Viernes 17 de noviembre de 2017
Tandil

Digitalizan documentos e información sobre matanza del Tata Dios


Digitalizan documentos e información sobre matanza del Tata Dios
 
El Museo Histórico Fuerte Independencia Tandil (Muhfit), la Unicén y la parroquia del Santísimo Sacramento firmaron un convenio para digitalizar documentos e información importante vinculados a la matanza del Tata Dios, ocurrida en enero de 1872. Se trata de tres libros que suman 1200 folios, con información policial de robos y asesinatos en esa época.

Entre la información que será digitalizada se encuentra el Sumario Departamento del Sud 1872, asesinatos y robos en el Tandil, y el sumario levantado por varios comisarios con motivo de los sucesos ocurridos el 1 de enero de 1872.

Estos cartapacios se encuentran celosamente resguardados en el Muhfit, pero con imposibilidad de acceso a investigadores y público en general para preservarlos sin riesgos de rotura ya que sus páginas cumplen a partir de enero (dado que sus fojas fueron compiladas entre ese mes y setiembre de aquel año), nada menos que 135 años de existencia.

En los últimos años, el Dr. Marcelino Irianni, la Dra. Melina Yangilevich y el becario Lucas Bilbao (miembros del Instituto de Estudios Históricos Sociales -IEHS-, el Instituto de Geografía, Historia y Ciencias Sociales -IGEHCS-, unidad ejecutora del Conicet, y docentes de la Facultad de Ciencias Humanas) iniciaron una serie de gestiones y contactos que arribaron a buen puerto para preservar el material y que pueda ser exhibido.

Luego de varias reuniones con personal del Museo de Arte Religioso (parroquia del Santísimo Sacramento) y del Muhfit, se decidió y emprendió la digitalización completa del sumario. En esa ocasión, el presidente del Museo del Fuerte Oscar Granato y el tesorero José Cincuegrani; los investigadores Marcelino Irianni, Melina Yangilevich y Lucas Bilbao, y los representantes de la parroquia padre Marcos Picaroni, Marcela Abdo Ferez y María José Peralta, firmaron un convenio que selló este paso importante hacia la preservación de información sobre nuestro pasado.

La digitalización estuvo a cargo de miembros del Museo de Arte Religioso, que trabajaron en forma profesional y minuciosa con tecnología de avanzada, obteniendo un resultado de óptima calidad.

El archivo
 
La documentación reúne información sobre los acontecimientos que comúnmente se denominan “las matanzas del Tandil” o se sintetizan con el alias de Jerónimo Solané, “Tata Dios”. Se trata de la muerte de 36 extranjeros en manos de medio centenar de criollos, en apenas cuatro horas de aquella madrugada del 1 de enero de 1872. El impacto local y regional de este crimen fue estremecedor; su connotación nacional, inocultable, y sus repercusiones internacionales, destacadas.
 
La documentación del sumario digitalizado es variopinta. Cartas entre jueces y comisarios con pinceladas precisas sobre la época y sus pensamientos, decenas de páginas cuasi calcadas merced a un interrogatorio que se repite ante cada detenido luego del raid de asesinatos, son solo algunas perlas.

Sin embargo, pese a respuestas parcas y firmes que caracterizan a la gente de esa época -por ejemplo, cuando se les pregunta si conocían a Jacinto Pérez o a Jerónimo Solané (Tata Dios)-, algunas merecen ser leídas con detenimiento en busca de esa frase, ese indicio de algo particular que direccione hipótesis sobre lo sucedido aquel fatídico día, que no puede explicarse sin ampliar la mirada a fenómenos y coyunturas que presionaban sobre la región.

Respecto al sumario, de inestimable valor patrimonial para la historia argentina, se presenta como una puerta entreabierta a un momento visagra del país y la región: la inserción en la economía mundial y sus consecuencias. La ocupación de la frontera y las milicias, el cambio de demandas de los países industrializados a la periferia, el reacomodamiento socioeconómico de las viejas estancias vacunas extensivas al lanar, un Estado que comienza a extender sus brazos por la pampa húmeda, la llegada creciente de inmigrantes que impactan fuertemente en un marco demográfico, económico y social son solo algunos de los fenómenos que se desenvolvieron en aquel momento.

Junto a destellos de claridad sobre las matanzas, algo más ténue respecto a las causas, la información refleja aquella coyuntura, los procesos que se desencadenaron desde 1850 y principalmente desde la presidencia de Mitre en 1862, el final de la Guerra con Paraguay y los prolegómenos de la campaña de Roca en 1879.

Los sucesos del Tandil se amarran con claridad y firmeza a la historia argentina, incluyendo su literatura. La información escapada del sumario recientemente digitalizado debió rondar el escritorio de José Hernández, zapateando sobre sus borradores del Martín Fierro, editado a fines de 1872 y principios del año siguiente.

Los hombres detenidos aquel día y que legaron sus respuestas frente al juez, a partir del 17 de enero, debieron escaparse de aquellas páginas de nuestra historia local o acaso penetraron en ellas para resguardarse sentimentalmente en el ideario hernandiano, luego retomado por Eduardo Gutiérrez en su famoso Juan Moreira.

Gran interés

Mientras las charlas informales y luego reuniones avanzaban hacia la digitalización de información tan valiosa y cara al pasado local, la ciudad contó con la reedición del clásico libro de Hugo Nario sobre el episodio, además de una novela histórica sobre el aún inexplicable suceso y la puesta en escena de dos obras de teatro sobre Tata Dios.

En pocos días, el documentalista Beto Gauna, vecino que reside en Barcelona hace más de tres décadas, presentará un trabajo que ha elaborado a lo largo de varios años denominado “Malón Blanco”, que gira también en torno a los sucesos de aquel 1 de enero. Las matanzas del Tandil de 1872 siguen despertando un interés especial a investigadores y público en general.

El acceso a la lectura del sumario se anunciará pronto, por parte de las tres instituciones implicadas en su resguardo digital. En principio, los historiadores dieron la bienvenida y festejaron este esfuerzo de conservación de patrimonio por parte de tres entidades locales.
 
Fuente: Eco de Tandil