Tuesday 3 de May de 2011

La Escuela de la Unicen le rindió homenaje a don Ernesto Sábato

“Un modelo de carne y hueso”

La Escuela de la Unicen le rindió homenaje a don Ernesto Sábato

A la hora 11, en el patio principal presidido por la Bandera Argentina izada a media asta, frente a alumnos y profesores, en compañía de la secretaria académica general de la Unicen, profesora Mabel Pacheco y de la vicedirectora licenciada Silvia Gallarreta, el director, licenciado Tomás Landívar, leyó un discurso alusivo dirigido en especial a la estudiantina refiriendo, entre varios conceptos, el porqué del nombre bautismal del establecimiento.

 

Citó, en primer término, el doctorado en Ciencias Físico-Matemáticas y varios cursos de Filosofía en la Universidad Nacional de La Plata alcanzados por el maestro de la Literatura, “campos del conocimiento aparentemente distantes entre sí que, sin duda, complementaron una sólida formación integral digna de mostrar a las nuevas generaciones que deben transitar en un mundo globalizado, caracterizado por la fragmentación científica y tecnológica”.

 

“Concluido su Doctorado – siguió – el propio Houssay, Premio Nobel de Medicina, le concedió de la Asociación para el Progreso de las Ciencias enviándolo en 1938 a trabajar en el Laboratorio Curie, en París. Tiempo después le trasladaron la beca a Boston”.

 

“De regreso en la Argentina ejerce la docencia en la Universidad Nacional de La Plata enseñando Teoría Cuántica y Relatividad, hasta que a los 34 años abandona definitivamente el camino de la ciencia para dedicarse al de la Literatura, campo en el que ha publicado varias obras en sus años de pasión literaria incrustada en las heridas de las tumultuosas épocas que le tocó transitar”.

 

 “Tan tumultuosas fueron esas épocas que quien estuvo en ellas y dice haber acertado o niega haber desacertado, una y cien veces, es porque sencillamente no estuvo dentro sino fuera, o porque pudo esconder sus errores, como si cometerlos no fuera humano. Sábato, como toda otra persona que prácticamente transitó el siglo XX en  nuestro país, nunca pretendió esconder sus errores que, en rigor, no han sido tantos ni tan profundos”.

 

EL HOMBRE COMO UNIDAD

 

Recordó Landívar que en su obra “antes del fin” reconoce “algunos de sus errores” y refiriéndose a la gente joven que le reclamaba la publicación de su pensamiento en búsqueda de orientación, comenta: -- Me pregunto si merezco esa confianza. Tengo graves defectos que ellos no conocen, trato de expresarlos de la manera más delicada para no herirlos a ellos que necesitan tener fe en algunas personas en medio de este caos. “Insiste así en sus defectos y equivocaciones, en un mundo que le preocupaba mucho”, opinó el Director.

 

 “Queremos dejar en claro que este “personaje ilustre” se ha formado y ha cultivado su espíritu humano en las ciencias y en las artes tanto en la escuela como en la academia, así como en las calles y en las largas noches de debates. De las ciencias y las artes se ha dejado permear, integrando sus aportes al dejarse moldear por las verdades de cada una, porque Sábato entendió el hombre como unidad”.

 

 “No fue perfecto – expresó más adelante Landívar – como casi siempre se ha querido mostrar a los “próceres”. Reconoció una vida llena de equivocaciones, desprolija y caótica, producto de una desesperada búsqueda de la verdad”.

 

LA DIMENSION CIUDADANA

 

 “En éstas dudas permanentes orientadas a la búsqueda de la verdad, en este reconocimiento de las limitaciones humanas, en esta humildad y sinceridad de reconocerse como uno más que aún no entiende el sentido final de la vida, en este persona es que encontramos un modelo creíble, porque sabiendo de su imperfección no la ocultamos; creíble porque fue un hombre de carne y hueso”.

 

 “La otra dimensión a la que aludía inicialmente es la de la ciudadanía, objetivo central de nuestro proyecto educativo”.

 

LA CONADEP

 

No olvidó el Director mencionar el “alto compromiso cívico demostrado cuando presidió la Comisión Nacional sobre la Desaparición de Personas (Conadep) en 1983, cuyo informe final”Nunca más” se publicó en 1985”. Invitando a los alumnos a leerlo por internet esa obra nacida de la Comisión “más importante de la que pueda mostrar la memoria de nuestro país, y una de las pocas de las que pueda recordar la historia moderna de Occidente”.

 

 “Este hombre – finalizó -- que entre innumerables reconocimientos también fue nombrado por el Consejo Superior de esta Universidad, por unanimidad, Doctor Honoris Causa, hoy, con su partida, lo recordamos por su obra, su vida, aciertos y errores. Nos resistiremos a que su historia se simplifique en el bronce y bregaremos para que su vida siga siendo un modelo de carne y hueso”.

 

ACTO EL 24 DE JUNIO

 

Al cierre del acto dirigió breves palabras la secretaria académica Mabel Pacheco, quien representara al rector Roberto Tassara, memoró la intención del Premio Nobel doctor Adolfo Pérez Esquivel, padrino de la Escuela similar situada en Olavarría, que “él tomaría cierto padrinazgo y contacto seguido con los estudiantes de esta Escuela tandilense”, tal vez en compañía de Mario Sábato”, director de cine y único hijo vivo de don Ernesto. Estaremos trabajando en conjunción”, admitiendo la funcionaria la posibilidad de que el 24 de junio venidero, día de los 100 años del maestro Sábato, de realización de un nuevo acto evocativo.

 

También hizo subrayada mención del acto a efectuarse el viernes próximo, en la Feria Internacional del Libro, en cuyo transcurso “la Biblioteca de esta Escuela recibirá un premio especial por su trabajo inherente a la memoria oral sobre la vida en democracia”.

 

 “Trataremos de estar, en el día a día y en el proyecto, a la altura de los nombres que representan nuestras Escuelas”, concluyó.