Tuesday 29 de October de 2013
Tandil

25 años de Arte: “Los llevo en el corazón de mi corazón”

25 años de Arte: “Los llevo en el corazón de mi corazón”

El encuentro celebratorio del 25º aniversario de la Facultad de Teatro de la Unicen tuvo, la noche del viernes último en el Aula Magna, sus momentos de emocionados clímax.

Uno de ellos fue, durante la entrega de recordatorios a los docentes y no docentes jubilados, el destinado a la veterana profesora Marta Sánchez, 90 años de edad. Arreciaron en su honor calurosos aplausos que recibió, de pie, al cerrar su breve agradecimiento dirigido a “ustedes y a todos los argentinos” al reconocer su nacionalidad uruguaya.

Le siguieron en emoción los reconocimientos como Profesor Emérito dirigidos a la profesora María Elsa Chapato, primera secretaria académica de la entonces, en 1988, Escuela Superior de Teatro convertida en Facultad de Arte en 2002 y al médico veterinario oriundo de Tigre, provincia de Buenos Aires, y formado en la UBA, Juan Carlos Catalano, que emigrara a Tandil convirtiéndose en el fundador de la gestión teatral de la Unicen.

PALABRAS DE AGRADECIMIENTO

Leídos desde la conducción del acto los respectivos compendios de sus curriculm, Chapato, muy emocionada, agradeció el gran reconocimiento consistente en un diploma recibido de manos de María Cristina Dimatteo y una plaqueta entregada por Ana Funaro.

“Cuando hace unos días me enteré de esto sólo pude pensar en toda la tarea que hemos hecho en 36 años que estoy acá y que ha sido muchísimo para abrir el camino. Ya entonces pensé en que iba a llorar, como ahora. Muchísimas gracias”.

También muy sentido, el profesor Catalano, a quien cedieron el diploma el rector Roberto Tassara y la plaqueta Martín Rosso, titular de Adunce, anunció haber cumplido 50 años como profesor. “En primer término quiero agradecer a dos seres maravilosos: me refiero a don Juan Pedro Nicolás, que nos dejó hace 20 años, y a doña Elba Nizolo, mi madre de 96 años que todavía la tengo conmigo”.

Luego de agradecer el gran apoyo “a las dos mujeres que me acompañaron en mi vida y me dieron dos hijos cada una, el homenajeado anecdotó los comienzo de la Escuela, “cuando nos reuníamos en cualquier rincón para hacer teatro”. Más adelante extendió los merecimientos “a todos los que contribuyeron en la formación y el crecimiento de la Facultad, en especial a María Elsa Chapato, quien creyó en el proyecto pionero demostrando que cuando nos reunimos y emprendemos algo no sólo puede crearse una Facultad sino también una ciudad pujante y un país mejor”.

 “Aspiro en los próximos años a ver cómo colegas nuestros reciben esta misma distinción. Y para finalizar digo lo de siempre: los llevo a todos en el corazón de mi corazón”.

Tanto María Elsa como Juan Carlos, “el negro Cata” para el cariño general, fueron objeto de calurosos abrazos de autoridades, colegas, familiares y amigos.