Monday 18 de March de 2024
Tandil

Graduado de UNICEN es asesor financiero y gastronómico en EEUU

Graduado de UNICEN es asesor financiero y gastronómico en EEUU

Adrián Pendás, UNICEN for export

(Por Lic. Alejandro Latorre – Prensa UNICEN)

Un hilo sutil por el que podría caminar una hormiga, pero tan fuerte como para sostener el esfuerzo de miles de lavadas de cara en cientos y cientos de amaneceres con la decisión inspirada en “Carpe diem” (aprovecha el presente), la frase del lírico romano Horacio, retomado en el film La Sociedad de los poetas muertos, une a aquel pibe del arrabal tandilense de los 90 -la otra década infame para muchos- con este empresario, trainer coach con PNL, capacitador, conferencista y actor que mira al mundo desde Carolina del Norte, Estados Unidos.

Adrián Pendás visitó hace un tiempo la estatua que en el país del norte le hicieron a Sylvester Stallone protagonizando a Rocky como un viajero más; pero sintió, como pocos, como la vida con una brisa le susurraba al oído que el verdadero campeón era él por haber decretado de pichón que su vuelo no tendría límites.

Es sábado de sol en Tandil y mañana nublada en Wilmington. Las agujas en el pueblo de Tata Dios marcan las nueve; en la tierra del Tío Sam las siete. Una pantalla deja ver al periodista y a su entrevistado, rectángulo mágico y luminoso que es símbolo de este tiempo en el que las distancias parecen perecer.

“Me crie en Villa Italia, cerca de la Ruta Nacional 226, sobre la calle Langueyú. Fui a la Escuela 21 hasta sexto grado. Después mis viejos accedieron a una casa de un plan de la UOM (Unión Obrera Metalúrgica) y terminé séptimo en la Escuela 32, del barrio Villa Gaucho. La secundaria la hice en la escuela Técnica, especializándome en computación, porque vi que por ahí venía el futuro. En el final de esa etapa tuve que decidir por dos de mis intereses, el teatro y la administración. Ganó la última, gracias a una profesora de contabilidad que me guio.  De todas formas, luego, en paralelo a mi cursada en la Facultad de Ciencias Económicas, inicié la carrera de Teatro como no residente, los sábados”, narra Pendás desde su oficina.

Adrián iba al campus, estudiaba Administración de Empresas, y, para solventarse, trabajaba en “Listo el pollo” - comercio pionero en el rubro, surgido gracias al emprendedor Carlos Fernández-  y en el Centro de estudiantes de la Facultad, en donde recibía boletos para el colectivo a cambio de sus labores.

“Cuando terminé de estudiar, pensaba irme a Buenos Aires, pero entré al Banco Galicia de mi ciudad, donde estuve seis años. Luego trabajé una década en el Banco Patagonia”, recuerda con un tono de voz que deja ver como se hermanan la energía del entusiasmo con la de la contemplación del camino.    

“Cuando se dio cuenta que no quería seguir más ejerciendo en entidades bancarias lo tentó la carrera de coaching, especializándose en programación neurolingüística. “Ya había resuelto bastante mi economía y quería indagar y trabajar sobre mi propósito en esta vida, por eso emprendí otro recorrido”, explica y agrega que antes tuvo que vivir una experiencia de transición.

“Seguí con un modelo que viene del Japón, llamado Ikigai, desde donde se alienta a entrelazar una pasión y una habilidad con lo que el mundo necesita y puede pagar. Teniendo en cuenta eso, monté, entonces, una empresa de gastronomía, porque me encanta cocinar, hacer asados.  ´Que cocine otro´, se llamaba esa pyme con la que iba a eventos empresariales y familiares a preparar el típico plato criollo”, cuenta. 

Más tarde, en septiembre de 2020, se recibió de coach y su empresa era un éxito; pero “un año después surgió la posibilidad de venir por cinco años con toda la familia a Estados Unidos gracias al trabajo de Paola, mi mujer. Acá sigo como asesor con emprendedores latinos, sobre todo de restoranes, para fortalecer equipos de trabajo y liderazgos. También como consultor en economía, gracias a los saberes que adquirí en la Facultad de Tandil”, relata y en el aire parece nacer ese viento que producen las palabras de la gente que lleva consigo el deseo ardiente de sembrar sueños. 

Alcanza propósitos

La consultora internacional Alcanza propósitos de Adrián Pendás se encarga de mejorar la calidad de vida de las personas y la cultura de las empresas, teniendo en cuenta que la gente pasa más del 50 por ciento de su tiempo en el trabajo. Es decir que con este abordaje se renueva el ámbito laboral, con un clima de buen trato y creatividad que favorece el crecimiento personal y profesional, lo que indefectiblemente enriquece la calidad de vida en general.

Quienes deseen ingresar en el maravilloso mundo de la autosuperación personal o colectiva pueden consultarlo a través de Instagram.

El valor de sus actuaciones teatrales

El multipremiado director de teatro Gustavo Lazarte describe a Pendás así: "Adrián es un gran actor, muy amable para ser dirigido. Ha hecho personajes soñadores, como a Pajarito en El amateur, un clásico del teatro argentino, de Mauricio Dayub. También interpretó conmigo a un boxeador en declive dentro de la emblemática Cámara lenta, de Eduardo Tato Pavlovsky. Este, para mí, fue su mejor trabajo, con una elaboración que incluyó un esfuerzo físico y una creación que tuvo que prestar mucha atención a lo psicológico. Con ese trabajo ganamos en el Festival Internacional Iberoamericano realizado en Mar del Plata. Nos eligieron por mejor espectáculo dramático. Con él disfruté del teatro, de las cenas con charlas maravillosas y de la vida bohemia. En pandemia hicimos teatro para muy pocas personas. Presentamos El Tao del sexo con un personaje muy comprometido. Es un gran compañero y un excelente actor. Se lo extraña en Argentina".