Wednesday 26 de May de 2010

Reflexiones en el Bicentenario: Destacan modelo industrializador irlandés como “superador” del perfil argentino agroexportador

Reflexiones en el Bicentenario: Destacan modelo industrializador irlandés como “superador” del perfil argentino agroexportador

Desde uno de los paneles del encuentro “Argentina y América Latina: Reflexiones en el Bicentenario”, que organizó la Universidad Nacional del Centro, el licenciado Julio Sevares señaló que nuestro país debería mirar con atención la experiencia irlandesa para debatir seriamente una superación del modelo agroexportador basado -fundamentalmente- en la producción y exportación de bienes primarios.
Sevares, que en Tandil compartió panel con el reconocido economista argentino Aldo Ferrer, analizó la inserción de la Argentina en el concierto de la economía mundial desde la Revolución de Mayo hasta esta primera década del siglo XXI.
“¿Qué pasa con nuestro país en este momento?” se preguntó Sevares desde el estrado, en el epílogo de su intervención. “Ocurre que estamos ante una leve mejoría, pero no se está haciendo todo lo que se podría” agregó.
En tal sentido, explicó que “Argentina exporta mucho hoy en día, pero mucho menos de lo que en realidad podría”, cuestión que asoció por ejemplo a las decisiones estatales que hoy se plasman en “mayores subsidios estatales a industrias de base como la minería, en detrimento de las pymes tecnológicas de la industria del software”.
Por ello, el catedrático remarcó que nuestro país debería mirar con atención experiencias “como la de Irlanda”, que encaró un proceso de recuperación con “una fuerte promoción de las inversiones con selección de sectores y empresas, considerando las oportunidades de mercado y las posibilidades tecnológicas”.
A fines de los ochenta, la deuda nacional irlandesa era una vez y media el PBI; el déficit público, el 10% del PBI y el desempleo llegaba al 19%. En ese escenario, un grupo de funcionarios concibió un programa de recuperación basado en el acuerdo intersectorial que fue tomado por el gobierno mismo y por los principales actores políticos, empresarios y sindicales del país.
Como resultado de los acuerdos logrados, en octubre de 1987 se lanzó el Programa para la Recuperación Nacional, para reducir la inflación y el déficit fiscal y promover el crecimiento económico.
En materia de políticas macroeconómicas, el primer punto del Programa fue desarrollar una "política fiscal que tenga en cuenta las realidades financieras, porque es la clave para poner la economía en el sendero de crecimientos sustentable de largo plazo".
En ese sentido se proyectó una reforma del sistema fiscal consistente en la reducción de impuestos para atraer inversiones y de impuestos personales para mejorar el ingreso disponible.
Se implementó un control del gasto público, pero también un programa para mejorar la recaudación: el plan de campaña contra la evasión impositiva ocupa 7 de los 15 puntos del acuerdo dedicados a la reforma fiscal. El plan incluyó un programa de mejoras en infraestructura así como inversiones en formación de recursos humanos y educación.
La inversión en educación llegó al 20% del presupuesto estatal y contribuyó al rápido aumento en el número de estudiantes en el ciclo terciario. La mayor disponibilidad de materia gris y mano de obra calificada facilitó la instalación de empresas de tecnología, que en la década del noventa tuvo un aumento explosivo.