Lunes 5 de abril de 2021

Autoridades de Rectorado reciben documento regional 8M

Autoridades de Rectorado reciben documento regional 8M
 
La reunión tuvo el objetivo de compartir el documento elaborado, en el marco del #8M, por la Asamblea regional de la que participaron alrededor de 300 mujeres de los distintos claustros y de todas las sedes.
 
En la reunión se enfatizó el carácter político de cada uno de los puntos explicitados, invitando a las autoridades, a entender esas demandas  como una Guía hacia una universidad con políticas institucionales que pongan el foco en revertir las desigualdades basadas en el género, así como en renovar los compromisos en prevenir  las violencias.

El documento evidencia la necesidad de reconocer los sesgos de género, en las prácticas y discursos de la institución, como primer paso hacia una renovación de la academia, en clave de género. 

DOCUMENTO DE DEMANDAS Y REIVINDICACIONES A LA UNICEN, EN EL CONTEXTO DE 8M 2021
 
¿POR QUÉ PARAMOS? y ¿CUÁNDO PARAMOS?
 
Tandil, 8 de marzo 2021.
 
Al Rectorado de la UNCPBA
 
Cr. Roberto Tassara
 
Dr. Marcelo Aba
 
Prof. Mabel Pacheco
 
S/D
 
Nos dirigimos a Uds., y por su intermedio al Consejo Superior, a los efectos de presentar nuestras demandas y reivindicaciones de géneros y sexualidades en torno a las problemáticas vividas cotidianamente en nuestra universidad.
 
En principio destacamos que las universidades se han ido constituyendo, a lo largo de la historia, en un actor territorial y político imprescindible para la lucha contra las desigualdades, a la vez que se asumen como un territorio atravesado por diversas formas de exclusión, maltrato y discriminación que es necesario reconocer y revertir.
 
En UNICEN nos reunimos para reivindicar los derechos de las mujeres y disidencias trabajadoras
 
Nos preguntamos ¿Cuándo Paramos?
 
Porque durante 2020, en el contexto de aislamiento social preventivo obligatorio, por pandemia por Covid 19, nuestros hogares se convirtieron en aulas, oficinas, boxes de investigación, bibliotecas. Nuestros espacios domésticos fueron invadidos y lo laboral se impuso sobre nuestra vida diaria. Como mujeres de la comunidad universitaria somos parte de esta realidad que trastocó nuestras vidas e hizo recrudecer, poniendo en evidencia, las desigualdades de género, especialmente en las tareas de cuidado. Coexistieron en tiempo y espacio nuestros roles de teletrabajo con los de cuidadoras. La pandemia nos empujó a la virtualidad y las mujeres nos unimos para dar respuestas a la emergencia sanitaria en primer lugar y garantizar la continuidad de nuestro trabajo para el sostenimiento de las funciones universitarias.
 
Y nos preguntamos ¿Por qué Paramos?
 
Reconociendo que las desigualdades basadas en el género, han sido y son tema de preocupación en el ámbito académico y han dejado de ser sólo objeto de estudio y reflexión para instaurarse como un modelo de gestión, necesario y estratégico para la cultura institucional de las universidades.
 
En septiembre de 2015 se conformó la RED INTERUNIVERSITARIA POR LA IGUALDAD DE GÉNERO Y CONTRA LAS VIOLENCIAS (RUGE). A partir de allí en las universidades nacionales estamos promoviendo líneas de intervención, a través de la conformación de Áreas, Programas 1o Secretarías de Género y la implementación de dispositivos como los Protocolos en caso de violencia de género.
 
Respecto de la UNICEN es necesario destacar algunas experiencias que han ido creando condiciones materiales y simbólicas para entender el género como un organizador de la vida social. La UNICEN cuenta hoy con Grupos de Estudios, Carreras de posgrado, Líneas de investigación, Cátedras Libres, Proyectos de Incentivos, publicaciones, Jornadas Académico -Científicas e iniciativas de formación, extensión y producción artística que centran su interés en los derechos de las mujeres y las disidencias sexuales, en la historia de las mujeres, en la economía feminista, en la organización patriarcal del espacio, así como en las dinámicas sexo genéricas institucionales.
 
