El inicio del camino y el mapa de ruta

A mediados de 1999, recibí un llamado del entonces Rector, Agrim. Carlos Nicolini, invitándome a conversar con él. En esa época, en el pequeño grupo de Ecología Matemática nos encontrábamos dando los primeros pasos en el proyecto INCO DC financiado por la Comisión Europea que nos permitió trabajar durante 3 años en los Esteros del Iberá, Provincia de Corrientes, conjuntamente con investigadores de universidades de Italia, España, Reino Unido, Portugal, Brasil y Argentina, bajo el liderazgo de la Universidad de Siena, y tomar la responsabilidad de liderar al equipo de modelizadores matemáticos brasileros, italianos y argentinos. Así fue que imaginé que la convocatoria estaría relacionada con este proyecto.

Pero el Rector tenía otra idea en mente, basada en la política de transversalidad que se había instalado en nuestra Universidad. La idea, apoyada desde la Secretaría Académica por la Lic. Silvia Marzoratti, y desde la Secretaría de Ciencia y Técnica por el Dr. Eduardo Míguez, era la de formar un grupo de investigación que se ocupara de temas ambientales con docentes/investigadores de distintas disciplinas provenientes de varias Facultades con el propósito de encarar los problemas desde un enfoque multidisciplinario más completo y abarcador.

En realidad, desde 1995 habíamos tomado contacto con investigadores de otras Facultades. Junto a ellos veníamos realizando seminarios que nos permitían, sobre todo a los matemáticos/estadísticos y a los veterinarios, aprender mucho unos de otros y dar a nuestros estudiantes una visión más amplia de la naturaleza de los problemas ecológicos y de las herramientas matemáticas y computacionales que se utilizan para analizarlos. La propuesta del Rector nos puso en el camino de contactar y consultar colegas que trabajaban en el amplio espectro de problemas ambientales dentro de la Universidad y en la tarea de formalizar las ideas en un documento que describiera las competencias, los alcances y el funcionamiento de tal grupo.

Desde un primer momento nos planteamos como razón de ser del nuevo grupo, o misión, la de integrar a investigadores de la Universidad así como de grupos de otras instituciones que desarrollan sus actividades en distintas disciplinas relacionadas con Ecosistemas y Ambiente. En la actualidad se alienta este tipo de vinculación a través de redes. El propósito fundamental que nos planteamos fue y sigue siendo el de incrementar la eficiencia y potencial de trabajo, facilitando el análisis de sistemas complejos, como son los ecosistemas, y conduciendo investigaciones hacia desarrollos orientados al uso sostenible de los mismos. En este sentido las actividades pueden identificarse como:

• la generación y transferencia de conocimientos para un mejoramiento de la calidad del ambiente;
• la planificación, coordinación y ejecución de actividades de educación y extensión que estimulen una eficiente transferencia tecnológica y una mejor comprensión del significado de la conservación;
• la formación de recursos humanos capacitados para la evaluación y resolución de problemas ambientales; y
• el asesoramiento de nivel sustentado en investigación de calidad que sólo puede ofrecerse desde el ámbito universitario.

La proyección a futuro o visión de nuestro proyecto concebía al grupo como una vía de inserción de la Universidad en el medio, vinculada a los problemas ambientales a fin de resolverlos, o reducir su magnitud, o, en el peor de los casos, impedir su incremento. Asimismo, contemplábamos su rol como propuesta integradora de recursos humanos regionales y como promotor de una nueva conciencia del desarrollo humano.

El primer documento del proyecto fue entregado a la SeCyT durante la primera mitad del año 2000. Sin embargo, el proceso de aceptación fue largo. Hubo una cierta resistencia en una porción de nuestros colegas a la idea de compartir la pertenencia de un grupo de investigación entre varias Facultades. Si bien la Universidad ha aprobado varios NACT integrados por investigadores de distintas Unidades Académicas en torno a una temática abordable desde varias disciplinas, en aquella época la novedad de la idea había despertado algunos reparos.

