Educación
11 de agosto de 2010

Desafíos de la orientación vocacional en la Argentina actual

Lic. María Eugenia MARCOVECCHIO

En cada momento histórico existen imágenes, ideas, creencias, y falacias que se comparten y se trasmiten, en el significado de la palabra vocación.

Etimológicamente, vocación proviene del latín vocatio, que significa llamado. También se puede tomar del vocablo vocare, que significa llamado interno.

De manera que desde su etimología la palabra vocación abre a dos acepciones posibles: como un llamado que alguien hace desde el exterior, y como un llamado interno.

En ambos casos la vocación es algo oculto y la misión del individuo sería vivir para descubrirla.

Esta manera de ver la problemática vocacional, en la actualidad, se hace casi insostenible. La relación de la vocación con el momento histórico en el que un sujeto vive se hace insoslayable. ¿Quién podría haber dicho tener, en el siglo XIX una vocación en educación virtual?. Por citar solo un ejemplo que nos involucra a todos los que compartimos esta tarea.

Por eso decimos que la vocación se construye a lo largo de la vida. Y esa construcción tiene que ver con determinadas inclinaciones y potencialidades de la persona, con el conjunto de experiencias que va desarrollando en su vida social.

Actualmente la incertidumbre y el temor crecen en los jóvenes y adultos ante las transformaciones económicas, tecnológicas, laborales, y su impacto en la sociedad aumenta la demanda de la orientación vocacional y ocupacional.

Esto nos remite indudablemente a la búsqueda de un nuevo paradigma para pensar y abordar las problemáticas vocacionales, considerando anacrónico seguir sosteniendo los mismos discursos y las mismas prácticas cuando el escenario social ha cambiado tanto. Sería como pensar, en este mundo todo cambia, menos nosotros, o dicho de otro modo, en este mundo todo cambia, menos la orientación vocacional.

El perfil del orientador se modifica. Para poder abordar la complejidad de la problemática en la actual sociedad, el orientador necesita tener un enfoque multidisciplinario, subrayando la importancia de las intervenciones que ayudan a desarrollar los recursos personales.

Los jóvenes necesitan ampliar el conocimiento de sí mismos; articular metas y aspiraciones, con decisiones informadas respecto al mercado laboral; planificar una formación adecuada y prepararse para las transiciones.

Indudablemente, elegir una carrera hoy, no es igual que hace algunos años, por diversos motivos tales como el aumento significativo de la oferta de posibilidades de estudio y los cambios en el mundo del trabajo, producto del impacto de las nuevas tecnologías informatizadas.

La carrera que un joven elige a los dieciocho años sufrirá muchos cambios, y los trayectos profesionales tendrán un recorrido muy sinuoso, con variadas alternativas. Por eso, mas allá de elegir una carrera, habrá que estar preparado para adaptarse a los cambios. En algún sentido, cada persona irá construyendo su propia carrera profesional, a partir de sus estudios, sus trabajos, sus experiencias de vida.

Ante tales cambios cada país va reconociendo que el asesoramiento de calidad para la carrera y/u ocupación no solo ayuda al crecimiento personal y a las oportunidades profesionales de cada individuo, sino que también contribuye a la ampliación y sostenimiento del desarrollo social y económico en su conjunto.

En otras palabras, nuestra tarea como orientadores, sería maximizar el potencial del mundo a través de la orientación vocacional.

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Lic. María Eugenia MARCOVECCHIO:
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