Wednesday 14 de April de 2010

Ciencias Veterinarias asciende un escalón de jerarquía en su trayectoria académica

Ciencias Veterinarias asciende un escalón de jerarquía en su trayectoria académica

Su decano, doctor Marcelo Aba, habla de las características del proyecto de crecimiento nacido de un diagnóstico de autoevaluación, con respaldo de la Secretaría de Políticas Universitarias de la Nación. En algo más de un año finalizarán en el Campus tandilense los trabajos de construcción e implementación.

El programa de mejoramiento de infraestructura mediante nuevas obras para Ciencias Veterinarias que ya comenzaron en el Campus tandilense no pudo tener mejor coincidencia, desde que comparte sus tiempos con el proceso de acreditación de esa carrera, esto es con el principal fundamento de todo paso delante de la Facultad: lo académico.
Una meticulosa labor de autoevaluación, respaldada por la Comisión Nacional de Evaluación y Acreditación Universitaria (Coneau), diagnosticó que “las estructuras de tipo hospitalario que mantenemos en la Chacra –se ubica desde hace muchos años en el paraje Matadero Viejo- son muy antiguas y deficitarias, por lo cual seguir invirtiendo en su mantenimiento no resulta”, considera el decano doctor Marcelo Aba.
“Además de una pequeña corrección en el plan de estudios para adecuarnos a la normativa ministerial, parte de nuestro diagnóstico incluyó la carencia de esas estructuras, sobre todo lo que tiene que ver con el aspecto formativo, ya que es indispensable mantener al alumno en contacto diario con el manejo de casos clínicos en animales”.
Se centró entonces buena parte del plan de mejoras en “la construcción de un hospital de Pequeños Animales y otro de Grandes Animales. Aquel, lo hemos rediseñado con casi 300 metros cuadrados y el segundo casi 400”, detalló el funcionario.
Además, el programa de obras contempla “su equipamiento completo, como equipos de rayos, ecógrafos, instrumental, equipos de anestesia, camillas, mobiliario y sistemas de circuito cerrado para la observación de cirugías en salas contiguas mediante proyecciones”.

NO COMPETIR: UN PRECEPTO

El doctor Aba fue terminante al hablar del espíritu de la iniciativa. “Nuestra idea no es hacer un hospital abierto para competir con la actividad profesional privada; sería poco lógico hoy en día formar veterinarios para después competir con ellos. Tendrán las estructuras hospitalarias (prefiere esta denominación) una casuística necesaria como para que los alumnos se manejen continuamente con algunos casos, pero no serán estructuras abiertas donde la gente traiga sus animales en forma directa”, afirmó.
En cambio “sí serán sitios de consulta donde el profesional, al existir muy buenos quirófanos, instrumentales y especialistas pueda traer su casuística. También pensamos trabajar más con organismos públicos y con las protectoras para que nos traigan casos clínicos y cirugías, evitando de esa manera entrar en competencia con el mismo profesional que formamos”.

NECROPSIA E INFORMATICA

El programa de crecimiento tiene un costo total de alrededor de 4 millones de pesos, “de los que en estos momentos tenemos 2 y medio recibidos sobre fin del año pasado”.
Las obras proyectadas incluyen la remodelación a nuevo de la sala de Necropsia, “un punto muy sensible porque se trata de la eliminación de los cadáveres. Tendrá un digestor nuevo para poder cumplir su función sin ningún riesgo”.
“También está prevista la construcción de la sala de Informática, mucho más grande que la que tenemos actualmente, duplicándose así la cantidad de máquinas y de puestos de trabajo mediante el uso de 50 computadoras a disposición de los alumnos”.
La financiación prevista agrega “la compra de bibliografía, capacitaciones, intercambio de docentes y tres cargos exclusivos para veterinarios residentes en los hospitales. Hemos tratado que el programa sea funcional en sí mismo, no dependiendo de la falta de alguna parte que no tenga fondos para cubrirlo”.
Interpreta con seguridad el doctor Aba “estar cubriendo así nuestro primer diagnóstico claro del proceso de autoevaluación, dando respuesta con estas dos estructuras para que el alumno haga sus prácticas con un total de alrededor de 700 metros cuadrados, nada más que de hospitales, a disposición”.

OTRAS CARACTERISTICAS Y UBICACION

Las obras contarán con comunicación permanente entre sí porque “irán las dos juntas, conectadas ambas con la sala de Necropsia. Todo esto estará situado “enfrente del complejo de Ciencias Veterinarias en el Campus, del otro lado de la calle Lisardo Cabana, donde está la Manga, a continuación de la actual sala de Necropsia”.
“Detrás de ella, pasando la calle que viene para el Decanato y con salida a un acceso para facilitar la circulación de camiones que transporten animales grandes, se están haciendo los terraplenes donde se levantarán ambos hospitales,”.
“Hoy el lugar parece algo alejado, pero si se completa el proyecto que tiene el Rectorado de camino de circunvalación grande del Campus con playas de estacionamiento, los hospitales quedarían con acceso propio por esa calle de acceso”, considera el Decano.
Los fondos de financiación externa están, de modo que se estima que “en no más de un año estaremos dando respuesta a lo que creemos, hoy por hoy, es una necesidad y un importante aporte a la formación de los alumnos”.