En 2001, con la gestión del Rector Dr. Néstor Auza, se plantearon nuevas formas de concebir la investigación y surgieron cambios en las estructuras a propuesta del Dr. Roberto Gratton desde la Secretaría, devenida SeCAT. En este nuevo marco, el Dr. Gratton nos brindó su apoyo a través de recomendaciones y sugerencias, ayudándonos a adaptar y pulir nuestra propuesta. Luego de pasar exitosamente las evaluaciones a las que fue sometido, el proyecto de creación del Instituto Multidisciplinario sobre Ecosistemas y Desarrollo Sustentable (ECOSISTEMAS) llegó al Honorable Consejo Superior con el apoyo de los Decanos de las Facultades de Ciencias Exactas, de Ingeniería y de Ciencias Veterinarias, Dra. María Delia Ayciriex, Ing. Fabián Irassar y Dr. Alejandro Soraci respectivamente, y desde luego del Secretario de Ciencia, Arte y Tecnología, Dr. Gratton, y así reconocido como Núcleo de Investigación en Formación por Resolución de Consejo Superior Nº 2241 del 23 de Septiembre de 2003.

En la actualidad, los investigadores del Instituto estamos organizados en cuatro grupos, a saber Ecología Matemática (Exactas), Recursos Hídricos (Ingeniería), Recursos Naturales y Sustentabilidad, y Gestión de Ambientes Acuáticos Continentales (ambos de Veterinarias), aunque los proyectos se desarrollan con participación integrada de miembros de distintos grupos.

En los Documentos Fundacionales (disponibles en www.exa.unicen.edu.ar/ecosistemas) se menciona que la Universidad debe ser la fuente que irradie el conocimiento del ambiente y sus problemas actuales. Para alcanzar ese objetivo es necesario e imprescindible que en el ámbito universitario se comprenda que la actividad en el área ambiental debe desarrollarse de manera integral. Ello no significa una simple concentración de actividades sino y fundamentalmente la integración cabal y efectiva de las capacidades disponibles alrededor de un programa de trabajo que, haciendo uso de las capacidades científicas y tecnológicas de diagnóstico, investigación, modelaje, evaluación y desarrollo constituya el punto focal de las actividades ambientales combinadas. Los problemas ambientales han ido generando a nivel mundial una postura frente a la investigación que prioriza la resolución de casos concretos. Con estas bases los integrantes de ECOSISTEMAS hemos venido trabajando en equipo y respondiendo a las demandas provenientes de instituciones gubernamentales, no gubernamentales, o productores agropecuarios, y también estudiando problemáticas regionales, nacionales e internacionales.

En este sentido, vemos con gran satisfacción el programa sobre Compromiso Ambiental recientemente lanzado por el Secretario de Extensión, Mg. Daniel Herrero, conjuntamente con la Secretaria Académica, Prof. Mabel Pacheco, y la Secretaria de Ciencia, Arte y Tecnología, Dra. Analía Amandi, ejecutando las políticas de la presente gestión encabezada por el Rector Mg Roberto Tassara. Durante la primera jornada de actividades a la que fuimos convocados investigadores de todas las Facultades, vinculados de una manera u otra a los temas ambientales, bajo el nombre de Primer Encuentro sobre Construcción del Compromiso Ambiental (http://extension.unicen.edu.ar/blog/?p=3584), fue posible  observar  la coincidencia de opiniones respecto de la necesidad de una política clara en materia ambiental por parte de la Universidad, así como la de dar testimonios institucionales en ese sentido y la de formar de graduados concientes en dicha materia. Esto nos alegra porque vemos la gran oportunidad de trabajar conjuntamente desde los distintos grupos de investigación y las distintas Facultades, aportando cada uno su saber y su experiencia y llevándolo al medio, a la sociedad, para mejorar la calidad de vida de todos, generando conciencia de lo que significa el uso responsable de los recursos y la protección del ambiente.

Esto, en definitiva, es lo que nos motivó en el año 2000 a la creación de ECOSISTEMAS y lo vemos como una nueva oportunidad para maximizar toda la enorme potencialidad que, en materia ambiental, nuestra Universidad posee para brindar respuestas, plantear nuevas preguntas, realizar propuestas en esta temática que amerita la participación y el aporte de todos los actores, en pos de mejorar la calidad de vida de los habitantes de la región.

Agradecemos de corazón a quienes nos ayudaron a ponernos en marcha y a quienes colaboran día a día con nosotros en las tareas que nos proponemos llevar a cabo.

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