Viernes 16 de noviembre de 2012

Ana Montenegro adelanta contenidos del libro que presentará el jueves 22

Ana Montenegro adelanta contenidos del libro que presentará el jueves 22

La estela de conquistas académicas que desde que egresara en el `73 de la actual Universidad Nacional del Centro sigue dejando la hoy doctora en Filosofía y Ciencias de la Educación, título que obtuviera en la UNED (España), profesora asociada de la facultad de Ciencias Humanas e investigadora del Núcleo de Estudios Educativos y Sociales, Ana María Montenegro, tandilense, habla por sí sola de la calidad de su formación docente, amén de un amor sin fronteras por la Educación premiado en varios países del mundo.

“En la época de la dictadura – memoró en grato coloquio – me aplicaron la ley de prescindibilidad, me fui de Tandil y volví en el `86 a trabajar en la carrera de Ciencias de la Educación, más precisamente en Historia Social de la Educación, empezando en la década de los ´90 en el área de investigación”.

“Alrededor del 2000 me conecté con este postgrado específico sobre Historia de la Educación, en Madrid, España; en 2011 defendí la tesis que ahora publico en el libro “Un lugar llamado escuela pública origen y paradoja Buenos Aires 1580--1911”, obra que será presentada el jueves 22 del actual a la hora 19.30 en la Cámara Empresaria, calle Mitre 856.

GRAGEAS DEL CONTENIDO

Madre de 3 hijos y abuela de 2 nietos, Ana María, a la manera de respuestas a nuestro interrogatorio, adelantó los principales porqué de su trabajo.

--- ¿Cómo surge la escritura de este libro?

--- Es el resultado de la tesis del Doctorado, trabajo largo y complejo en el que reconstruyo casi 300 años de la historia de la ciudad de Buenos Aires, instituyendo la categoría espacio y lugar.

---- ¿ Por qué si es una reconstrucción histórica plantea cosas del presente?

--- En la introducción planteo cuestiones del presente y el porqué esta mirada histórica puede aportar al presente. Luego planteo una realidad que hoy no se interpela, esto es los cambios que vienen desde la ley federal de 1993, después derogada por la ley nacional de educación de 2006.

Los perfiles de ambas son diferentes en relación al tema del rol del Estado. No obstante había algo que me llamaba la atención: que desde la ley del `93 se dice que todas las escuelas son públicas, lo que cambia es la gestión que puede ser estatal o privada, algo que podría estar impactando al interior de las escuelas.

Antes de la década de los ´90 teníamos muy claro que éstas eran las escuelas públicas y éstas las privadas, tanto en Buenos Aires como en la Provincia y la Nación. Lo actual modifica la visión anterior, porque ya lo público no es esa escuela pública de derecho y deber del Estado sino que está tendida como una escuela (un lugar) abierta al público, que puede así ser estatal o privada.

Quiere decir – ejemplificó – que si tengo la escuela 1 frente a la Plaza no tuvo siempre la misma identidad. Primero medio diluída, hasta que el edificio, la bandera, el nombre y otros datos nos van dando cuenta que es una escuela pública, gratuita, financiada por el Estado. Por otro lado, nos va dando cuenta que había otro tipo de escuelas con otras características.

--- ¿Qué desmitifica mirar la escuela como un “lugar”?

---- En el libro voy desmembrando, como las capas de una cebolla, todo ese complejo proceso hasta que la escuela adquiere identidad de tal, para después llegar a la conclusión de que en realidad esa identidad lograda no es tan fácil borrar con un giro discursivo.

--- ¿Se puede articular este trabajo a las fundaciones de las escuelas de Tandil?

--- Sí, porque son todas escuelas construidas con la misma matriz previa sarmientina, con su respectiva concepción de lo público. Todas se unen. Ya desde 1881 las escuelas de Buenos Aires pertenecían a la jurisdicción de la provincia; después se separan.

--- ¿Por qué hace referencia en el titular a una paradoja?

--- El origen se refiere a en qué momento adquiere entidad de pública, diferenciándose de la privada, y paradoja es porque lo que voy viendo también contiene una paradoja intrínseca. Las escuelas públicas comienzan todas en lugares alquilados, llegar al edificio propio es todo un desafío, acompañado o no por el Estado.

La paradoja consiste en que lo que nunca se logró es que las escuelas, y la Educación, tengan un presupuesto autónomo, es decir un fondo escolar permanente, como le llamaba Sarmiento y que, a lo largo del tiempo el presupuesto educativo está atado al presupuesto general.

Es decir que siempre está sufriendo los vaivenes y altibajos, lo que actualmente se manifiesta cada fin o principio de año cuando los maestros reclaman mejoras en sus salarios. Esa articulación con los problemas financieros dan sentido a la paradoja.

---- ¿Se puede recuperar ese sentido perdido del lugar escuela pública?

---- Considero que todavía la escuela primaria pública cumple una labor fundamental. Lo que pasa es que ha ido perdiendo ese espacio que tenía en el tiempo, esa labor de gran fuerza de instrucción y formación, quedando con el paso del tiempo desplazada a las tareas de asistencialismo, vale decir sufriendo un corrimiento de su labor original y la pérdida de atracción por parte de la clase media que hoy la está dejando al recurrir con sus hijos a la privada.

Esa atracción, así como su rol formativo fundamental, habría que recuperarlos.