Muestra de pinturas en el Consejo Superior de Rectorado
Este viernes a las 19 en el salón del Consejo Superior de la Universidad Nacional del Centro (Pinto y Chacabuco) se inaugurará la muestra denominada “Paisajes del Valle”, con pinturas relativas a Tandil a cargo del maestro José Martínez Pérez.
La iniciativa se inscribe en el marco de la recuperación del histórico espacio de la planta baja del que fuera Palace Hotel, para realizar temporariamente exposiciones pictóricas. En diciembre pasado fueron colgados cuadros del salón de pintura Arte – Tango que organizó la Secretaría de Extensión junto con la Agrupación Apóstoles del Tango.
En la ocasión, en homenaje al 190º aniversario de Tandil, se dedicará la temática a la ciudad, muy próxima ya, a festejar su propio bicentenario. En tal sentido, dentro de un par de meses se seleccionarán más pinturas relativas a la ciudad -de autores varios- y se realizará otro acto al respecto, con proyección aproximadamente hasta finales del presente año.
El pintor
José Martínez Pérez nació en Cataluña, España, pero reside en Tandil desde que era adolescente. Se siente “más tandilense que la Piedra Movediza” y frecuentemente le regala a la ciudad obras de arte que reflejan la inconmensurable belleza de nuestros paisajes.
Cursó sus primeros estudios de pintura en Bellas Artes de Tandil. Fue alumno del prestigioso maestro Ernesto Valor. Tomó clases también con Cabanas Oteiza.
A los 20 años recibió una beca por parte del Instituto de Cultura Hispánica, para perfeccionarse durante un año en España y Francia.
Volvió a Tandil y poco tiempo después viajó a España para estudiar durante siete años, en la Academia de San Jorge de Barcelona y en la de San Fernando de Madrid. De esa época guarda permanentemente numerosos recuerdos y anécdotas.
Fue reconocido con el Diploma de Su Santidad, Juan Pablo II, y recibió la Bendición Apostólica por el Jesús Misericordioso que pintó, para la Iglesia de Nuestra Señora del Carmen, en 1994, y que desde entonces se aprecia allí, en la avenida de España Nº 50 de la ciudad de Tandil.
“Sus trabajos, al exponerse, intentan ser completados con la mirada inteligente y sensible del espectador ... De este modo, derrama su luz sobre nosotros mismos, en el acto de observar la obra con el corazón. Es una creación para degustar con los ojos del espíritu. Donde hay latido, hay vida. Y estas obras, laten”. (Comentario de Isabel Ramdi, 2006).