Barriadas cerró otro año de buenas acciones comunitarias

Junto a las organizaciones y voluntarios con los que compartieron un año de arduo labor en los distintos barrios de Tandil, el Programa Barriadas brindó un emotivo cierre.

Representantes de cada uno de los pilares que sostiene al mencionado Programa de la Unicen, estuvieron integrando el panel de oradores. Agustina Festa, representando al cuerpo de voluntarios, Amílcar Mendoza, haciendo lo propio con a las organizaciones barriales y la Lic. Fernanda Danessa y el Dr. Néstor Auza hicieron uso de la palabra en nombre de todo el equipo de Barriadas.

La sala B del Centro Cultural Universitario, decorada con paneles donde se expuso producciones realizas por los chicos que asisten a las distintas actividades que se desarrollan en los barrios y las más de 60 personas que colmaban la capacidad del espacio, le dieron el marco ideal para que se desarrollara el tan esperado encuentro.

Se proyectó un video compilado de los momentos mas significativos de los 10 años de trabajo. A posteriori los oradores hicieron uso de la palabra ofreciendo su punto de vista desde el lugar que les toca ocupar en esta “gran familia” que desde hace una década trabaja hombro a hombro en búsqueda de una sociedad más justa y una universidad socialmente comprometida.

Acto seguido, se hizo la oportuna entrega de certificados para las Instituciones y voluntarios. En esta ocasión se decidió hacer algunas menciones especiales a aquellos voluntarios destacados en su labor. En este contexto, Agustina Zabala, Rocio Garrido, Florencia Lasarte y Jessica Bonavetti fueron las distinguidas.

Ya casi concluyendo el acto, La Biblioteca Paula Albarracin de Sarmiento, representada por su Presidenta Mari Sánchez, pidió hacer uso de la palabra y sorprendió haciendo entrega de un diploma “A la Perseverancia y Compromiso Demostrado durante 2013”.

Reconocimiento doblemente emotivo, sobre todo para quienes están en Barriadas desde sus inicios pues,  la misma Mari Sánchez  fue quien allá por el año 2003 golpeó la puerta del entonces rector Néstor Auza para pedirle que la universidad tomara un rol protagonista para tender la mano a aquellos que más lo necesitaban.