Friday 28 de May de 2010

Las empresas adheridas fundaron una Asociación: Oportuno paso al frente del Polo Informático de la Unicen

Las empresas adheridas fundaron una Asociación: Oportuno paso al frente del Polo Informático de la Unicen

Lo sitúa a la vanguardia de sus congéneres de nuestro país. La nueva entidad con marco técnico y jurídico está gobernada por el empresariado, con el apoyo universitario y de la Municipalidad. El software que se produce y comercializa tendrá valor agregado; entre los objetivos de la entidad figura la creación de un nuevo Parque Tecnológico donde recalarán las empresas y una Ruta del Conocimiento para la transferencia de saberes. Charla con sus directivos.

 

El paso del tiempo, claro, siempre arrastra agua bajo el puente. Pero
cuando no lo hace en vano, el torrente suele dejar en las márgenes cosas
asombrosas. Como ésta, que dice que en menos de 7 años aquella primera
empresa integrante en 2003 al naciente cluster tiene hoy en el registro
unas 60 colegas del Polo Informático, llámese satisfacción honda de la
facultad de Ciencias Exactas y punto de partida del Parque Científico
Tecnológico del Campus de la Universidad Nacional del Centro.
Si en todo ese período existe una línea saliente del Polo es que, a
medida que fue sumando firmas dedicadas a la elaboración de software
propio y a la consolidación de los recursos humanos educados en el
Instituto de Sistemas Tandil de la citada Facultad, sus perfiles
burocráticos, económicos y de relaciones públicas, entre otros, siguen
al pie de la letra la seriedad inspirada por el rigor científico.
Desde el comienzo nada se aparta de la preocupación por consolidar,
antes que nada, cada paso que va dando. Sin desmayos, pero tampoco
mareos que lo aparten del objetivo propuesto desde el vamos, que no es
sino ir superando tramos de mejora cualitativa en todos los sentidos.
Es así que tal precepto fogoneado por sus iniciadores e inculcado a
quienes se fueron sumando se traduce hoy, socialmente, en más de un
millar de puestos de trabajo para jóvenes en su mayoría graduados de la
carrera de Ingeniería de Sistemas, distribuidos en las empresas asociadas.

NACE LA ASOCIACION

La consolidación del Polo de la Unicen – su software es reconocido desde
los cuatro puntos cardinales de nuestro país y el mundo entero – había
llegado a un punto de inflexión que su empuje debía superar, para contar
con un marco técnico y jurídico acorde a las exigencias productivas. Y
acaba de hacerlo, con reflexión, inteligencia, unidad y oportunismo.
A instancias del mentor del Polo y director del Isistan, doctor Marcelo
Campo, el Rectorado de la Unicen tomó en diciembre último decididas
cartas en el tema a través de la institución de un Centro de Innovación
y Creación de Empresas cuyo coordinador es Fernando Horigian, a su vez
vicepresidente de la flamante Aepit, léase Asociación de Empresas del
Polo Informático Tandil.
“Está constituida por las empresas, la Universidad y distintos actores,
entre los que actualmente se está involucrando la Municipalidad. Su
función es la articulación local de herramientas para sostener, aportar
y fortalecer la industria del software en Tandil”, sintetizó Horigian.
“El Polo – memoró – nace de una iniciativa de la Universidad hace algo
más de 6 años a partir de la creación de un cluster informático, con la
fortaleza que venía emanando de la facultad de Exactas, a través de los
distintos institutos de investigación. Comenzaron a instalarse empresas
primero como cluster, incubadora y luego como Polo, pero nunca hasta
ahora estuvimos constituidos bajo una asociación en una forma orgánica”.
“La Universidad comandó este proceso que hoy es comandado por los
empresarios –enfatizó – pasando a ser, por eso, un Polo ejemplo en la
provincia de Buenos Aires y del país. La gran mayoría de los polos y
parques científicos tecnológicos todavía están conducidos por los entes
gubernamentales o universitarios. Si bien nuestro Polo no tuvo esta
impronta inicial hoy, que las empresas han hecho base, éstas están
conduciendo la política necesaria para que se instalen y fortalezcan las
actuales y más empresas”. “Tiene la Asociación una cantidad de metas
atrayentes y está en pleno período de expansión”, según la visión
universitaria de Horigian.