EL ESTUDIANTE, ANTE TODO

“Con las estructuras hospitalarias concretadas y la sala de Necropsia puesta en condiciones podemos decir que estamos bien, en general, porque tenemos para el alumnos la oferta completa”.
“Apostando a que también sean lugares donde el alumno se sienta dueño, acostumbrándose a permanecer, es que el proyecto suma una biblioteca de imágenes con filmaciones de cirugías y casos clínicos. Entendemos que el alumno es el que tiene que darle vida a esas estructuras, más allá del funcionamiento propio”.
“Tenemos otras estrategias para que el alumno tenga contacto con los animales, como convenios con veterinarias particulares, salidas rurales y residencias. Pero tenerlo acá adentro y que ocurra antes que el alumno salga lo va a preparar mejor para cuando tenga que realizar su residencia y, finalmente, enfrente el mercado laboral”.

EL PROMVET

La mencionada financiación externa forma parte del programa de mejoramiento de enseñanza veterinaria (Promvet), al que se le aplicó “una redistribución de fondos, acordándose un reparto de alrededor del 75 por ciento en partes iguales para todas las unidades académicas estatales del país, mientras que el 25 por ciento restante se distribuyó de acuerdo con el número de alumnos y otros factores”.
Vale mencionar que como todos los programas de origen oficial “el 20 por ciento de los 4 millones de pesos lo pone la Unicen a modo de contraparte”.

LABORATORIOS

Las estructuras hospitalarias proyectadas por la Facultad tandilense –están contempladas también en la acreditación del Arcusur, equivalente al Mercosur– se complementarán con toda una “estructura de laboratorios de asistencia ya existente que cuando se concrete su traslado al Campus significará la totalidad del apoyo necesario para el funcionamiento de los hospitales”, adelanta el doctor Aba.
“Paralelamente el laboratorio de Virología, que desde su comienzo estuvo en la Chacra, en realidad se está trasladando también, pues estamos terminando un espacio en el SAMP destinado a su funcionamiento”.

TRASLADO DE AREAS DE DOCENCIA

“También estarán viniendo poco a poco, con el hospital de Pequeños, todas las áreas de docencia que tienen que ver con el Departamento de Clínicas y que aún funcionan en la Chacra. Una vez que se termine el hospital de Grandes lo harán también Cirugía, Semiología y Clínica de grandes animales”.
“De esa manera, lo único que estaría quedando en la Chacra desde el punto de vista de docencia es Anatomía, en el aula grande donde entran más de doscientos alumnos”.
“El nuevo proyecto contempla, a largo plazo, realizar acá el anfiteatro para esa materia, ocasión en la que recién podríamos hablar que la Chacra ya no tendría función docente, quedando liberada para cualquier otro proyecto que encaremos”.
Ya en un análisis final de la inquietud de crecimiento académico e institucional, opina el Decano que “independientemente de la existencia de la Coneau queda demostrado la necesidad de un proceso de autoevaluación permanente, con un mecanismo de mejora incluido”.
“Si se puede mantener esa idea hacia adentro de la institución, periódicamente del rol de la Coneau, y generar un programa de mejora a partir de esa propia evaluación creo que todas las unidades vamos a ir creciendo mediante una acción basada en esa estrategia de diagnóstico, destinándose así los fondos al punto que mayor necesidad tenga de ellos”.
No olvidó el funcionario que “la construcción en marcha de la Biblioteca General, el otro gran déficit que teníamos en el Campus, facilitará las cursadas de los alumnos ya que llenará horas de permanencia, entre clases teóricas y prácticas, que ahora obligan a ir y volver de la ciudad”.
Puede decirse que con las nuevas construcciones Ciencias Veterinarias habrá subido un gran escalón de su trayectoria que la ubica, en el plano nacional e internacional, en un lugar de indudable jerarquía.


¿Por qué no?

Marcelo Alfredo Aba, titular de Veterinarias desde 2009, tandilense de 51 años de edad, casado y padre de 3 hijos, es médico veterinario y doctor, con MSc y PhD, ambos posgrados cursados en Upsala, Suecia, amén de profesor titular en la actualidad universitaria local.
Tiene una particularidad denotada en el contacto periodístico: no hace mero uso de la palabra sino que habla para decir cosas. Y lo hace en forma prolija, sin dejar que el árbol le tape el bosque.
“Tras esto que hemos conversado – selló su reseña amena el Decano -- sólo puede decirse que si algo académico le falta a la Facultad, por encima de las necesidades que su propio crecimiento genera, es una fracción de campo cerca de Tandil, para que los alumnos puedan hacer sus prácticas sin depender de lugares prestados”.
“En fin, se trata de una mira futura. Por ahora estamos muy conformes con lo que tenemos y tenemos en construcción a concretarse en el año 2011”.