40 años de una gesta colectiva
Se cumplen 40 años de la fecha en que los esfuerzos fundacionales de los estudios universitarios en la región, se vieron coronados mediante la creación de la Universidad Nacional del Centro de la Provincia de Buenos Aires. La ley que le diera origen había sido impulsada por los Senadores Nacionales Juan Carlos Pugliese y Fernando de la Rúa, apoyada por quien fuera Ministro de Educación, Jorge Taiana y por el Diputado Carlos Auyero y promulgada por la Presidenta de la Nación, María Estela Martínez de Perón.
La ley fue también el resultado de las gestas populares que tuvieron como escenario a las ciudades de Tandil, Olavarría y Azul, en las que docentes, no docentes, graduados y estudiantes contaron con el inestimable apoyo de autoridades municipales, dirigentes políticos, sindicatos, empresarios y ciudadanos en general.
Hecho que viene a demostrar, una vez más, que la unidad detrás de las causas nobles es un auténtico motor de desarrollo de los pueblos, tanto a escala local, como regional o nacional.
Como partícipe de las memorables jornadas de lucha por la nacionalización, en mi caso desde la Universidad de Tandil, no puedo dejar de recordar cuando se cantaba el Himno Nacional con la intención de evitar un remate no deseado y cuando se preparaban esmeradamente las carpetas que serían presentadas ante legisladores y funcionarios. Recuerdo también a quienes trabajaban sin percibir salario, para alcanzar el anhelado objetivo de la nacionalización.
Han transcurrido cuatro décadas de aquellos intensos días y desde la responsabilidad institucional que hoy me toca desempeñar, quiero agradecer profundamente en nombre de la comunidad universitaria y de los pueblos de la región, a todos aquellos que actuaron conforme a la convicción de que los estudios superiores deben llegar a miles de argentinos en el marco de una universidad pública, gratuita y cogobernada.
Quiero agradecer también a quienes nos acompañaron y apoyaron en el camino. Ex rectores Cruz, Etchegaray, Pugliese, Nicolini y Auza.
Raúl Cruz, rector organizador desde 1974, fue además docente de la Facultad de Ciencias Económicas y le entregó, desde su soledad, una dedicación total a la Universidad.
Natalio Etchegaray fue convocado para comenzar la normalización democrática, que completó junto a Juan Carlos Pugliese. Ellos estructuraron una transición difícil, pero ordenada y particularmente sensible.
Con la gestión de Pugliese aparecieron nuevas unidades académicas en la universidad y durante el rectorado de Carlos Nicolini se consolidaron los cargos con dedicación exclusiva, se avanzó en infraestructura y en el mejoramiento de la calidad.
Néstor Auza inauguró una etapa de puertas aún más abiertas a la comunidad y comenzó a estructurar una universidad entrelazada con el medio, como lo demuestran, entre otros proyectos, la creación del Polo Informático, que actualmente reúne más de 40 empresas y más de 1500 puestos de trabajo y la Universidad Barrial en Villa Aguirre.
El momento presente nos encuentra reposicionados hacia adentro y hacia fuera de nuestros claustros. Porque siempre creímos y apostamos por un fuerte entrecruzamiento con la comunidad y la región a la que servimos y en la necesidad de una ciencia con transferencia y al servicio del desarrollo. Premisas que hicimos propias y ratificamos hoy, que son el legado de Zarini y los fundadores. Universidad y sociedad entrelazadas; el conocimiento al servicio de la gente.
Quiero expresar, para finalizar, un sentido agradecimiento a ex funcionarios de la Universidad y de las distintas unidades académicas que participaron de la gestión a lo largo de estos años. A docentes y no docentes; a alumnos y ex alumnos, ya que todos ellos han contribuido a forjar el prestigio académico y el reconocimiento social de los que hoy goza nuestra institución.
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