SOFTWARE CON VALOR AGREGADO

En el mismo contacto periodístico compartido, el presidente de Aepit,
Fabián Oliveto, socio-director del grupo Most, empresa con operaciones
en España, Buenos Aires y Tandil, se refirió al delicado manejo del
natural celo empresarial que llega a la Asociación.
“En algún sentido esto ha tomado otro rumbo. Es muy positivo para todos
los actores que conformamos esta Asociación que la Universidad mantenga
una participación muy activa a través de su representante, del de
Exactas y la participación que tendrá el Municipio. Pero me parece
fundamental que los empresarios, que entendemos cuáles son las
necesidades que realmente tiene el mercado, seamos los articuladores de
ellas, tanto con la Universidad como con el Gobierno”.
“Será muy importante el impulso que le podamos dar desde el sector
privado, con la velocidad que obligan los cambios tecnológicos,
trabajando mancomunadamente con la Universidad y con el Municipio. Por
ejemplo, necesitamos trabajar con los centros de investigación de la
Universidad – ya hay muchos proyectos en tal sentido – los cuales pueden
generar y dar valor agregado a los productos y servicios que las
empresas comercializan”.
“Este es uno de nuestros grandes objetivos, de lo contrario terminaremos
vendiendo comoditties cuando lo que queremos vender es valor agregado,
para de esa manera vender soluciones de valor agregado o tecnología con
algún tipo de ese valor y que tenga un diferencial a nivel costos para
que las rentabilidades sean mayores”.
A su vez, definió el Presidente que “éste es un objetivo fundamental de
la articulación Universidad – empresa, trabajando también con la Comuna
para obtener beneficios que necesitan las empresas como créditos
blandos, impositivos y otros”. “Esto no es otra cosa que el triángulo de
Sábato – terció el Vicepresidente – formado por empresas, Universidad y
Estado, ya sea éste nacional, provincial o municipal”.

PROGRAMAS DE AYUDA

Deslizó Campo, tras citar ayudas de la Comisión de Investigaciones
Científicas y demás de carácter provincial, que a nivel Nación “hay toda
una serie importante de programas de ayuda, tanto de la secretaría de
Industrias como del Fondo de Software”, citando el proyecto de la
empresa Most, con el que colabora el Isistan, sobre una ley de promoción
del software que presenta ventajas impositivas”.
“Ahora, que trabajamos en conjunto mediante la Asociación, estaremos más
cerca de acceder a todo tipo de beneficios”.

PUNTA DE UN “ICEBERG”

Cristian Lazarte, director de Intercomgi Argentina SRL, es secretario de
Aepit. “He estado desde el inicio del Polo Tecnológico local y hoy veo
un salto cualitativo importante y un grado de madurez que empieza a
permitirle trabajar al triángulo empresa-Universidad-Municipio con un
objetivo en común. Hasta aquí la Universidad venía tirando del carro y
las empresas estaban un poco aisladas, con escasa participación”.
“El cambio actual instala por primera vez un grado de involucramiento
muy importante de las empresas de software. Estamos definiendo objetivos
comunes, algo que pasa por primera vez en Tandil. Se puede ver así la
punta del iceberg de un proyecto reimpulsado por Marcelo Campo,
acompañado por el rector Roberto Tassara, por Fernando Horigian y desde
el Municipio con el apoyo del secretario de Producción, Pedro Espondaburu”.
“Sumada ésta a la fuerza que tienen las empresas estamos ante un
proyecto que trascenderá mucho en Tandil”, adelantó el Secretario. “Son
alrededor de 60 las empresas que han firmado convenio con el Polo, 45 de
las cuales están ya vinculadas y hasta el momento 35 de éstas adheridas
a la Asociación, mientras que varias del total han manifestado la
intención de asociarse en breve”.

NUEVO PARQUE TECNOLOGICO

“Estamos delineando los objetivos, entre ellos tener un Parque
Tecnológio a nivel físico de terreno, para lo cual tenemos opciones
tanto de la Universidad como de la Municipalidad. También trabajamos en
la búsqueda de financiamiento para concretar dicho Parque”.
Diseñado por la Asociación, avanzó Oliveto que ese Parque “permitirá que
las empresas que hoy están diseminadas en oficinas con variadas
ubicaciones, y las que vendrán, se instalen directamente en un mismo
lugar bajo distintas metodologías, ya sea alquiler o propiedad”.

