Sociedad
15 de julio de 2015

Degradación de suelos

Ing. Agr. (Mag) Marcela PISCITELLI

El suelo, un recurso natural  y un medio dinámico

Se conoce como recurso natural a cada bien y servicio que surge de la naturaleza de manera directa, es decir, sin necesidad de que intervenga el hombre para acceder a su aprovechamiento. Si bien constituye uno de los factores de producción de la empresa agropecuaria (es uno de los factores físicos: “suelo”, junto con el clima, el agua y la vegetación nativa) no podemos dejar de ver que como recurso natural  es un patrimonio del planeta, y que su preservación es  responsabilidad de todos.

Al suelo también lo podemos ver como un medio para que las plantas puedan crecer y desarrollarse. Justamente debido a este rol que tiene el suelo,  se  realizan en el mismo, cambios, transformaciones e intercambios, tanto  de materiales minerales y biológicos como de  energía. Esto nos permite entender que el suelo es dinámico y que por ende, puede cambiar su estado  inicial a nuevos, y/o diferentes  estados.

Suelo-Tierra y Degradación

Se define Degradación de suelos a un cambio en el estado del mismo pero el cual resulta en una disminución de su capacidad inicial para proveer bienes y servicios.

Tierra es un ambiente físico- geográfico que incluye un determinado tipo o tipos de suelos, (se incluye   también su material de origen), clima, relieve, hidrología y  vegetación nativa. Como vemos el suelo es un componente de las tierras.

Es importante considerar que cuando un suelo pierde su capacidad productiva, también  ocurren modificaciones en el clima o microclima estrechamente vinculado a él (ecósfera), en la hidrología y en la vegetación.

Podemos imaginarnos la superficie de la tierra como un continuum de “sets” de ambientes, cada uno de ellos con características propias. Si bien  en cada “set” podemos reconocer  los  tipos de componentes ambientales antes citados (clima, relieve, suelos, hidrología, vegetación nativa) los mismos suelen diferenciarse  regionalmente, e interactuar también de distinta forma. Un suelo en un ambiente determinado, debido a su interacción con el clima, el relieve y la vegetación de ese ambiente, puede cambiar más rápida o más drásticamente de estado y como consecuencia perder más fácilmente su capacidad original  de producción.

Procesos de degradación

Cuando se pone en producción un suelo, podemos mantener el estado de  vínculo que tiene naturalmente con los otros componentes del ambiente o bien podemos alterarlo. Esto va a depender de la calidad e intensidad de uso y manejo que ejecutemos en el mismo para obtener beneficios productivos.

Si cambiamos las interrelaciones de un ambiente, generamos otras, que pueden conducir a que se favorezcan procesos a ”ritmos” o “velocidades” que el suelo no está en condiciones de soportar y conducimos al mismo a su degradación.

Estos procesos que llevan al suelo a disminuir su capacidad productiva inicial se conocen como “Procesos de degradación” y son: 1- Erosión, 2-Degradación física, 3-Degradación biológica, 4- Degradación química y 5-Desertificación.

1- Erosión: Cuando ocurre este proceso se produce pérdida de suelo, y ésta puede ser mínimamente imperceptible o bien de gran envergadura cada vez que ocurre el proceso. El agente del clima que “mueve” al suelo desde su lugar original puede ser el agua y en este caso nos referimos al proceso de “erosión hídrica” o  bien el viento y entonces nos referimos a “erosión eólica”.

La erosión es  uno de los procesos más frecuentes en nuestro país y el de mayor  relevancia debido  a que  el tiempo que se necesita  para volver a generar unos pocos centímetros de suelo perdidos suele ser similar  al de una generación humana. El suelo perdido es la fracción más superficial y por ende la más rica en nutrientes. Su ocurrencia en suelos poco profundos o pobres naturalmente o bien con altos contenidos de arenas a determinada profundidad, puede ser  extremadamente  crítica, revirtiendo la aptitud de estos suelos y pudiendo perder su capacidad para la producción de cultivos labrados comunes .Tanto la erosión hídrica como eólica se encuentran ampliamente generalizados en las tierras agrícolas de nuestra República Argentina.

2- Degradación Física: Vinculados  a éste existen una serie de microprocesos que  alteran el espacio libre “poroso” que tiene el suelo para que se pueda “mover” el aire y el agua. Se producen cambios adversos en el suelo que  afectan las condiciones  físicas relacionadas con el  desplazamiento del aire, del agua y nutrientes, y el desarrollo de las raíces. Estos procesos pueden ocurrir a nivel de superficie del suelo o subsuperficialmente, y los efectos más comúnmente observados son capas compactadas (piso de pezuña o de arado), sellamiento de la superficie del suelo (planchado), costras. Junto al proceso de erosión hídrica es de  los más frecuentes,  encontrándose ampliamente generalizado en las tierras agrícolas de nuestro país. Y lamentablemente muchas veces es pensado como un proceso natural que ocurre en el suelo y no como un proceso debido al uso y manejo inadecuado del mismo.
 

