Cultura | Historia
8 de noviembre de 2013

Autoritarismo, censuras y resistencias

Dr. Luciano BARANDIARÁN y Lic. Javier CAMPO

La mesa se desarrolló el jueves 26 de septiembre en la Facultad de Arte de la UNICEN, en el marco de las IV Jornadas Nacionales y I Jornadas Internacionales de Historia, Arte y Política, con la coordinación del Dr. Luciano Barandiarán. Participaran en dicha mesa las  siguientes ponencias: Josefina Irurzun presentó: Música en el exilio. El caso de los catalanes y la Asociación Wagneriana de Buenos Aires (1900-1940); luego, Magalí Andrea Devés se refirió a "Por la defensa de la cultura". Arte y política en las publicaciones de la Asociación de Intelectuales, Artistas, Periodistas y Escritores (AIAPE); en tercer lugar, María Agustina Bertone expuso el trabajo La Biblioteca Rivadavia en Tandil: entre la persecución y la autocensura. Experiencias en la década del 60'. Finalmente, Teresita Fuentes presentó la ponencia Patrimonio teatral en Provincia. Reapertura del Teatro de la Confraternidad en la segunda mitad de los '50.

La primera ponencia abordó a los exiliados catalanes en Argentina. Habitantes en un nuevo país, allí debieron desarrollar nuevos espacios de sociabilidad cultural y política. Opositores a la monarquía y a la dictadura de Primo de Rivera; por su militancia republicana; o por los regionalismos etno-nacionalistas y el antifranquismo, los catalanes conformaron una numerosa comunidad de exiliados en Buenos Aires. Irurzun indagó las experiencias que marcaron a los músicos y a los aficionados a la música de origen catalán exiliados, que arribaron entre comienzos del siglo XX y hasta mediados del mismo. Los mismos hallaron una singular inserción a partir de su participación en la Asociación Wagneriana de Buenos Aires. Reconstruyendo sus trayectorias de vida, contrastó las posibilidades expresivas otorgadas por las nuevas circunstancias, y el intercambio cultural generado a partir de los contactos con la sociedad receptora.

La segunda exposición abordó parte de los debates que se suscitaron en el ámbito de la izquierda tras el golpe cívico-militar del 6 de septiembre de 1930, caracterizado a posteriori por el fraude, la corrupción gubernamental, la constitución de agrupaciones nacionalistas, la represión de la clase obrera y la censura de publicaciones provenientes de la izquierda. Así, parte de la intelectualidad argentina se vio impelida a organizarse para enfrentar a la “década infame”. Muchas de esas discusiones vieron la luz en la prensa y en revistas culturales del período, las cuales surgieron paralelamente a la formación de agrupaciones políticas y culturales de carácter antifascista. Dentro del espectro de las diversas organizaciones creadas a raíz de acontecimientos políticos locales e internacionales, como el enfrentamiento europeo entre fascistas y antifascistas, se destacó la Asociación de Intelectuales, Artistas, Periodistas y Escritores (AIAPE). La misma ocupó un lugar central en el ámbito de la cultura, reuniendo a un colectivo intelectual antifascista. Así, Devés se propuso  estudiar los cruces entre el arte y política como modo de resistencia frente a las censuras y el autoritarismo del período. Para ello, analizó los discursos y las representaciones mediante los cuales los intelectuales de la AIAPE realizaron su caracterización del fenómeno fascista europeo, en especial el papel de la imagen gráfica en las publicaciones de  la agrupación, por ejemplo Unidad Por la defensa de la cultura, órgano de la AIAPE entre 1936 y 1938.