Desde 2016 contamos con un Protocolo de actuación ante situaciones de violencia por razones de género y en 2017 el Consejo Superior aprobó el Programa de Abordaje Integral contra la violencia y discriminación por razones de género e identidad sexual, dos herramientas centrales para combatir, prevenir y erradicar las violencias de género.
 
Además, la UNICEN es una de las Universidades que participa con representantes institucionales en la RUGE-CIN. Si bien celebramos estos compromisos institucionales en el camino por revertir desigualdades basadas en el género o la identidad sexual, seguimos sosteniendo las demandas que hemos elaborado colectivamente en los espacios de asambleas feministas interclaustros.
 
En el marco del Paro Internacional y plurinacional de Mujeres Trabajadoras, Lesbianas y trans-travestis del 2021, presentamos los siguientes ejes:
 
Sostenemos la necesidad de profundizar las políticas institucionales en materia de prevención y combate del acoso y la violencia laboral por motivos de género, en el marco de la ratificación del Convenio 190 de la OIT. Y en tal sentido, más allá de que las Universidades no conforman la Administración Pública Nacional, instamos a poner en marcha estrategias para tomar medidas que acompañen ese gran paso (tal como se hizo con la Ley Micaela, a través de la adhesión del CIN).
 
Valoramos las acciones de capacitación en género, previstas por la Ley Micaela, desarrolladas en 2020 y exigimos la continuidad y ampliación para toda la comunidad universitaria, en su organización y puesta en práctica, en articulación con las propuestas del Programa de Género Unicen.
 
Reclamamos la paridad de género en la conformación de los órganos de cogobierno, y en todos los ámbitos de representación académica y de gestión de la Institución (Comisiones evaluadoras, tribunales de tesis, conformación de mesas de congresos, paneles institucionales, etc.). Sostenemos la necesidad de iniciar un camino en la búsqueda de la paridad en la conformación de las secretarías y áreas de gobierno de rectorado. Asimismo, exigimos la incorporación de les becaries en los ámbitos de representación de la Unicen.
 
Requerimos la incorporación de la perspectiva de género en los planes de estudio de todas las carreras de grado y de posgrado, así como las referencias de autoras mujeres e identidades sexo-disidentes en los diversos campos disciplinares.
 
Entendemos necesaria la incorporación de contenidos de la Ley ESI (Ley N° 26.150), en los planes de estudio de los profesorados universitarios -dado que en el futuro desempeñarán el rol docente en los distintos niveles educativos-. Paralelamente sostenemos la necesidad de la implementación efectiva de la Ley de Educación Sexual Integral con perspectiva de género en los espacios maternales, jardines de infantes y escuelas preuniversitarias.
 
En el marco de la Ley N° 27610, de Acceso a la interrupción voluntaria del embarazo, de la Ley 26.743 de Identidad de género, y de la Ley 26.657 de Salud Mental, de la Ley 26.529. Sobre Derechos del paciente, necesitamos un equipo de atención a la salud, que considere en sus prácticas y discursos la legislación vigente en materia de derechos sexuales y no reproductivos, alejándose de intervenciones moralizantes y normativizantes.
 
Asimismo y en virtud de la injerencia del Departamento de Legales, en el dispositivo del Protocolo de Actuación ante situaciones de violencia por motivos de género, así como en otras instancias donde se dirimen situaciones relacionadas a las desigualdades basadas en el género,  sostenemos la necesidad de diseñar e implementar estrategias de sensibilización en género para los Equipos de Salud y de Legales.
 
Denunciamos la falsa idea de la meritocracia académica y exigimos políticas afirmativas que garanticen la igualdad de género en la trayectoria institucional. Es necesario revertir las asimetrías de poder instauradas en los ámbitos universitarios y por ello reclamamos que se contemple la multiplicidad de tareas que sobrecargan especialmente a las mujeres en la vida familiar, a la hora de analizar el rendimiento en la producción académica en la Carrera Docente y en todos los espacios laborales.
 
Directamente relacionado con las exigencias habituales que nos imponen las tareas de cuidado y el trabajo no pago de reproducción de la vida, entendemos la necesidad de definir estrategias, acordadas con los espacios sindicales, que garanticen el derecho a la desconexión. Solicitamos se contemple el cupo laboral para personas trans y travestis, como ha sido ya implementado en otras universidades nacionales desde 2018. En relación a ello y dados los avances de trabajo en torno a la temática en UNICEN, solicitamos el tratamiento del Proyecto de Acceso a la educación y al trabajo para personas trans, en el transcurso del 2021, por el Consejo Superior.
 
