se lo denomina suelo supresor.

Las bacterias antagonistas  de patógenos vegetales reducen la infección, éstas son muy estudiadas por contribuir a la disminución de las enfermedades de las plantas. La supresión esta asociada a la liberación de toxinas bacterianas. Por ejemplo Pseudomonas fluorescens ha sido ampliamente estudiada como una bacteria que es supresora de hongos fitopatógenos de suelo que ocasionan severas enfermedades como los géneros Rhizoctonia, Fusarium, Gaeumannomyces, Thielaviopsis, Phomopsis, Aphanomyces y Pythium.

El establecimiento de bacterias antagonistas en la rizosfera está controlado por múltiples factores. Las plantas son el factor principal de la determinación de la estructura de la comunidad microbiana, éstas proveen carbono y fuentes de energía a la microbiota del suelo a través de los exudados radicales formando un ambiente único para la colonización bacteriana en el suelo que rodea las raíces. La variación en la composición de éstos exudados que ocurren en diversas comunidades vegetales puede alterar la abundancia, composición y actividad de los microorganismos del suelo. Las bacterias antagonistas reducen la presión de inóculo del patógeno e indirectamente incrementan los rindes potenciales.

Estrategias para el control de los patógenos del suelo

El manejo de las estrategias para el control está directamente relacionado con el conocimiento de la biología del patógeno, de la planta hospedante y de las condiciones ambientales.

El correcto diagnóstico de la enfermedad, la evaluación de los daños al cultivo (incidencia y severidad) y de las pérdidas potenciales de rendimiento se tienen en cuenta para implementar las medidas de control.

La rotación de cultivos, el uso de variedades resistentes o tolerantes, el uso de semilla sana, el monitoreo de los cultivos y en caso de ser necesario el uso de productos fitosanitarios, son prácticas de manejo integrado que deben ser efectuadas por un profesional Ingeniero Agrónomo, en el marco de las buenas prácticas agrícolas para el manejo sustentable de los sistemas agropecuarios.

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Ing. Agr. (M. Sci.) Liliana MONTERROSO:
Profesora de Fitopatología Facultad de Agronomía UNICEN. Centro de Investigaciones sobre Sistemas Agronómicos Sustentables (NACT CIISAS).
Contacto: lilianam [at] faa [dot] unicen [dot] edu [dot] ar