“RUTA DEL CONOCIMIENTO”

Añadió Lazarte a las metas “el lanzamiento oficial a nivel nacional de
Aepit dentro de tres meses, y la constitución de un centro de desarrollo
de empresas que llamamos Tandil, Ruta del Conocimiento. Desde esa ruta –
sumó Horigian – todo lo que se pueda transferir como conocimiento de los
centros de investigación y las unidades académicas llegará el sector
software, que hoy es líder y pionero en la exportación de productos
hacia Europa, Europa del Este, Norteamérica, Latinoamérica y hasta Oriente”.
“Lograremos de esa manera el posicionamiento adecuado para que hoy, lo
que nació como software factory, pase a ser desarrolladora de productos
propios y para que la utilidad y rentabilidad del sector crezca para
generar más empleo”, completó el Vicepresidente.

NECESIDAD ACADEMICA

Acotó en la charla Oliveto, para dimensionar el mercado local, la
existencia actual de “unas 1.200 personas que trabajan en Tandil y
estamos en una situación de pleno empleo. Es que ya sentimos uno de los
problemas nuevos que es la rotación de los recursos, porque al haber
tantas necesidades empieza a notarse una serie de movimientos dentro del
mercado que debemos atender generando mayor capital humano”.
“Debemos conseguir que la Universidad genere profesionales con capacidad
mayor para satisfacer la nueva demanda. Son alrededor de un centenar las
personas que hoy están intentado incorporarse al mercado, pero no hay
funciones disponibles para contratarlas. No es una problemática menor
que debemos ver cómo la solucionamos a corto plazo”.
“Habrá que fomentar que los alumnos de la escuela secundaria decidan
estudiar las carreras de Ingeniería, y un trabajo conjunto con la
facultad de Exactas para flexibilizar las materias y apuntar a que,
dentro de la formación, se tenga muy en cuenta qué capacidad es la que
está necesitando el mercado”.
Dentro de la Asociación figura una comisión de Recursos Humanos, “desde
la cual le trasmitiremos a la Facultad cuáles son las necesidades que
tenemos para que ellos, que son especialistas, digan qué es lo que debe
hacerse en materia de planes de estudio. Todos los actores nos
sentaremos en una misma mesa para trabajar por un objetivo común”.
Por supuesto, el agua sigue pasando bajo el puente. Pero de ahora en
más, con el torrente que promete Aepit, habrá una diferencia: las cosas
asombrosas aparecerán más seguido en las márgenes.


“Es espectacular”


Estuvo siempre. Desde aquella reunión constitutiva en diciembre de 2003
-- tiempos del rectorado de Auza y el decanato de Ayciriex y de Ernesto
Krawchik, titular de Idea Factory, empresa pionera -- hasta el
advenimiento de la Asociación.
Podría decirse Marcelo Campo en lugar de Polo Informático, porque son la
misma cosa. Pero, fiel al origen de muchacho de barrio nacido y criado
en Villa Laza (como le gusta decir), prefiere hablar en plural a la hora
de los elogios, casi como ocultando que no hace mucho recibió con bombos
y platillos capitalinos el premio honorífico a la Innovación Tecnológica
asignado por la Agencia Nacional de Promoción Científica, por su trabajo
al frente del Isistan.
“La Asociación no nació de Marcelo Campo, ni la integro”, se apresuró a
decir al responder al pedido de una reflexión en su calidad de padre
espíritual de la criatura recién nacida, ganado por su gestión
formadora, “obviamente ad honoren”.
“Tuve el pedido del Rector, de la facultad de Exactas y de la secretaría
de Ciencia, Arte y Tecnología para que esto se arme. Sólo propuse la
idea; lo demás lo hicieron otros”.
“¿Una reflexión? Además del emocionante reconocimiento que he recibido
lo más importante que rescato es que cuando lográs que la gente se junte
y dialogue, pese al poco tiempo fuera de lo propio que tienen hoy los
empresarios, y entre esa gente hay tipos como el coordinador Fernando
Horigian, pueda pasar que en tres meses se logre lo que se logró. Es
espectacular”.
“Es impresionante la capacidad que tenemos los argentinos si queremos
hacer cosas, cuando intervienen las buenas intenciones”.
“Cómo nos posiciona esto? Tandil tiene un nombre, una marca, que otros
todavía tienen que hacer. Y entre los objetivos de la Asociación está el
generar la marca Tandil. Cuando un alumnos nuestro va a una empresa a
Buenos Aires y dice que estudió Ingeniería de Sistemas en Tandil le
dicen – Vení para acá”.
“Respecto de los otros Polos – añadió – están llevados adelante por
universidades, o el Estado. Acá la gran conquista es la libertad del
Polo; no es un modelo fijo, es diferente, cuya concepción privada
dispuesta a invertir y pública está teniendo éxito y redundará en
beneficio de Tandil entero y la región. No tengo conocimiento que algo
así ocurra en otros lados”.