Ciencia | Ecología
30 de septiembre de 2013

Ecosistemas peculiares: las lagunas pampeanas

Mg. Fabián GROSMAN

La baja pendiente de la llanura pampeana favorece la acumulación de agua superficial. Esta condición genera como característica del paisaje, la presencia de un sistema de drenaje anastomosado (1) de cursos de agua de bajo a mediano caudal y miles de ambientes denominados lagunas que otorgan a la región una impronta peculiar. Estos últimos humedales fueron utilizados como prestadores de diversos servicios ambientales no siempre valorados, entre los que se destacan: recepción de efluentes industriales y domiciliarios, pesca, deportes náuticos, goce del paisaje y la práctica de otras actividades recreativas. La especie emblemática de la pesca deportiva y comercial de la región considerada es el pejerrey, constituyendo un ícono de las pesquerías debido a su popularidad y demanda.

Desde ECOSISTEMAS se aborda, a través de diferentes proyectos, el estudio de las lagunas para que se conozcan y de manera conexa, reconocer su existencia, su dinámica, sus factores determinantes, sus usuarios reales y potenciales, sus bienes y servicios ecológicos, su fragilidad, su pertenencia e identificación con el paisaje folklórico pampeano, sus organismos constituyentes, sus relaciones tróficas (2) y sus vínculos con el ser humano. En definitiva, nuestro propósito es que sean consideradas un escenario natural propicio para lograr el acercamiento y respeto hacia la Naturaleza y sus diferentes formas de vida.

¿Qué es una laguna?

La característica clave de una laguna es la baja profundidad con las consecuencias que ello produce, como es el rol del fondo del ecosistema al aumentar proporcionalmente el contacto con la masa de agua; esto es determinante para ciclos biogeoquímicos y organismos vinculados en procesos de mineralización. Asimismo la baja profundidad posibilita al viento una constante acción de mezcla. Las lagunas constituyen espejos de agua de variada extensión y origen, de carácter temporario o permanente, la mayoría de alta productividad orgánica o eutróficas, sin estratificación térmica ni química. La baja profundidad produce una dinámica acelerada y fragilidad desde el punto de vista ecológico.

Es posible afirmar que existen miles de lagunas en la región, obviamente ante determinadas situaciones hidrológicas predominantes, las cuales son en definitiva, uno de los condicionantes del estado, estructura y funcionamiento de estos ambientes, incluso de su propia existencia. Las lagunas pueden secarse o “inundarse”, modificando sus características hidroquímicas y ecológicas en forma drástica.

Es posible afirmar que las lagunas poseen una enorme variabilidad temporal, dado que en forma inmediata reflejan el impacto de factores intrínsecos y extrínsecos tales como inundaciones, bajantes, marcadas oscilaciones de la salinidad, presencia de agroquímicos, introducción de especies, canalizaciones, sobrepesca, eutrofización, (3) colmatación o azolvamiento de la cubeta (rellenamiento y pérdida de capacidad de volumen), mortandades de peces y otros cambios estructurales y funcionales del ecosistema. Incluso existen modificaciones abruptas naturales, que demarcarían diferentes estados de equilibrio en los cuales la transparencia del agua puede ser máxima y visualizarse el fondo o ser muy escasa y sólo alcanzar unos pocos centímetros. Ello se vincula con el predominio de plantas vasculares y algas fitoplanctónicas, respectivamente. Y con ello, las redes alimenticias y flujos energéticos se modifican acorde a las condiciones, provocando abundancia o retrocesos numéricos de diferentes poblaciones o comunidades; pero en todos los casos, los seres vivos están adaptados a estas dispares circunstancias.

Son varias las incógnitas que continúan vigentes sobre las interrelaciones y grados de interdependencia entre los componentes del ecosistema, por lo que el modelo conceptual resulta incompleto para explicar satisfactoriamente la amplia dinámica y versatilidad de este tipo de ambientes.

La sociedad y las lagunas

Si bien las lagunas forman parte del paisaje pampeano y de una u otra manera el hombre se ha vinculado a las mismas bajo diferentes posicionamientos, se han producido cambios en la forma de accionar sobre este tipo de ambientes; ello es en relación a los factores culturales y modelos de desarrollo predominantes, vinculado a la situación socioeconómica y política de nuestro país, que producen una mirada diferente en la perspectiva del uso y accionar sobre las lagunas. En el otro extremo y en especial en aquellas lagunas con cierta inestabilidad de su masa de agua, quizá por negligencia, ignorancia o tentados por el mercado agropecuario, muchos productores buscan literalmente eliminar las lagunas a través de canalizaciones, cambiando la producción acuática por la terrestre con un importante modificación del paisaje. La situación se agrava obviamente en años de bajas precipitaciones.

Muchas veces se ignoran las funciones y beneficios ecosistémicos y el valor de los usos y servicios que brindan estos humedales, entre los cuales se destacan la preservación de la biodiversidad, la mitigación de eventos hídricos catastróficos, la regulación de ciclos hídricos, la extracción de vegetación y de recursos mineros, la provisión de alimentos y diferentes fines recreativos ligados a la pesca y a la caza. En este sentido y en un contexto generalista, las lagunas están siendo reconsideradas como generadoras de recursos alimenticios y económicos mediante la pesca de subsistencia, la pesca deportiva y la pesca comercial, el turismo, principalmente por parte de los habitantes, municipios y productores agropecuarios linderos, todos vinculados en forma directa a los ambientes. Es aquí donde una especie como el pejerrey se torna en la de mayor demanda, capaz de generar un movimiento social y económico de relevancia

El gran desafío de los gobiernos que buscan un desarrollo sustentable, es diseñar y aplicar un sistema de gestión capaz de fomentar y conciliar el crecimiento económico, la equidad social y la sustentabilidad ambiental. El reto de quienes trabajan con ecosistemas naturales frágiles como son las lagunas pampeanas, evaluando o administrando recursos, es adquirir y brindar conocimiento sobre la complejidad de los mismos y colaborar en la generación de herramientas de manejo adecuado. Es allí donde las Universidades y otros entes de investigación tienen un rol clave en la construcción y divulgación popular del conocimiento de estas verdaderas improntas de la región pampeana, como son nuestras lagunas.

Notas:

1. Anastomosado: se dice de cauces de reducido caudal, de recorrido, conectividad y
existencia variable acorde al periodo de seca o inundación.

2. Relaciones Tróficas: vínculos de tipo predación/presa que se producen entre
diferentes grupos de organismos. 

3. Eutrofización: indica procesos físicos, químicos y biológicos que ocurren en un cuerpo de agua superficial debido a la presencia excesiva de nutrientes. En las lagunas pampeanas esta propiedad puede ser de origen natural.
 

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Mg. Fabián GROSMAN:
Licenciado en Ciencias Biológicas, Magister en Gestión Ambiental, UNMdP. Profesor Adjunto, Facultad de Ciencias Veterinarias y Facultad de Agronomía, UNICEN, Investigador de ECOSISTEMAS, Grupo de Gestión de Ambientes Acuáticos Continentales.
Contacto: fgrosman [at] faa [dot] unicen [dot] edu [dot] ar