Universitarios preparan la mudanza de libros más grande de su historia
Si cualquier familia puede perder objetos valiosos en medio de una mudanza, cuesta imaginar qué clase de planificación requerirá trasladar miles y miles de libros que hoy son parte de una de las bibliotecas más importantes de la provincia: la que la Universidad Nacional del Centro de la Provincia de Buenos Aires (Unicen) tiene en el centro de Tandil, en su sede de Rectorado.
Sucede que, mientras avanza la construcción del nuevo edificio en el Campus de la Unicen, autoridades, trabajadores y hasta ex bibliotecarios que se desempeñaron allí empezaron a diseñar lo que será el acondicionamiento del nuevo espacio literario y, lo más complejo, de qué manera llevarán miles y miles de títulos que hoy se conservan en el histórico inmueble céntrico.
Por ello, esa institución educativa ha conformado una comisión que proyecta y planifica cual será la mejor manera de reinstalar un coloso literario del conocimiento científico y cultural, sin que se altere el acceso de docentes y estudiantes a esas valiosas ediciones.
En ese grupo de trabajo intervienen integrantes de las secretarías Académica, General, de la Dirección de Obras, de Biblioteca Central, y hasta recibe el aporte de trabajadores no docentes con mucha experiencia en esos asuntos.
Una buena excusa para amalgamar vasta experiencia con el potencial de las nuevas tecnologías.
“Ya comenzamos a planificarlo, tenemos que pensarlo muy bien, porque no será nada sencillo” resume Zulema Grandinetti de Cagliolo, trabajadora jubilada desde hace un año pero que se sumó a la tarea de programar lo que será en primer lugar definir la funcionalidad de espacios en la nueva biblioteca, y también el traslado del material en las mejores condiciones.
Siempre estuvo ligada al quehacer universitario en Tandil. Entre 1965 y 1985 se desempeñó como profesora de Historia en las Facultades de Ciencias Humanas y Ciencias Económicas. Desde 1976 y hasta 2010 trabajó en la Biblioteca Central de la Universidad, es decir el trayecto que va desde su inicio hasta su inminente traslado al campus.
“Es una idea que siempre se tuvo desde que se construyó el campus, que la biblioteca debía estar en ese lugar, y por eso ahora estamos desde esa comisión planeando cómo se van a disponer los libros, pero también como se va a manejar todo, porque serán muchos más los estudiantes y docentes que se acercarán” anticipa, en referencia a una dinámica que será seguramente diferente a la que se afronta en la actualidad.
La planificación incluirá muchísimos aspectos, desde los mobiliarios ideales para cobijar libros, las salas necesarias para la lectura y el trabajo de estudiantes, hasta el acceso a las comunicaciones como Internet “porque ahora los chicos vendrán con las computadoras que les entregan en las escuelas”.
Zulema, que hace un año se jubiló, aún encuentra en la Universidad sus mejores afectos. “Ahora aprovecho más el tiempo para disfrutar de mis nietos, tengo dos en Tandil y otros dos en La Pampa, o para leer un poco más. Igual, acá en la Universidad tengo amigos y sigo compartiendo buenos momentos, todas las semanas” cierra Grandinetti, mientras se apresta a vivir otro momento histórico. El traslado de una biblioteca que comenzó con tres mil libros a mediados de los 70 y hoy ya cuenta con más de 50 mil.