Monday 3 de October de 2011

De la mano y por el buen camino

 De la mano y por el buen camino

Mediodía a cielo abierto, primaveral. Con esa condición tan del Campus que mecha cada pausa discursiva con la voz estridente de la Naturaleza hecha cantos de pájaros. Todos juntos. Funcionarios, investigadores, profesores, estudiantes y no docentes compartiendo silencios respetuosos, esperanzados, y aplausos bien sonoros.

      Hasta se dio una casualidad que le trazó todavía más sentido de entrecasa al espíritu genuino del encuentro. Por esas cosas de agenda repleta, no hubo presencias foráneas sino adhesiones leídas. Todos los presentes fueron anfitriones.

     Las reflexiones discursivas mostrando el mérito de unir pasado con presente. Nada quedaba afuera en los dichos. Desde el nacimiento mismo del Campus hasta la positiva estrategia del Estado a favor de las universidades. Principio y actualidad se diaban la mano para seguir, así, el buen camino que lleva al crecimiento siempre sólido y auspicioso. Convencidos todos de que no hay otra manera mejor de hacerlo que conjugar reconocimientos para nutrir de fe a la voluntad hacedora.

     Quizá por eso los rostros reflejaran una satisfacción íntima pocas veces vista. En sentados y de pie, éstos justo sobre la calle llamada Lisardo Cabana en homenaje a uno de los vecinos pionero de nuestros estudios universitarios que creyeran en el fundador Zarini, se vislumbraba idéntico orgullo. La misma alegría que viene bien de adentro. Del espíritu mismo.

      Toda una bocanada de aire puro, humedecida y refrescada por el humus de la tierra negra del talud donde se asienta el flamante Hospital Veterinario Escuela de Pequeños Animales. Un jalón que hará historia. Un acto íntimo inolvidable.