Sociedad
15 de julio de 2015

El rol que juegan los suelos en la mitigación del cambio climático

Dra. Silvia MESTELAN y Ing. Agr. (MSc) Alberto Jorge SFEIR

El cambio climático global, hace referencia a un cambio lento y paulatino del clima terrestre, tal como lo expresa H.T. Houghton  en el libro ¨The Science of Climate Change: Contribution of Working Group I. Intergovernmental Panel on Climate Change¨. Es consecuencia del calentamiento de nuestra atmósfera iniciado con el advenimiento de la era industrial en el siglo XIX, que implicó un aumento de los niveles de dióxido de carbono en la atmósfera como consecuencia del uso de combustibles fósiles, ya sea para generar energía eléctrica, para el desarrollo de procesos industriales, para el funcionamiento de máquinas accionadas por motores a combustión o para el transporte, y por cambios en el uso de la tierra, responsabilizándose a la agricultura en parte por estos incrementos. El dióxido de carbono funciona como un gas de efecto invernadero (GEI), que absorbe parte de la energía solar y la reirradia a la atmósfera, y tiene una vida media elevada en la misma.

¿Cuál es la conexión entre el dióxido de carbono, el suelo y la agricultura?

El dióxido de carbono atmosférico puede ser tomado por las plantas a través del proceso de fotosíntesis, pasando a construir biomasa vegetal. Estos organismos vivos, como consecuencia de la respiración celular devuelven dióxido de carbono a la atmósfera. Ambos procesos ocurren al mismo tiempo. Cuando los vegetales mueren, y llegan sus residuos al suelo, la fauna del mismo y los hongos y bacterias que habitan en él se encargan de descomponerlos; en parte reutilizan esqueletos moleculares con carbono para su propia estructura, y en parte para respirar, y así liberan una parte como dióxido de carbono a la atmósfera (actuando así el suelo como fuente de GEI). La muerte de parte de estos organismos, y las sucesivas reacciones de descomposición de los residuos también contribuyen a devolver formas del carbono de mayor complejidad estructural que se estabilizarían, es decir, no estarían fácilmente disponibles para nuevas reacciones de descomposición (el suelo funcionaría como destino de GEI ó ¨secuestraría¨ carbono). Estas formas más estables de carbono son las que conocemos como materia orgánica del suelo.

El tipo de vegetación que presenta un suelo, la cobertura y productividad que la misma logra, influyen fuertemente en el balance entre los roles de fuente y destino de GEI en el suelo. Aquí es donde entran las decisiones humanas acerca del uso de la tierra: por ejemplo, si un suelo naturalmente puede sostener una foresta, o hay un humedal, deforestar o drenar un humedal para hacer agricultura normalmente no conduce a sostener coberturas del suelo y productividades equivalentes a la del ecosistema original en el largo plazo, y una parte del carbono es aportado a la atmósfera como dióxido de carbono. Asimismo, otros disturbios generados por la agricultura como la labranza, la quema, y otras actividades, como el uso de fertilizantes, no conducen a lograr los mejores escenarios para el secuestro de carbono, y son en sí mismos fuentes de GEI, al usar también combustibles fósiles para la ejecución de labores o la síntesis de fertilizantes.

Existen otras cuestiones a considerar, y es que la agricultura como actividad puede presentar variantes en cuanto a la tecnología y las prácticas que utiliza. La labranza cero o siembra directa, y la agricultura conservacionista, en general, se presentan como las alternativas más equilibradas desde el punto de vista del balance de GEI.

Más allá de todo lo expuesto, la agricultura no es el principal aportante de GEI, pues principalmente debemos el incremento de los mismos a la actividad industrial basada principalmente en el uso de combustibles fósiles. En cambio, la agricultura conducida en el entorno de las buenas prácticas, puede ayudar a secuestrar parcialmente el carbono generado por la misma, y a mitigar parte de las emisiones generadas por la industria.

¿Es el dióxido de carbono el único GEI?

El dióxido de carbono no es el único GEI, y no es el único que tiene una dinámica relacionada con el suelo y las actividades agropecuarias, pues es acompañado por el metano, que procede de los humedales, de los arrozales y del eructo de los rumiantes, y los óxidos nitrosos, que tienen su origen también en humedales y en el suelo.

Otros procesos relevantes que ocurren

El cambio climático global está asociado a un progresivo calentamiento  por efecto del incremento en la concentración de GEI, que afecta directamente al ciclo del agua, y consecuentemente al suelo, aún por efecto directo de las modificaciones de su temperatura.

El cambio en el uso y manejo del suelo genera una acción directa e indirecta sobre el calentamiento global a través de procesos que involucran principalmente a la mineralización de materia orgánica, la compactación generalizada por tránsito indiscriminado, la deforestación, y la reducción de áreas de pastizal.

Del mismo modo, estos cambios muchas veces modifican sustancialmente, propiedades físicas del suelo que favorecen la disminución de la infiltración, el almacenamiento y la percolación del agua en el suelo y el aumento del escurrimiento superficial a lo largo del paisaje. Consecuentemente, se producen cambios relevantes en la distribución del agua en paisaje, restricciones en el ingreso y percolación del agua en las áreas altas e intermedias, y aumento en la circulación  hacia sectores más bajos y/o planos, en los que se presenta mayor acumulación superficial del agua, de manera más frecuente. En este sentido, el paisaje se comporta en forma más extrema, las sequías y las inundaciones  son más intensas y/o recurrentes. Este escenario está cada vez más generalizado y extendido.

Es tecnológicamente posible revertir todo este disfuncionalismo, y de este modo, invertir el sentido hacia la recuperación del agroecosistema e involucrarlo aún más en el ámbito del secuestro de carbono y de GEI, en un sentido amplio.

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Dra. Silvia MESTELAN:
Doctora en Ciencia del Suelo. Grupo de Edafología Agrícola, Directora Laboratorio de Análisis de Suelos, Centro Regional de Estudios Sistémicos de Cadenas Agroalimentarias (NACT CRESCA) , Facultad de Agronomía, UNICEN.
Contacto: mestelan [at] faa [dot] unicen [dot] edu [dot] ar
Ing. Agr. (MSc) Alberto Jorge SFEIR:
Profesor Titular Ordinario de Manejo y Conservación de Suelos, Facultad de Agronomía, UNICEN y Escuela de Ciencias Agrarias, Universidad Nacional de Chilecito .
Contacto: asfeir [at] faa [dot] unicen [dot] edu [dot] ar