Viernes 23 de febrero de 2018

Ingeniería y el crecimiento de la demanda de profesionales


Ingeniería y el crecimiento de la demanda de profesionales
Ingeniería y el crecimiento de la demanda de profesionales

La realidad es que a medida que la población mundial crece, la demanda de servicios y tecnologías necesita de profesionales innovadores que mejoren la calidad de vida de las personas. Por eso, hace años, Argentina implementó un plan para llegar a un ingeniero cada 4 mil habitantes. Pero aún se está lejos de ese número.

Olavarría, con su Facultad de Ingeniería como estandarte, suele ser una excepción. Los datos emanados de la institución, indican que de ella egresa un promedio de 50 profesionales por año. “La ubicación laboral es prácticamente inmediata”, afirma la Secretaria Académica Beatriz Boucíguez.

En este año, la FIO recibió a más de 260 jóvenes que ya realizan el curso de ingreso. Las preferencias están encabezadas por las ramas Industrial, Electromecánica, Civil y Química. “Como la salida laboral está presente en toda la oferta, lo que guía las elecciones son las razones particulares”, destacó Boucíguez.

Ingeniería soporta sobre sí el mito de ser una carrera “difícil”. La funcionaria consideró que “las carreras no son para algunos pocos, como suele pensarse. Tenés que tener la vocación, y la intención de hacerlo. Aunque lo cierto es que hoy los jóvenes tienen menos tolerancia a la frustración y ahí tenemos que trabajar nosotros como Facultad”. Admite que tratándose de una formación con inmediata salida laboral, excelentes niveles de remuneración, alta proyección personal y una duración relativamente corta (5 años), sería esperable contar con un número de inscriptos aún mayor.

“Los escenarios económicos son un condicionante para la cantidad de alumnos que tenemos”, aseguró la Secretaria Académica de la FIO. “De hecho se ha revertido: en la década del ‘90 teníamos un importante número de estudiantes de otras ciudades y hoy la gran mayoría son de Olavarría. Pero también hay personas que, con buenas condiciones económicas, se van a estudiar a otras ciudades teniendo la misma carrera acá”, señaló. Otra variable que influye, en su opinión, es la oferta grande de carreras técnicas cortas, de tres años, que hay en la región, y que si bien no aseguran las mismas condiciones laborales que a un ingeniero, apuntan a una salida rápida.

Respecto a cómo llegan los estudiantes a Ingeniería, a su nivel de educación, Boucíguez sostuvo que “la preparación de los ingresantes es variada, hay chicos que han tenido una buena educación secundaria y tienen un buen desempeño acá. Y luego hay formaciones con alguna deficiencia. Creo que el sistema tiene algunas falencias en general, y eso repercute en la formación de los chicos”, dijo.

En este sentido, además del trabajo sostenido del Núcleo de Investigación GIASU (Grupo de Investigación Articulación Secundario-Universidad) este año se implementará una nueva acción: estudiantes del profesorado de matemáticas del ISFD Nº 22 participarán del Programa para Ingresantes. “La idea es que estos futuros profesores tengan un panorama de la formación que hoy les da la secundaria a los ingresantes en ingeniería, donde tenemos competencias de ingreso determinadas. Eso va a permitir pensar juntos estrategias de abordaje”, concluyó.