Historia | Sociedad
23 de marzo de 2016

Los hambrientos, los locos, los que se fueron, los que están en prisión

Carolina RODRÍGUEZ

Dirijo estas palabras para este nuevo aniversario del golpe de Estado de 1976/83 como Presidenta de la Federación Universitaria (FUCPBA); pero además de ello, llevo con orgullo ser estudiante de Medicina en la Escuela Superior de Salud y graduada de la Escuela Nacional Ernesto Sabato, todo ello en nuestra querida Universidad Nacional del Centro de la Provincia de Buenos Aires.

Estas palabras las digo para que diciendo no nos cansemos de decir...

El 24 de Marzo no es una fecha cualquiera, podríamos no decir más que estas primeras palabras para que todos sepamos de qué estamos hablando. Para cualquier habitante de nuestro país esta fecha representa un conjunto de símbolos, historias, recuerdos y sentimientos; forma parte verdaderamente de lo que somos como Argentinos/as.

Cuando esta mañana me senté a pensar unas palabras para la ocasión, decidí recurrir a la reserva inagotable de sentimientos que se encuentra en las obras de nuestros artistas, puntualmente en los músicos que desafiaron el régimen para decir cantando lo que otros callaban. Encontré la inspiración en la canción Inconsciente colectivo, obra que Charly García lanzara a fin de los años 70, donde habla de un sueño con hambrientos, con locos, con los que se fueron y con los que están en prisión. Si bien la letra habla de un sueño en mi caso los hechos de la dictadura me vienen a la mente más bien como un recuerdo. Esta afirmación podría resultar engañosa para una joven nacida en el 90, donde el devenir de la represión de aquellos años del llamado "proceso" parecía empezar a quedar atrás; sin embargo, poseo una firme convicción de que puedo recordar la dictadura por la marca que dejo en toda nuestra sociedad, sospecho que el impacto fue tan fuerte que a pesar de haber nacido luego de esos hechos poseo reminiscencias de ellos. Esta convicción me motivo las siguientes preguntas: ¿podemos tener impresiones en nuestra mente acerca de hechos que no vivimos? ¿incorporamos experiencias a través del saber colectivo? y en definitiva... ¿es eso nuestro inconsciente colectivo (como es justamente el título de la canción de Charly)?

Para comenzar a responder estas preguntas podemos decir que la palabra recordar en su origen significa “ricordare”, conformado por el prefijo “re-” – “de nuevo” y “cordare” que proviene de “cordis” – “corazón”, que es donde antiguamente se pensaba que yacían las facultades de la memoria. (1) Con lo cual, si seguimos a los antiguos, podríamos empezar a entender que la memoria puede brotar de los lugares más recónditos de nuestra mente, el lugar de los sentimientos, el lugar del corazón para los antiguos. Es justamente en el corazón de los argentinos donde se han grabado los recuerdos de la última dictadura cívico militar, lugar repleto de imágenes conmovedoras, relatos que nos desprenden lágrimas, canciones que nos llenan de amor a pesar de estar narrando hechos de locura y muerte. Como la arena que rodea a un inmenso océano y en cada generación va depositando nuevas capas, los recuerdos de los hechos que tienen sus representación en el 24 de marzo nos van configurando como sociedad; nos hacen participes de las luchas de los que nos precedieron y nos advierten sobre los posibles males futuros. Este proceso de formación de una conciencia global como sociedad y no asociada directamente a una enseñanza concreta puede ser el origen de las reminiscencias que sentimos en nuestro ser profundo cuando volvemos a pasar por el corazón (recordamos) los hechos de la última dictadura cívico militar.

Recordar la mencionada herencia nos hace más sabios, nos integra como sociedad. A propósito de esto, el psicólogo Jung pensaba justamente al inconsciente colectivo como una memoria colectiva, la memoria colectiva de la humanidad. Él pensaba que la gente estaría más sintonizada entre miembros de la misma familia y grupos sociales, culturales y de raza, pero que no obstante habría una resonancia de fondo de toda la humanidad: una experiencia media (un fondo de experiencias) de las cosas básicas que toda la gente experimenta. (2)

Si pensamos en que nos dice el inconsciente colectivo de los argentinos, una gran parte del mismo nos hablara de la existencia de héroes que lucharon con la vida por las ideas, se sacrificaron por sus compañeros/as, soportaron el mayor dolor físico para seguir sonriendo por aquellos que sufrían aún más. Con justeza podría decir que muchos de ellos eran hambrientos, con hambre de libertad (quizás de los deseos más intuitivos), otros podríamos considerarlos locos, porque la locura parece ser un criterio a veces de moda para condenar lo que no entendemos o compartimos y allí en el proceso locos o subversivos eran condenas funcionales a un mismo fin. También como dice la canción, algunos se fueron; son los que no están más entre nosotros... los treinta mil compañeros detenidos y desparecidos. Si termino la estrofa nos quedan los que están en prisión y si bien hoy no siguen en prisión las víctimas, les ha llegado el turno a los victimarios, aquellos a los que la justicia finalmente los tocó y aunque sea tarde, pagaron un poco de tanto mal causado.

No quiero olvidarme de mis compañeros reprimidos, torturados, desaparecidos; no dejaré de nombrar a los más locales, como El "negro" Moreno o Diana Shatz, a los cuales los tenemos siempre cerca nuestro para que su inspiración no nos deje en tiempos difíciles. A muchos de ellos hay que redescubrirlos, re pensarlos y fundamentalmente recordarlos, porque para los tiempos difíciles que vendrán en todos algún día es importante que seamos consecuentes del regalo que nos dieron nuestros antecesores en este suelo; nos dieron un camino por recorrer, un compromiso de que no hay que dejar pasar la vida. En esta tarea no tengo duda que estamos porque desde la Federación Universitaria un día decidimos que debíamos saber con exactitud las historias de la dictadura en nuestra institución y nos pusimos en marcha pensando en un proyecto que redescubra estas historias; el proyecto existe hoy en día, se llama "La Dictadura cívico-militar en la Universidad Nacional del Centro: políticas, represión y transición democrática. 1975-1986" (Ordenanzas del Consejo Superior 4292 y 4311 del año 2015). Pero eso no es todo, porque queda mucho por hacer, por discutir y recordar.

Todo esto lo reflexioné una mañana, donde entendí (quizás mejor que otras veces) que tengo recuerdos compartidos con otras personas que ni conozco y que llegan a superar incluso la franjas etarias, sociales, políticas, etc. Ahí entendí que como argentina, por ser y pertenecer, poseo una conjunto de sentimientos que son las experiencias dolientes del pasado incorporadas... como argentina tengo MEMORIA.

Notas:

1. Página web: Etimología de la lengua española. Definiciones sobre el origen del léxico castellano o español.- https://etimologia.wordpress.com/2007/08/23/recordar/

2. El Inconsciente Personal y Colectivo de Jung. En línea: http://www.manuelseixas.com/susodicho/El%20Inconsciente%20Personal%20y%20Colectivo%20de%20Jung+synchronicity%20police.pdf

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Carolina RODRÍGUEZ:
Estudiante de Medicina,  Escuela Superior de Salud, UNICEN.  Presidenta de la Federación Universitaria del Centro de la Provincia de Buenos Aires.
Contacto: caro [dot] cmr09 [at] gmail [dot] com