Sociedad
18 de octubre de 2013

Desafíos del envejecimiento poblacional, al inicio del nuevo milenio

Lic. David ZOLOTOW

El   Secretario General de Naciones Unidas, Ban Ki Moon con motivo del Día Internacional de las Personas de Edad, celebrado el 1 de octubre de 2013, escribió:

 “Para 2050, en los países desarrollados habrá el doble de personas de edad que de niños, y en los países en desarrollo está previsto que se duplique el número total de personas de edad. Esta tendencia tendrá consecuencias trascendentales tanto para los países como para los individuos.”

En 1950, en todo el mundo habían más de 210 millones de personas de 60 años y mas, en 2012 se estima en 810 millones, para el 2020 se estima llegará a 1000 millones y hacia el 2050, la cifra alcanzará los 2000 millones de personas mayores de 60 años. Para mediados de siglo se estima en un 25% de la población de Latinoamérica será mayor de dicha edad y la gran mayoría serán mujeres.

 “Existe un amplio reconocimiento de que el envejecimiento de la población constituye tanto una oportunidad significativa como un desafío. La oportunidad consiste en aprovechar las numerosas contribuciones que pueden hacer las personas de edad a la sociedad.”

El desafío es generar políticas sociales que posibiliten un envejecimiento digno, con protección y vigencia de  derechos promoviendo la inclusión social y la solidaridad intergeneracional. Teniendo en cuenta que el envejecimiento es un fenómeno universal, pero la forma de envejecer es particular y singular, no basta con políticas genéricas, que igualan y estandarizan a las personas sin tener presente la enorme diversidad que caracteriza el vivir-envejecer. Es necesario atender necesidades e intereses particulares ajustados a esas características.

En la Segunda Asamblea Mundial sobre Envejecimiento, realizada en Madrid, España en 2002, los casi 200 países participantes aprobaron el Plan Madrid, que establece tres prioridades, Personas mayores y desarrollo, Promover la salud y el bienestar en la vejez y Entornos favorables.

El desafio es achicar la diferencia entre la retorica y las acciones concretas.

El envejecimiento demográfico es un cambio en la estructura por edades, en la forma como están repartidos los individuos que componen una población. 

 En Argentina, de acuerdo a datos del INDEC, sobre una población total de 40 millones de habitantes, los mayores de 60 años  llegan en estos momentos al 15% de la población total. Para el año 2030 se estima que llegarán al 17,5 % con una población de 48 millones. En números significa pasar de 6.000.000 personas mayores en la actualidad a 8.550.000 ancianos en el 2030.

Cuando se habla de envejecimiento en términos demográficos, hay que tener en cuenta que una cosa es el envejecimiento de las personas y otra, el envejecimiento de la población, que es una situación  que afecta a todas las edades.

 Porcentualmente mientras que la población en Argentina aumentará casi un 60%, los mayores de 60 años crecerán en un 104%, y dentro de este sector, los mayores de 80 años se incrementarán en un 236%.

Esta explosión demográfica,  lleva a replantear el lugar de los mayores en la sociedad, preocupación no solo de los propios interesados, sino también de los futuros viejos, porque los adelantos científicos - tecnológicos posibilitan vivir más pero no necesariamente vivir mejor.

 El desafío es considerar a los mayores como un recurso social comunitario y no una carga que la sociedad debe sobrellevar.

En los últimos quince años han aumentado en forma significativa los programas universitarios para adultos mayores, los resultados de esta formación permanente han posibilitado modificar la representación social de la vejez y puesto en evidencia las diferentes maneras de vivir –envejecer, así como las posibilidades y fortalezas de este grupo.

El desafío es trabajar para desterrar los prejuicios existentes hacia los mayores, en este sentido conocer más sobre el curso vital  y su evolución, implica ampliar la prevención y promoción de la salud, por sobre la asistencia. También la formación de recursos humanos para trabajar con esta población.

En nuestra sociedad que afronta el reto  de ser más justa, equitativa y solidaria, los mayores están dejando de ser meros receptores de asistencia para ejercer su condición de sujetos de derechos y deberes, contribuyendo a consolidar una cultura que favorezca el ejercicio de una ciudadanía crítica, activa y responsable.

El desafío es promover una participación real y efectiva en todos los temas atingentes a los mayores, es contribuir a que puedan tomar  con conocimiento y apoyo sus   decisiones es favorecer el establecimiento de: Una sociedad, para todas las edades, con sus diversidades.

Bibliografía:

www.gerontologia.org

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Lic. David ZOLOTOW:
Trabajador Social especializado en Gerontología, docente Universidad de Buenos Aires (UBA) y Universidad Nacional de Mar del Plata    (UNMdP). Integrante de la Red Latinoamericana de Gerontología. 
Contacto: dazolotow [at] hotmail [dot] com