Thursday 29 de May de 2014
Tandil

Pertenencia

Pertenencia

El insobornable paso del tiempo que pasa y nos pasa dice que ha transcurrido medio siglo de aquella memorable asamblea popular celebrada en el Salón Blanco de la Municipalidad, simiente de la espléndida Universidad actual. Algo que nos honra. Distingue. Enorgullece. Emociona. Que llega a las entrañas del espíritu.

Por eso los ojos de quienes quedan del grupo de personas que creyera en el dueño de la idea fundadora, el entonces profesor Osvaldo Marcelino Zarini, están hoy más humedecidos que de costumbre. Conmovidos por recuerdos de la dura faena por lograr el convencimiento propio y de los demás librada a su lado. Timbre a timbre. Casa por casa. Escuela por escuela de un Tandil entonces descreído de merecer una universidad.
Ya el acto alegórico previsto se encargará de acompañar esas lágrimas incipientes endulzándolas con citas históricas, memorables. También con detalles, reconocimientos. Elogios. Loas dirigidas al ejemplo de cumplir con la pasión trabajando para los demás sin egoísmos y con esperanza.
Pero una vez acalladas todas esas voces a medida que el tiempo sigue pasando, de poco servirían si aquel esfuerzo hazañoso iluminado por la antorcha zariniana, aquel gran ejemplo, no es guardado en las mentes. Con cuidado de celoso archivo. Presto a aparecer ante cualquier revisión memoriosa. Con natural sentido de pertenencia. De propiedad genuina. Bien tandilense. Bien de la región.

Solo así, aunque nuestra Universidad haya tomado lógicos caracteres regional y nacional, podrá seguir cumpliéndose con la identidad de pueblo que merita aquel espíritu fundador nacido con sentido de pertenencia popular.
Sólo así, mediante el recuerdo agradecido a Zarini y sus seguidores, podrá la enorme conquista continuar alimentando con su ejemplo los sueños de los demás. De todos y de las generaciones que vendrán.