Nicolás, Alicia y...Abel

      “Por los frutos los conoceréis” reza la cita bíblica que surgiera, tan cierta como nunca, cuando el homenaje dedicado al querido no docente Abel Carbone que muriera hace un año, y que la comunidad universitaria condensara justo el día del aniversario, 10 de febrero, consagrando a su memoria la inauguración de la farmacia de AMU.

     Todas las voces del encuentro destacaron su sueño cumplido, por cuya concreción tanto bregara hasta el mismo día de su muerte, dedicándole apasionada dedicación. Sin respiros. Convencido que se podía. Contagiando entusiasmo.

     Bien lo supieron sus deudos y con idéntica intensidad lo sintieron todos los miembros de la Unicen y, en especial, sus compañeros del área de Recursos Humanos y de la dirigencia de la Asociación Mutual Universitaria.

Por eso,las miradas del acto depositaran toda su ternura al localizar entre los presentes a su mujer, Alicia Magdalena Oliveto, y a su hijo, Nicolás Abel Carbone.

    Por eso, al salir las primeras lágrimas ella recostara su dolor en el hombro del joven, conmovidos ambos al comprobar, con erguido orgullo, lo cierto de la cita bíblica.

    Por eso, al descubrir madre e hijo la placa recordatoria, en las lágrimas de Alicia y Nicolás pareciera espejarse, sonriente, la figura de Abel abrazando el reconocimiento.