Monday 28 de June de 2010

Defensa de la flora, fauna y gente: Qué hacer con nuestra pampa

Defensa de la flora, fauna y gente: Qué hacer con nuestra pampa

En la Sala A del Centro Cultural Universitario tuvo lugar los días jueves 24 y viernes 25 la anunciada jornada compartida por investigadores, docentes y estudiantes avanzados de la Facultad de Ciencias Humanas, sobre el tema “Flora, fauna y gente de la pampa, de la conquista hasta nuestros días”.

“Estamos muy contentos con lo conseguido en este primer encuentro, porque la calidad académica de los expertos convocados entendió claramente cuál era el espíritu buscado, despegándonos así de hacer una jornada indigenista o del mundo agrario, viendo, en cambio, a la pampa como un prisma interdisciplinario”, comentó su principal organizador, Marcelino Irianni, destacado investigador de Historia y estudioso del pasado tandilense.

“Esto nos abre la cabeza dentro de nuestra profesión, al ver distintas vetas de expertos que alejan las demarcaciones tradicionales de nuestro trabajo signadas por el vértigo actual de congresos y demás participaciones. Nos habíamos encerrado bastante en nuestra especialidad, pero ahora empezamos a ver panoramas de antropólogos, arqueólogos, geógrafos y biólogos, descubriendo que hay que volver a esa historia holística de la manera que se pueda”.

MIRADA GLOBAL

“Volver a una mirada más global, porque de lo contrario no estamos reconstruyendo lo que realmente pasó. Hace diez años uno seguía a los indígenas, otros a los inmigrantes y otros a los criollos y gauchos tandilenses, como si fueran reflectores puestos sobre un escenario mayor pero dirigidos a un solo actor”, describió Irianni.

“Nos parecía que adelantábamos, pero ahora vemos que es parcial. No puede verse la inmigración temprana sin hacer mención a los indios, ya que éstos estaban acá y los vascos seguro debieron preguntarse ¿vamos o no vamos; serán peligrosos?, cuando en realidad lo que sucedió es que hubo momentos de alto peligro y otros en que los indios también venían a comerciar con sus hijos a cuestas”.

“La realidad estaba en un término medio entre los alarmistas que decían que había que matar a todos los indios y los indigenistas que decían que a todos los militares había que juzgarlos porque los degollaban. Sin embargo hubo militares muy humanistas como Barros e incluso el propio Adolfo Alsina, que tuvieron la intención de integrar a los indígenas”.

“Lo cierto es que al final los expulsaron de la pampa y los perdimos de esta zona, dominando así el apetito de los productores sobre la tierra. Un antropólogo nos acaba de hablar sobre la visión cósmica que tenían los indios respecto al agua, que no tenía nada que ver con nuestro visión euro-criolla, también en cuanto a propiedad privada y territorio”.

“Todo esto corre ahora a los historiadores las cortinas para realmente ver lo que pasó y los impactos simbólicos y de espiritualidad, dado que se los indios se alejaban de lo que habían sido sus ancestros. De ahí que estamos satisfechos con esta visión global de los acontecimientos que nos proporcionaron las charlas, también en cuanto a la fauna y la flora frente al comportamiento humano”.

PASTIZALES PERDIDOS

Otro de los aspectos abordados en la Jornada fue el estado de los pastizales actuales, que representan sólo el 0,3 por ciento de antes. “Posiblemente sea el nuestro el nicho más dañado en todo el planeta el que nos toca vivir. Sin embargo lo hemos aceptado, no hemos discutido a fondo, cuando lo cierto es que seguimos extinguiendo las especies útiles”.

Aspiró Irianni, en su resumen, que “por lo menos no se pastoree en las vías y en las banquinas, desde que son lo único que les queda a las especies de flora y fauna nativas, ya que todo lo demás está sembrado y herida la tierra con el uso de pesticidas”.

MUERTE DE ESPECIES

“Por eso no resulta raro que los tandilenses no veamos en el campo especies de años atrás. Tendremos que sentarnos a debatir cómo hacer para defender esos últimos reductos y para proteger las especies nuevas que se observan. La especie humana no está sola en el planeta, de manera que no podemos arrogarnos la decisión de eliminar el resto de las especies, porque tienen que estar y cumplen una función”.

Subrayó el investigador que “estaría bueno que en vez de discutir la 125 estuviéramos discutiendo cómo hacemos para que sea rentable el campo, pero que la pampa siga siendo la pampa, ya que lo único que queda son las vías, las banquinas y las sierras”.

“Deberíamos hacer un gran esfuerzo para salvarlas y nadie lo va a hacer hasta que no sienta que está defiendo flora y animales que son íconos de nuestra zona, como hacen en otros lugares del mundo”, opinó Irianni.

Sin duda alguna, el vértigo de la profesión investigativa hizo llegar a este sombrío presente que jornadas como éste bregan por mejorar.