Sociedad
7 de marzo de 2013

Mujeres en la Tercera Edad

Dra. Sara IAJNUK

La vejez es un período de la vida en que las personas pueden ser capaces, de explorar, de crear, partiendo de un excelente recurso que es la experiencia, desarrollando aptitudes antes no reconocidas”.

Dra. Judith Salerno, Directora del Instituto Nacional del Envejecimiento de los EEUU

 

La Tercera Edad se ha convertido en la etapa más larga de la vida, en la “epidemia moderna”  gracias a los adelantos científicos y técnicos, y liderada por las mujeres.

Esta tendencia sigue en aumento, dejando atrás la “pasividad” para instalar una nueva forma de vida, un nuevo paradigma, el “envejecimiento activo o saludable”.

La perspectiva actual de la longevidad genera un sentimiento esperanzador por lo que las mujeres de hoy no estamos dispuestas a renunciar. Todo lo contario, estamos transitando, aprendiendo y “desarrollando un nuevo modelo de vivir” a través de la Educación para la Salud, entendiendo por salud, no solo al bienestar físico, sino psíquico y social, reclamando el derecho a la inclusión en una sociedad para todas las edades y con igualdad de oportunidades. Este es nuestro desafío.

Envejecer activamente, vivir en plenitud, en forma placentera, con optimismo y humor positivo.

Cuando decimos “desarrollar” nos referimos a adquirir habilidades y destrezas, aumentar capacidades, tener proyectos, mejorar constantemente las propuestas, según el enfoque personal, manteniendo la autonomía, independencia, libertad y lograrlo dentro de la cultura a la que pertenecemos.

La Creatividad no se puede enseñar pero se puede aprender, rompiendo la rutina diaria con imaginación, desarrollando nuevas habilidades de pensamiento y personalidad, buscando en la propia mente.

Lo importante, lo que interesa es la contribución al bienestar humano y a la calidad de vida.

Tenemos claro que cuando hablamos de Calidad de Vida, no existen estándares universales, pero sí necesidades básicas: nutrición, vivienda digna, derecho a la salud, a la educación, a la seguridad y a la recreación.

La satisfacción que experimenta cada persona es el resultado de combinar componentes objetivos y subjetivos, dentro de una escala de valores, aspiraciones y expectativas personales y ha sido la mujer por muchos años relegada de esta elección.

La Mujer de la Tercera Edad acepta su rol de madre, esposa, abuela y también de hija, aunque ya sus hijos se hayan independizado, sus nietos la necesiten, sus padres la demanden como cuidadora y en muchos casos hasta la esclavicen. La mayoría siguen realizando las tareas domésticas, más que los hombres y por lo tanto tienen menos tiempo libre que ellos, debiendo soportar cargas físicas y emocionales generando con frecuencia agotamiento, angustia y depresión. De todos modos esto no atenta contra su deseo de superación personal, sólo debe aprovechar las oportunidades que se le ofrecen.

La Mujer de la Tercera Edad debe romper con el mito y prejuicio del “viejismo”, poseer confianza en si misma, valor, capacidad intuitiva, curiosidad intelectual.

La mayoría de las Universidades de nuestro país, ofrecen cursos de capacitación  para Adultos Mayores una educación no formal que abarca los temas más diversos y vemos con satisfacción el creciente número de alumnas cada año.

En  mi ciudad, La Plata, contamos, desde hace 17 años con el PEPAM, Programa de Educación Permanente para Adultos Mayores, de la Facultad de Humanidades de la UNLP, más de 80 cursos y talleres se ven colmados en su mayoría por mujeres y han debido realizarse convenios con otras instituciones y municipalidades cercanas para cubrir las expectativas y extender la cobertura de la demanda.

“Se puede seguir aprendiendo toda la vida” este es el lema, y desaprender los prejuicios, para acceder a los cambios culturales, ambientales, científicos, tecnológicos que nos plantea este siglo XXI; participar en las decisiones que les competen a los adultos mayores. Mejorar el autocuidado, mantener la autonomía y fortalecer la resiliencia.

Para poder vivir satisfactoriamente se requiere construir una  estrategia madura, para manifestar claramente las ideas, en forma directa y equilibrada. Transmitir y compartir las experiencias de modo que contribuyan a una sociedad más justa, más solidaria como modelo de las nuevas generaciones. 

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Dra. Sara IAJNUK:
Médica especialista en Geriatría y diplomada en Gerontología. Docente Universitaria.  
Contacto: iajnukdistefano [at] netverk [dot] com [dot] ar