Tuesday 20 de August de 2013
Tandil

“Saldremos hacia el inmigrante”

“Saldremos hacia el inmigrante”

Las condiciones de vida en Argentina de la población venida de los países latinoamericanos, a la que apuntan las modificaciones impuestas desde el año próximo pasado por la ley nacional 25.871, acaba de ser el núcleo principal de los debates desplegados durante tres días en el Centro Cultural Universitario durante las jornadas de difusión Inmigrantes Latinoamericanos y Derechos Humanos, que se realizaran organizadas por el CEIPIL, llámese Centro de Estudios Interdisciplinarios en Problemáticas Internacionales y Locales, perteneciente a la Universidad del Centro.

El abogado Mariano Pazo (a la izquierda, de la imagen), titular de delegaciones de la Dirección de Migraciones de la cartera nacional de Interior y Transporte, junto a Mariana Calvento, Julieta Nicolao y Delfina Di Lorenzo, todas integrantes del Centro dirigido por el magíster José María Araya, resumió líneas de la nueva mirada gubernamental volcada al tema.

“Contiene renovados avances comparada con la anterior, del 2004, con respecto a los derechos que les reconoce a los migrantes en materia de salud y educación, sobre todo, y suma los nuevos desafíos que, entendemos, deben encararse con respecto al direccionamiento y la interrelación ya que muchos de ellos exceden las facultades debiendo intervenir otros organismos públicos, como el INADI, ANSES o Trabajo”, expresó Pazo.

“En función de eso también nació el programa de Abordaje Territorial para estar más cerca de la gente y quebrar las viejas estructuras. Hay que practicar al revés, o sea ir hacia la gente en lugar de esperar que ésta venga a las reparticiones. Parecen desafíos simples, pero son complejos queriendo diferenciarse de las etapas que han pasado por diferentes leyes heterogéneas”.

“Hay un cambio interno y otro en la sociedad a la que saldremos a militar los nuevos aspectos para que la gente los conozcan. Para que después opine”.

LA DISCRIMINACION

“¿Si existe tanta discriminación para con el inmigrante? Sí, en realidad está segmentada en distintos renglones sociales. La gente del conurbano porteño, por caso, tiene una mirada diferente, más atenuada, en cuanto a la de las zonas capitalinas. Creo que se debe más que nada al desconocimiento y a la falta de interés por interiorizarse sobre los datos de la realidad; si se informa puede cambiar de opinión”.

“El último censo internacional, del 2010, dice que el 4,5 por ciento de la población argentina es inmigrante, mientras que Nueva Zelanda, Chile Estados Unidos y México tienen el 22 por ciento. Que la mayor parte está concentrada en los grandes centros urbanos también es un dato de la realidad, de manera que no debe trasladarse la cifra a lo largo y ancho del país”, comentó el profesional oriundo de Longchamps.

“La mayor parte corresponde a paraguayos, bolivianos, peruanos, ecuatorianos, colombianos y otros latinoamericanos; luego aparecen las nacionalidades consideradas fuera del convenio Mercosur, como venezolanos, brasileños, chinos y coreanos, por ejemplo. Estamos trabajando para que se incorporen quienes vienen de Guayana Francesa, Surinam y otras nacionalidades”.

MENOS QUE ANTES 

Añadió Pazo que la estadística histórica de la cantidad de extranjeros venidos a nuestro país “disminuyó en las últimas décadas. El máximo llegó a ser del 30 por ciento y en 1930 la cantidad de extranjeros en la ciudad de Buenos Aires era mayor que la nativa, como corolario de la gran inmigración de ultramar motivada por las guerras. Después, desde el ´50 la realidad mutó, aumentando la población de origen limítrofe”.

“En una maestría de Administración Pública que hace poco cursara en la UBA comprobé que casi el 15 por ciento de mis compañeros lo formaban ecuatorianos, colombianos y peruanos. Esto ayuda a pensar que los límites con nuestros vecinos son sólo imaginarios. Hay una gran afinidad entre los pueblos latinoamericanos”.

“Hay un acuerdo del Mercosur en el que todos deberíamos estar en una condición de igualdad recíproca, con constituciones nacionales abiertas y en el que tiene que ver con cada política de Estado. En Argentina tenemos 9.300 kilómetros de frontera “seca” que favorece la población irregular. Tenemos que identificar a la gente para que pase por el control migratorio y darle un DNI para que tenga derechos y obligaciones”.

La nueva ley, que reconoce la necesidad de regularizar, algo que constituye una necesidad estratégica porque necesitamos para mucho de la producción económica de nuestro país recurrir a la mano de obra latinoamericana. En construcción, a los paraguayos, en el campo a los bolivianos, segmentos que son vitales para que el país pueda avanzar. Reconoce así el Estado un necesidad natural de contar con ese tipo de trabajadores que viene a nuestro país y que en el propio no pudo encontrar y entonces migra eligiendo Argentina”.

EN LA UNICEN

En la Unicen , hasta el año último, “estudiaron 43 extranjeros sumando los centros de Tandil, Azul y Olavarría--- terció la estudiante Julieta Nicolao – mientras que este año contabilizamos más en forma extraoficial, en su mayoría venidos de Perú, Ecuador, Brasil, Chile y mexicanos, todos con estadía completa, porque es muy dificultoso el acceso a las universidades, o no encuentran en sus respectivos países la especialidad que desean. Además, hay europeos que concurren por períodos más cortos”.

Respecto a las virtudes que deben adjudicarse a las Jornadas en Tandil consideró el doctor Pozo “me parece que es una muestra de lo que viene. En la apertura se conocieron las tres visiones coincidentes acerca del tema, esto es del Ejecutivo Nacional, el Legislativo de la provincia de Buenos Aires y esta Universidad, demostrando que todos estamos dispuestos a trabajar en conjunto y no desde cada una de esas entidades sino saliendo a los barrios, adonde está la gente, descentralizando el servicio”.