Ecología | Sociedad
23 de junio de 2016

Proyecto para el tratamiento de residuos informáticos en Olavarría

Ing. Ricardo MULLE

Dentro de un convenio marco entre  la Fundación Loma Negra para el Desarrollo Sustentable y la Facultad de Ingenieria de Olavarría, UNICEN,  se convino un protocolo de trabajo denominado “Estudio de factibilidad Técnica, Económica y Legal, para la creación de una planta tipo de  revalorización y disposición final de Residuos Informáticos para la Región de influencia de  la Ciudad de Olavarría”, cuyos objetivos iniciales fueron entre otros:

- Contribuir a la producción de conocimiento sobre Residuos de Aparatos Eléctricos y Electrónicos (RAEE) para generar propuestas sustentables y sensibilizar sobre la temática en la comunidad de Olavarría.

- Caracterizar los componentes de los equipos informáticos existentes en el mercado.

- Determinar y Evaluar técnica y económicamente los procesos involucrados en la revalorización y disposición final de los Residuos Informáticos.

- Determinar y Evaluar el encuadre legal vigente de los procesos involucrados en la revalorización y disposición final de los Residuos Informáticos.

- Planificar las necesidades sobre el estudio de nuevas tecnologías para asegurar la sustentabilidad del emprendimiento.

- Determinar la Factibilidad del proyecto a largo plazo.

- Generar una propuesta de capacitación docente para desarrollar contenidos de Ciencias Naturales en las aulas de nivel primario, utilizando  los recursos informáticos obtenidos como revalorización de los residuos tratados, sensibilizar sobre la temática de RAEE a escuelas, tanto de nivel primario como secundario.

El Responsable Técnico del Proyecto fue el Ing. Ricardo Mulle, la Responsable área ambiental y legal fue la Lic. Romina Baldi y trabajaron como becarios  alumnos de las carreras de las Ingenierías  Civil, Electromecánica, Industrial, Química y un Estudiante de Profesorado de Química.

Del trabajo de 6 meses, de Junio a Diciembre de 2014, se desprendieron las siguientes conclusiones:

Es importante destacar, antes que nada, la importancia del tema abordado. En mayor o menor medida prácticamente todos los países del mundo están adoptando leyes o programas de promoción que favorezcan la gestión integral de los RAEE. En el caso de Argentina, al día de la fecha, no cuenta con una ley nacional que regule a los RAEE como tal, aunque sí se han realizado avances legislativos en los últimos años, además de haber más de un proyecto de ley en las cámaras legislativas. Por otra parte, en el marco del MERCOSUR, el país se encuentra en un programa de promoción que busca favorecer la difusión del tema, además de alentar la creación de emprendimientos dedicados a la revalorización y reciclado.

La instalación de una planta de tratamiento de residuos de aparatos eléctricos y electrónicos no puede plantearse simplemente como un emprendimiento de beneficio económico. El beneficio socio-ambiental suele ser primordial en este tipo de proyectos, por lo cual se debe buscar hacer parte de los mismos a todos los sectores de la sociedad. Un sistema de gestión integral de RAEE tiene viabilidad a largo plazo solamente si se integran en el mismo los sectores de gobierno, el sector privado y la población en general. Además, las tareas de difusión y concientización de la población en la temática son tan o más importante que la eficiencia técnica y económica del proyecto.

Las plantas dedicadas al tratamiento de RAEE varían desde emprendimientos particulares hasta organizaciones sin fines de lucro como fundaciones y cooperativas. Los primeros suelen ser empresas o privados en donde el beneficio económico es de suma importancia para la supervivencia de la misma. Por lo tanto suelen ser grandes acopiadores, que reciben una gran cantidad y variedad de material y que brindan una amplia gama de servicios a los generadores de RAEE. De esta manera, además de realizar en mayor o menor medida reutilización de equipos y componentes, se dedican principalmente al reciclado de materia prima, debido a que la cantidad procesada justifica la inversión en maquinarias. Por otro lado, las fundaciones y cooperativas suelen tener como objetivo principal la reducción de la brecha digital entre los sectores de la sociedad. Por ende, hacen hincapié en revalorizar y extender al máximo la vida útil de los aparatos y componentes, a su vez que fomentan la generación de empleo a través de la capacitación, así como la concientización a la sociedad en general.

El proyecto referente a este informe encuadra en la última categoría mencionada. La utilización de mano de obra intensiva en el proceso de revalorización tiene la ventaja de maximizar la eficiencia del mismo. Esto se debe a que los componentes tienen un mejor precio de venta cuantos más individualizados se encuentren, lo cual no suele lograrse con procesos mecánicos sencillos debido a la gran mezcla de materiales en piezas de pequeño tamaño. Por otro lado, la incertidumbre en cuanto a la demanda de equipos que ingresarán a la planta en un lapso de tiempo determinado desfavorece la fuerte inversión en bienes de capital desde un comienzo.

Por todo lo mencionado, se formularon los siguientes lineamientos y recomendaciones para poner en marcha el proyecto:

- Orientarse a la reutilización y revalorización de los equipos,  haciendo hincapié en principio en los procesos manuales por sobre los mecánicos lo que, entre otras cosas, minimiza la inversión de capital para poner en funcionamiento la planta.

- Comenzar con la mínima cantidad de personal necesaria hasta tener una demanda relativamente estable, que pueda proyectarse en el tiempo.  Acopiar gran cantidad de material reciclable para lograr cantidades considerables que justifiquen su traslado hacia tratadores finales.

-Realizar una fuerte campaña de difusión y concientización a la población, además de trabajar en conjunto con el gobierno municipal. Sin alguno de estos dos ítems la viabilidad a largo plazo del proyecto suele ser poco alentadora.

Para lograr la eficiencia económica de los materiales y componentes se recomienda, en un principio, trabajar de la siguiente manera:

- Extender al máximo la vida útil de los equipos y componentes, favoreciendo la venta de los mismos en el mercado de segunda.

- Financiar el costo de tratamiento de los residuos especiales mediante el cobro por los servicios a las empresas que donen sus equipos obsoletos. Para ello debe lograrse un acuerdo tal que sea beneficioso para ambas partes.

- En cuanto a los plásticos y metales trabajar con operadores locales, ya que su valor y cantidades no justifican el costo logístico de enviarlos directamente a tratadores externos.

- Por último, las placas de circuitos integrados pueden venderse a los exportadores. Debe lograrse una correcta separación entre los distintos tipos de placas, además de acopiar una gran cantidad que favorezca la relación comercial con el comprador.

© Todos los derechos reservados.

Ing. Ricardo MULLE:
Ingeniero de Sistemas. Master in Bussiness Administration. Docente Facultad de Ingeniería, UNICEN.
Contacto: ricardomulle [at] ceaweb [dot] com [dot] ar