 

 

Arriba derecha: Suelo sellado y agrietado, el agua tiene dificultad para entrar al suelo (infiltrar) y se evapora (se “pierde”) con facilidad.
Arriba izquierda: Compactación superficial, el agua de lluvia no infiltra, se genera escurrimiento de agua y transporte de suelo por la superficie (erosión hídrica).
Ambas abajo: Pastura arada, suelo sellado después de una lluvia.
La escasa cobertura agrava estas condiciones (en todas las fotos).

 

3- Degradación Biológica: La pérdida de la biodiversidad (organismos vivos) y de la materia orgánica (organismos de origen animal y vegetal, parcial y/o totalmente descompuestos o transformados) constituyen los efectos más notorios debidos a la ocurrencia de los procesos de degradación biológica. Esto repercute sobre diferentes funciones del suelo como, entre las más importantes para suelos agrícolas están la  transformación, reciclado y posterior asimilación de los nutrientes por las plantas. También el acomodamiento y la persistencia de los minerales del suelo en unidades específicas (estructura) que contribuyen a sostener el espacio poroso que va a asegurar el traslado del agua de lluvia y/o de riego por el suelo y la eliminación de los excesos. Además del desplazamiento del aire dentro y fuera del suelo. Está ampliamente demostrado que el uso intensivo del suelo y la aplicación de tecnología inadecuada se constituyen en las principales causas de la ocurrencia de estos procesos de degradación biológica en suelos agrícolas.

4- Degradación Química: Varios de los  procesos de degradación química están vinculados a la degradación biológica y suelen ocurrir en  condiciones extremas de la ocurrencia de este último. Ejemplos de lo manifestado son el agotamiento de nutrientes y la acidificación del suelo que resultan como consecuencia de, entre otras causas, el agotamiento de la materia orgánica. La contaminación del suelo es otro proceso de degradación química que generalmente está asociado a la  contaminación de aguas (superficiales y subterráneas), al inadecuado uso  y manejo de insumos y desechos de la agricultura (como metales tóxicos,  lodos residuales, desechos de fundición, escombros de minería). El aumento del contenido de sales en el suelo es otro proceso que  ocurre en áreas habilitadas al riego (permanente), en donde el contenido salino del agua de riego y las limitaciones en el sistema de drenaje generan un aumento de la salinidad del suelo. La problemática del aumento del contenido de sales en el suelo, no sólo está limitada a regiones de riego, es habitual en áreas ganaderas de nuestra pradera pampeana que presentan  drenaje natural limitado (roca, tosca) y nivel freático cercano a la superficie, y que  reciben un  manejo inadecuado del suelo.

5- Desertificación: Es un proceso combinado, multicausal que se desarrolla tanto en zonas áridas, semiáridas o subhúmedas de nuestro país. Afecta al ecosistema en su totalidad. Y ocurre como consecuencia de la explotación por las actividades humanas en donde lafragilidad de los sistemas naturales no es tenida en cuenta, y se sobrepasa la capacidad productiva del sistema. El resultado final es la declinación de los rendimientos de los cultivos, como consecuencia del establecimiento de condiciones más extremas que las naturales. La eliminación de la cobertura vegetal herbácea y el desmonte descontrolado y las sequías originadas por alteraciones climáticas naturales y antrópicas constituyen los principales desencadenantes de este proceso. El manejo irracional del suelo y el agua son factores determinantes de su dirección, velocidad y ocurrencia.

«Laudato si’, mi’ Signore» – «Alabado seas, mi Señor», cantaba San Francisco de Asís. En ese hermoso cántico nos recordaba que nuestra casa común es también como una hermana, con la cual compartimos la existencia, y como una madre bella que nos acoge entre sus brazos:«Alabado seas, mi Señor, por la hermana nuestra madre tierra, la cual nos sustenta, y gobierna y produce diversos frutos con coloridas flores y hierba» [1]. Esta hermana clama por el daño que le provocamos a causa del uso irresponsable y del abuso de los bienes que Dios ha puesto en ella. Hemos crecido pensando que éramos sus propietarios y dominadores, autorizados a expoliarla…… Entre los pobres más abandonados y maltratados, está nuestra oprimida y devastada tierra, que «gime y sufre dolores de parto» (Rm8,22). Olvidamos que nosotros mismos somos tierra (cf. Gn2,7). Nuestro propio cuerpo está constituido por los elementos del planeta, su aire es el que nos da el aliento y su agua nos vivifica y restaura.” (Texto extraído de la Carta Encíclica “LAUDATO SI’” del Santo Padre  FRANCISCO sobre el cuidado de la casa común).

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Ing. Agr. (Mag) Marcela PISCITELLI:
Profesora Asociada  de Conservación y Manejo de Suelos, Facultad de Agronomía, UNICEN.
Contacto: mpiscit [at] faa [dot] unicen [dot] edu [dot] ar