La tercera ponencia abordó a la Biblioteca Popular “Bernardino Rivadavia” de la ciudad de Tandil, espacios significativos del desarrollo cultural local, durante la década de 1960. Bertone se interesa sobre todo por el Ateneo Rivadavia, que sufría la persecución policial desde la década anterior, lo que implicó en 1960 su clausura. Fundado en 1942, el Ateneo se estableció como un anexo de la Biblioteca Rivadavia. Sus fundadores estaban vinculados a la UCR y a la prensa local, y su  objetivo principal fue establecer un espacio de libre pensamiento en Tandil, contribuyendo a formar a un ciudadano culto, que había sido un principio fundacional de la Biblioteca Rivadavia. Para ello, se sostenía que el conocimiento legítimo era aquel que provenía de las grandes urbes, en especial Buenos Aires, por lo cual a través de conferencias y debates de personajes de la cultura porteña se había intentado profundizar una “práctica civilizatoria”. Pero ese principio modernizador estaba atravesado por su carácter político. La afiliación de sus principales miembros a los partidos radical y comunista definía a las actividades desarrolladas, casi siempre generando polémicas. Tras dicha clausura, la  Asociación Bernardino Rivadavia tomó medidas para resguardar la institución, cuyo resultado fue la creación de un impulso tradicionalista, estancándose así su rol modernizador que había caracterizado a la experiencia en los años anteriores.

Finalmente, la ponencia de Fuentes abordó la activación patrimonial del Teatro de la Confraternidad Ferroviaria. En particular, centró su estudio en la reapertura del mismo luego del golpe de Estado de 1955, analizando las estrategias de los teatristas locales para dotar de actividad a ese espacio.

Posteriormente, a raíz de diversas preguntas del coordinador y del público presente, se pudieron vislumbrar los nexos entre las ponencias presentadas, en especial la relación entre la política y el arte durante las primeras décadas del siglo XX. Todas las experiencias tuvieron como protagonistas a hombres y mujeres generalmente olvidados que a través del arte, pudieron desafiar retos disímiles, desde la censura hasta el olvido.  

Paralelamente, en otra mesa de las Jornadas, Lior Zylberman expuso su ponencia A propósito de The Pawnbroker. Trauma, memoria y empatía, en la que propuso la utilización de nuevos conceptos teóricos aplicados al análisis cinematográfico. En principio tomó los estudios de Cathy Caruth y Dominick LaCapra sobre el concepto de trauma aplicado a la rememoración puesta en imágenes por el cine. Posteriormente, analizó El prestamista (The Pawnbroker), un film de Sidney Lumet de 1964, considerándolo como un ejemplo de motivo visual y sonoro en el cual “el uso de los flashbacks funcionan en forma análoga a la conciencia traumatizada del Holocausto”. Consultado sobre otros films que haya analizado y en los cuales pueda decir que haya procedimientos similares, Zylberman destacó que considera que hay un buen número de films pasibles de ser analizados mediante este procedimiento teórico, pero que este estudio se encuentra en los comienzos de sus tareas de posdoctorado.

© Todos los derechos reservados.

Dr. Luciano BARANDIARÁN:
Profesor, Licenciado y Doctor en Historia, Facultad de Ciencias Humanas, UNICEN. Especialista en Educación y Nuevas Tecnologías, FLACSO Argentina. Departamento de Historia y Teoría del Arte, Facultad de Arte, UNICEN.
Contacto: cleido7 [at] yahoo [dot] com [dot] ar
Lic. Javier CAMPO:
Investigador en cine doctorando en Ciencias Sociales (Universidad de Buenos Aires). Becario del CONICET. Director de la revista Cine Documental. Profesor de Estética cinematográfica (UNICEN). Autor de Cine documental argentino. Entre el arte, la cultura y la política (2012), compilador de Cine documental, memoria y derechos humanos (2007) y coautor de Una historia del cine político y social en Argentina (2009 y 2011) y Reflexiones teóricas sobre cine contemporáneo (2011), entre otras publicaciones. Miembro del Centro de Investigación y Nuevos Estudios sobre Cine (FFyL-UBA) y del Instituto de Investigaciones Gino Germani (FCS-UBA).
Contacto: javocampo [at] yahoo [dot] com [dot] ar