Educación | Historia
9 de octubre de 2014

Más que una carrera, una maratón de cambios

Ing. Guibert ENGLEBIENNE

Todavía recuerdo fresco el día que terminé de cursar mi carrera como Ingeniero en Sistemas. Ese día, en la vereda de mi edificio, había un camión de mudanzas que rebalsaba de cosas acumuladas durante 5 años inolvidables.

La universidad me había dado una excelente formación. Me sentía seguro y con ganas de empezar caminar una nueva vida como profesional. Pero había algo que tenía claro: si no emigraba a Estados Unidos, Europa o Japón, las posibilidades de mi carrera estaban limitadas. Estaba en el lugar incorrecto. 

Mi primer trabajo fue como investigador para IBM. Ahí aprendí la importancia de generar grupos intelectualmente desafiantes. Los años me llevaron a dejar IBM para formar un startup con mi amigo Guillermo Bodnar que también egresaba de la UNCPBA como la llamaban ese momento. Los clientes que podíamos atender eran de la región y buscaban generalmente lo mismo: hacer que sus empresas funcionaran mejor adoptando un sistema de facturación, stock, contabilidad, etc...

Corría el año 96 cuando finalmente lo que esperaba llegó: un llamado de Nueva York invitando a sumarme a una nueva compañía. Me dije: ¿qué esperas? esto es lo que estabas buscando. Como un tren que abre sus puertas en el andén no lo dudé. Salté en la oportunidad y de repente me encontré en un mundo nuevo. No pasó mucho tiempo para darme cuenta que la actitud emprendedora del argentino nos hacía valiosos. Los conocimientos que había adquirido me permitían ser un referente en la empresa. Eventualmente pude inventar una tecnología, patentarla y hacer que la compañía cambie de nombre y salga a la bolsa.

Al mismo tiempo la llegada de Internet abrió nuevos horizontes, entre ellos el poder volver a Argentina para ahora dirigir el área de desarrollo desde mi casa. Para ese entonces era evidente que la educación con la que había salido de la universidad me permitía competir de igual a igual en cualquier lugar, pero aun más importante, que ya no era necesario emigrar para poder trabajar. Ambas cosas están muy presentes en la génesis de Globant, la empresa que funde con tres amigos en 2003, que hoy cuenta con más de 3300 empleados en 7 países y presencia en Tandil.

Realmente estoy muy agradecido a la Universidad por lo que me enseñó.  La tecnología se mueve a un ritmo acelerado, y si bien uno tiene que actualizarse continuamente, la forma de pensar que da la carrera es fundamental para hacer que sea factible estar actualizado. 

Pero siendo la nuestra una carrera que alimenta el futuro, me gustaría reflexionar sobre lo que se viene, y qué necesitaremos de ahora en más.

Cuando egresé en los 90 la tecnología permitía que una empresa simplemente funcionara. Con casi ninguna interfaz con el exterior, el software se volcaba a la optimización de procesos y era utilizado por empleados a los que se les paga un salario, están obligados a usar un sistema que alguien ya decidió adoptar, para administrar un negocio que rara vez cambia, y donde además los usuarios se cuentan de a pocos.

El crecimiento de Globant se debe a una tendencia creciente que todos vivimos: hoy la tecnología ya no es dominio exclusivo de las empresas sino que ha llegado a los consumidores y transforma nuestra vida personal. Aquel software que elegimos está basado en una decisión personal, muchas veces tenemos que pagar para usarlo, no le dedicamos más que unos segundos a entenderlo y seguramente tenemos otras opciones similares para elegir. Esta tecnología permite además a las empresas, conectarse hacia afuera con sus consumidores, estableciendo por primera vez un diálogo bidireccional con potencialmente millones de personas.

En esencia, la mayor innovación está pasando hoy en las fronteras de las compañías. Satisfacer a estos consumidores, inmersos en una oferta virtualmente infinita, requiere ser un maestro en un sinnúmero de tendencias emergentes: social, mobile, cloud, BigData, UX, wearables, Internet of Things, etc. Damos por sentado que estas tendencias han estado con nosotros por un tiempo cuando en realidad casi ninguna existía hace más de 7 años.

El ritmo de cambio es fenomenal. Mientras la industria de IT tradicional crece a un 4.5% por año, estas tendencias lo hacen 5 veces más rápido. Es aquí donde está el futuro. 

En este contexto, la naturaleza de nuestra profesión ha cambiado y está caracterizada entre otras cosas por los siguientes factores:

- Ya no se trata de un juego puramente de ingeniería. Es necesario además combinar procesos de innovación y diseño.

- El proceso de desarrollo de software es ágil, intentando descubrir necesidades insatisfechas de los usuarios, y ya no tan pensado en la optimización de un proceso.

- Usuarios más demandantes inmersos en tendencias emergentes y ofertas competitivas

- La distribución electrónica a través de mercados de aplicaciones democratizan la posibilidad de emprender

Esencialmente, esta es la década en la que la tecnología se amiga con el usuario final. De ahí que la enorme mayoría de los profesionales con los que trabajamos ya deben si o sí tener alguna experiencia en ingeniería de interfaces y amor por darle al usuario una buena experiencia.

Hace poco hemos trabajado con una universidad que nos pidió analizar qué veíamos nosotros de la gente que contratábamos, qué experiencias habíamos tenido nosotros personalmente, y en base a eso armamos un plan de carrera bien conectado con la demanda de talento.

En mi opinión, un plan de carrera a futuro no debe dejar de lado los siguientes temas:

- Ingeniería de software, haciendo foco en la agilidad y prácticas de última generación para un software que se desarrolla en iteraciones cada vez más cortas

- Infraestructura: cloud, mobile, bases de datos, redes, etc.

- Entrepreneurship, para conocer como armar un negocio alrededor de una tecnología

- Diseño centrado el usuario (procesos de innovación, usabilidad, diseño de interacción, etc.)

- Inglés avanzado. Esta es una carrera que ahora es de naturaleza global.

Estamos frente a una oportunidad histórica. Hoy es el momento de cosechar aquello que la Universidad ha sembrado y Tandil tiene un ecosistema vibrante de empresas que importan oportunidades. Ahora veo que no estaba en el lugar equivocado, sólo era cuestión de esperar.

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Ing. Guibert ENGLEBIENNE:
Ingeniero en Sistemas  graduado en la Facultad de Ciencias Exactas de la UNICEN. CTO y Co-fundador de Globant, empresa creada en el 2003 que actualmente es líder en la creación de productos de software innovadores para audiencias globales. Presidente de la fundación Endeavor.  Desarrolló su carrera profesional en la Argentina, Estados Unidos, Inglaterra y Venezuela.
Contacto: info [at] globant [dot] com