Sunday 7 de March de 2010

Educación Ambiental: “Hay que educar para sensibilizar”

Educación Ambiental: “Hay que educar para sensibilizar”

Un especialista español dirigió en la UNICEN dos talleres acerca de estrategias y gestión para inculcar, en los jóvenes, la imperiosa necesidad de cuidar el medio ambiente.

De talla menuda y lenguaje que va al grano el doctor en ingeniería agronómica Javier García Gómez agregó en estos días a Tandil en su extensa lista de viajes internacionales dedicados a pregonar la necesidad imperiosa de saber educar para la defensa del medio ambiente,
el tema que lo apasiona.
Es español, más precisamente valenciano, y se doctoró en la Universidad
de su pago natal. Hasta él, llevada por reconocidos méritos en su
especialidad, llegó la convocatoria establecida con la facultad de
Ciencias Humanas de la Unicen para dictar en el Campus local un taller
sobre “Educación ambiental”, dirigido en especial a graduados y alumnos
de la licenciatura en Diagnóstico y Gestión Ambiental.
“Debido a la gruesa afluencia de gente hemos dividido las clases en dos
partes; la mitad vino el jueves 4 a un taller acerca de estratégicas
didácticas, y el resto el viernes 5 a otro sobre cómo incorporar la
Educación, tanto en el proceso formal como en el no formal”, detalló el
especialista.
“De la Educación Ambiental se habla mucho, pero quizá la gran pregunta
es cómo se trabaja, cómo se sensiblliza y cómo se gestiona hacia el
aspecto educativo. No debe olvidarse que muchos procesos de gestión
fracasan porque van dirigidos a la población que no tiene la
sensibilidad preparada, educada”.
“Se trata de ver hacia adónde dirigimos los esfuerzos para que no se
dispersen. Si lo que se persigue es aumentar la tecnología, el consumo
es una fórmula, pero si lo que queremos es educar a las personas tenemos
que hacer un esfuerzo también en ese sentido”.
Su calidad de viajero incansable por Latinoamérica da pie a una
aseveración. “Argentina, tradicionalmente, tiene una buena base
educativa que hoy se está perdiendo un poco. Con respecto a otros
países, proporcionalmente, ha hecho poco esfuerzo en educación
ambiental”, opinó.

RELACION DOCENTE – ALUMNO

“¿Qué se dice frente a un joven vapuleado por la falta de preocupación
suficiente en la materia de parte de gobiernos y la mayoría de las
instituciones? Le diría que muchos de los problemas, como el del agujero
en la capa de ozono, se están mejorando gracias a la desaparición, en
muchos países, de la producción de los fluoro-clorocarbonados, de manera
que no todo es tan negativo”.
“Además, cuando hablamos de Gobierno parece que habláramos de algo
extraterrestre, que no tiene nada que ver con nosotros. En países
democráticos como el nuestro el Gobierno ha sido elegido por los
ciudadanos; es nuestro”.
“Lo que pasa es que quizá éstos no están educados, o preparados, para
votar a ciertas opciones políticas. Hace falta, entonces, que la
ciudadanía tome conciencia sobre la necesidad de proteger el medio
ambiente y, a partir de ahí, que los candidatos que elijan tengan cierto
interés por el tema”.
Cree García Gómez que la solución del problema parte de cada persona.
“Sí; el tema del consumo es importantísimo porque dependiendo de lo que
consumamos afectamos, o no, al medio ambiente”.

CIUDADANO VERSUS SOCIEDAD


El Doctor valenciano comparte una extraña dicotomía: al ciudadano, en su
fuero íntimo, le importa el cuidado del ambiente; no obstante, se
desinteresa cuando se comporta dentro de una sociedad agresiva.
“Creo que a través de la Educación va mejorando su percepción del medio
ambiente y se da cuenta del valor que tiene cada individuo. Siempre
pongo el ejemplo de una playa, que es la suma de incontables granos de
arena; entonces, si no hay granos no hay playa. De ahí parte la
importancia que tiene el comportamiento de cada ciudadano”.

NECESIDAD DE ALTERNATIVAS

“También es importante, al mismo tiempo, la tecnología, porque si no hay
un sustituto de los flouro-clorocarbonados no podrían dejar de
utilizarse. Si hay alternativas que no son contaminantes, gracias a la
tecnología, el comportamiento humano es bueno”.
“No debe creerse que la Educación es “la” solución, sino una de las
soluciones, ya que todo es importante: la política, la economía, la
tecnología y la Educación”, sintetizó el especialista invitado.

El hombre… en fin… el hombre

La Naturaleza, madre si se quiere del tema abordado en los talleres y
del contacto periodístico con el experto español, puso en el tapete a
una de sus clásicas manifestaciones físicas: los terremotos, y con ellos
los recientes en Chile.
“Obviamente, la culpa de ellos no la tiene la Naturaleza, la culpa la
tiene el hombre que no sabe adaptarse a ella. Los desastres naturales no
existen; existen fenómenos naturales que pueden originar desastres
humanos, como el chileno, cuando se sitúa una ciudad en un lugar que no
es el adecuado”.
“Y esto no ocurre solamente en los terremotos – acotó García Gómez –
pues también sucede cuando construimos una ciudad en una zona inundable
o demasiado cerca de un volcán. La culpa, por lo tanto, no es de la
Naturaleza sino del hombre que se ha ido a meter en la boca del lobo”.