Reiteramos la necesidad de la incorporación de la licencia laboral por violencia de género, a dos años de haber sido presentada ante la Unicen y no tener respuestas de su implementación.
 
Queremos que se garantice el derecho a la educación, en situaciones de violencia de género, a través de la implementación de modalidades alternativas a la presencialidad y a la sincronicidad en los espacios virtuales.
 
Solicitamos ampliar y garantizar espacios de cuidado no mercantilizados para toda la comunidad universitaria que transite la etapa de crianza de sus hijes.
 
Instamos a las distintas unidades académicas y áreas a considerar en sus estructuras edilicias y mobiliarias, la posibilidad de espacios inclusivos para corporeidades no hegemónicas. Requerimos que se habilite el uso del lenguaje inclusivo/incluyente en la universidad, tomando como base las experiencias de las tres unidades académicas que en 2019 aprobaron la posibilidad de su implementación. En tal sentido, evidenciamos la necesidad de diseñar estrategias para evaluar el impacto de género que ha naturalizado la invisibilización de mujeres e identidades no binarias, en las prácticas cotidianas académicas y administrativas.
 
Consideramos necesaria una revisión de la actual distribución de espacios que contemple la equidad de género, tendiendo a la justicia espacial de una universidad cuidadora que ponga en el centro de sus decisiones a la vida de las personas (Ej:baños universales, paradas de colectivos transparentes, iluminación, espacios verdes y de sociabilidad, galerías cubiertas que garanticen el desplazamiento en los campus de las distintas sedes)
 
En relación al Programa de Abordaje Integral contra la violencia y la discriminación por razones de género e identidad sexual (aprobado por OCS 6871 en noviembre de 2017) solicitamos su jerarquización y financiamiento, de modo que pueda profundizar estrategias de sensibilización y formación en las distintas sedes, así como ampliar efectivamente acciones de asesoría y acompañamiento a la totalidad de la comunidad universitaria. En tal sentido, se hace evidente la necesidad de destinar presupuesto que permita además consolidar un equipo de trabajo con profesionales formades específicamente en perspectiva de género y diversidades, que pueda tanto orientar, como diseñar e implementar las acciones necesarias para revertir las desigualdades basadas en el género y las violencias por motivos de identidad y orientación sexo-genérica, como asesorar a los equipos de gestión.
 
Pedimos entonces la creación de Secretarías de géneros, igualdad y diversidad tanto en el ámbito de Rectorado como en las unidades académicas.
 
Requerimos también reforzar y ampliar el equipo de trabajo afectado al Protocolo de actuación ante situaciones de violencia de género y discriminación por cuestiones de género (OCS 4589 de noviembre de 2016), dado que en los últimos 3 años se efectivizaron mas de 40 denuncias de estudiantes, docentes, nodocentes e investigadoras de las distintas unidades académicas y áreas. Complementariamente requerimos formación permanente para el equipo, en perspectiva de Derechos Humanos, Género e Interseccionalidad.
 
Solicitamos la implementación de las Consejerías de género por sede, previstas en el Programa de Abordaje Integral contra la violencia y la discriminación por razones de género e identidad sexual.
 
Por último entendemos necesario que quienes integren los futuros espacios de gobierno y conducción de la Unicen consideren en sus propuestas compromiso con acciones que tiendan a visibilizar y combatir el régimen de género, sexista, binario y jerárquico, en la búsqueda de una universidad plural, democrática y feminista.
 
Coincidimos con Marta Lamas, en que "Solo mediante la crítica y la deconstrucción de las creencias, prácticas y representaciones sociales que discriminan, oprimen o vulneran a las personas en función del género es posible reformular, simbólica y políticamente, una nueva definición de la persona. El género es cultura, y la cultura se transforma con la intervención humana"
 
Nos despedimos, poniendo a disposición nuestros saberes y la experiencia activista y militante, herramientas con las que estamos convencidas forjaremos no sólo una universidad, sino una comunidad más justa.
 
Feministas Unicen